Gobernador de Cundinamarca dice que "no hay marcha atrás" en tren de cercanías

SEMANA: ¿Por qué el país debe devolverle a su sistema férreo la importancia que fue perdiendo con el tiempo?

JORGE EMILIO REY ÁNGEL: Las conurbaciones de ciudades capitales con provincias cercanas, como Bogotá, motivan el desarrollo de sistemas de transporte que no dependan de grandes autopistas que implican adquisiciones prediales, lo que hace inviable financieramente cualquier tipo de proyecto. El corredor férreo ya existe, tiene unas áreas de reserva contempladas y a bajo costo que pueden generar una transformación de los sistemas de movilidad de millones de personas que esperan soluciones efectivas y rápidas.

SEMANA: ¿Cómo cambiarán las vidas de los habitantes de los municipios por los que pase

el Regiotram?

J.E.R.A.: Uno de los grandes desafíos de las áreas metropolitanas es implementar transportes más rápidos, económicos y cómodos. Esto es lo que permitirá un sistema como el Regiotram de Occidente. Más de 120.000 personas que se movilizan diariamente por el corredor de Sabana Occidente, así como muchos bogotanos que recorren diferentes distancias entre Fontibón, Engativá, Puente Aranda, La Candelaria y el centro de Bogotá podrán trasladarse en cortos recorridos.

SEMANA: ¿Qué garantiza que con este proyecto no pase lo mismo que con muchos otros que se prometen pero nunca terminan siendo realidad?

J.E.R.A.: Ya no hay vuelta atrás. Firmamos los convenios en noviembre de 2017, lo que garantiza los recursos.

SEMANA: ¿Cómo se está articulando con Bogotá la implementación del Regiotram al sistema integrado de transporte (SITP)?

J.E.R.A.: Hemos trabajado de manera coordinada y avanzado en un convenio para desarrollar las obras en el interior del Distrito, bajo las condiciones que ellos han determinado, como la construcción de pasos a desnivel o intersecciones en diferentes sitios para que el tren se eleve. También adelantamos la suscripción del convenio de operación, que establecerá el mejor mecanismo para integrar este sistema tren con el SITP.

SEMANA: ¿Qué permitió finalmente hacer realidad este proyecto del que se viene hablando desde gobiernos anteriores?

J.E.R.A.: Primero, que contamos con unos estudios bastante avanzados en etapa de factibilidad. También contribuyó la voluntad de un gobierno nacional que comprometió las vigencias futuras necesarias para el cierre financiero. Estamos hablando de 1,9 billones de pesos, que incluyen los costos de unas vigencias futuras extendidas a diez años. El valor final del tren será de 2,5 billones de pesos. Una cifra importante pero muy distante de la que se necesitaría para poder adelantar un proyecto de otra índole. El presidente Iván Duque ha ratificado su voluntad política para acompañar toda la etapa de implementación y sabemos que de la mano de él alcanzaremos este propósito. Este gobierno departamental logró el cierre financiero, los convenios de cooperación con el Distrito y la adjudicación del contrato que permitirá que en 2023 tengamos un tren, no solo sirviéndole a esta conurbación entre Bogotá y Cundinamarca, por el corredor occidental, sino convirtiéndose en el primer tren del país que alimentará a dos terminales aeroportuarias: El Dorado 1 y El Dorado 2, que se construirá entre los municipios de Madrid y Facatativá.

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SEMANA: Además del Regiotram, hay más proyectos ferroviarios importantes que se están impulsando en otras zonas del país. ¿Colombia le quiere apostar de nuevo al ferrocarril?

J.E.R.A.: Sin duda los sistemas férreos van a marcar la pauta de la movilidad durante los próximos 20 años en las grandes ciudades con provincias cercanas. El Regiotram será el primer tren en su modalidad y le va a abrir las puertas al corredor norte, Bogotá-Zipaquirá, para que también pueda habilitar su sistema Regiotram, al del sur para unir a Soacha y a otras ciudades emblemáticas del país que ya no dan abasto, no tienen más vías. Podemos utilizar estos corredores férreos para prestarle un servicio decoroso a la comunidad.

SEMANA: ¿Cuánto costará el pasaje?

J.E.R.A.: Estamos validando los estudios de demanda que el Departamento Nacional de Planeación hizo en 2017 a través de la Empresa Férrea, para determinar la real demanda de este tren. Esperamos que en Bogotá el usuario que lo utilice pague lo mismo que en TransMilenio y para quienes vengan de Cundinamarca hacia Bogotá sea proporcional a lo que hoy invierten para llegar a su destino final.