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| Foto: AFP

VATICANO

El papa sigue aceptando renuncias de obispos chilenos por denuncias de abuso sexual

El papa Francisco aceptó este jueves la renuncia de otros dos obispos chilenos, que ya suman cinco, después que los nombres de 34 miembros de la Iglesia chilena sonaran en los casos de encubrimiento o negligencia de delitos sexuales a menores.

28 de junio de 2018

Desde que 34 obispos presentaron su dimisión, el papa Francisco aseguró que se tomarían medidas severas sobre las denuncias de abuso sexual hechas por menores que acusaron a varios prelados de haber encubierto durante décadas los abusos cometidos por el sacerdote Fernando Karadima, suspendido de por vida después de haber sido declarado culpable en 2011 de abusos sexuales en 1980 y 1990.

Este jueves, el máximo jefe de la Iglesia católica dio un nuevo paso en el cumplimiento de su promesa. La Santa Sede anunció en un comunicado la dimisión del obispo de Rancagua, Alejandro Goic Karmelic, de 78 años, y la del obispo de Talca, Horacio del Carmen Valenzuela Abarca, de 64.

"La dolorosa circunstancia que vive la Iglesia le imprime un sabor amargo a este momento", declaró Goic, en conferencia de prensa. Todo el episcopado de este país había presentado conjuntamente su dimisión el 18 de mayo tras una serie de encuentros con el papa Francisco en el Vaticano, un paso inédito en la historia reciente de la Iglesia católica.

El papa Francisco aceptó recientemente la renuncia de tres obispos chilenos, el controvertido Juan Barros, al que había defendido durante su viaje en enero a Chile, y dos obispos de más de 75 años que alcanzaban la edad para retirarse. Barros está acusado de encubrir los abusos sexuales reiterados del influyente sacerdote Fernando Karadima, condenado en 2011 por el Vaticano a una "vida de oración y penitencia", luego de que la justicia local declarase prescritos los cargos por abuso sexual.

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En abril, el Papa recibió a tres víctimas de Karadima a quienes pidió perdón. Además, había ordenado una investigación mientras reconocía que se había equivocado. En medio de la fuerte crisis envió a ese país a arzobispo de Malta, Charles Scicluna, y monseñor Jordi Bertomeu a realizar una segunda visita en una misión que incluía escuchar nuevos testimonios de víctimas e intentar reconciliar a la diócesis de la ciudad de Osorno, fuertemente dividida tras la designación en 2015 de un obispo acusado de encubridor.

El obispo Alejandro Goic presentó su renuncia hace 3 años por su avanzada edad, pero el papa no se la aceptó. Su salida se produce en medio de un escándalo sexual en la Diócesis de Rancagua (120 km al sur de Santiago) tras la suspensión de 14 sacerdotes de su región. Las columnas de la Iglesia católica se debilitan con cada una de estas acusaciones, hasta el punto de que en países como Chile, con poca vocación, los ciudadanos no se movilizaron como se esperaba para ver al Papa en una de sus visitas en su gira por América Latina. 

Los sacerdotes fueron denunciados por presuntos delitos sexuales consumados en una red denominada ‘La familia‘ durante al menos una década, lo que fue denunciado por una feligresa a un canal local. La Fiscalía de Rancagua investiga los hechos. "Con la misma fuerza con que ayer hacíamos nuestro el clamor de las víctimas de la dictadura (de Pinochet) pisoteadas en su dignidad, hoy nos toca ser iglesia samaritana junto a quienes han sido víctimas del abuso de poder clerical", sostuvo Goic.

Estos escándalos de abuso sexual no son un tema nuevo en la Iglesia. Francisco, a diferencia de sus sucesores, ha iniciado una cruzada en contra del desprestigio de la fe católica, deteriorada por las acusaciones, principalmente hechas por menores de edad, en contra de sacerdotes y otros miembros de la institución religiosa. Estos casos parecen ser una herida abierta que adquiere profundidad con cada declaración que sale a la luz pública. 

El ahora exobispo de Talca, Horacio del Carmen Valenzuela Abarca, fue uno de los discípulos del sacerdote Fernando Karadima, influyente religioso reconocido como formador de obispos. Valenzuela es señalado por las víctimas de Karadima como uno de los religiosos que habría ignorado o encubierto los abusos cometidos por él al igual que Juan Barros, exobispo de la ciudad de Osorno.

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Reaccionan los reemplazos y las víctimas

El obispo Fernando Ramos, nombrado administrador apostólico en reemplazo de Alejandro Goic en Rancagua, dijo en comunicado difundido por la Iglesia chilena que "actualmente hay una situación complicada en Rancagua y por eso me pongo al servicio para seguir ayudando a solucionar estas situaciones".

Por su parte, el obispo Galo Fernández, nombrado administrador apostólico en reemplazo de Horacio Valenzuela en Talca, señaló también en comunicado difundido por la Iglesia chilena, que "nosotros pusimos nuestros cargos a disposición del Papa para hacer un camino en que la Iglesia pueda recuperar las confianzas y retomar su ruta de servicio del Evangelio".

Dos víctimas de los abusos sexuales de Karadima también reaccionaron a través de las redes sociales. "Lento pero seguro... Dos obispos malos y corruptos menos a cargo de gente buena. Horacio Valenzuela (Talca) y Alejandro Goic (Rancagua) a la casa", afirmó en un mensaje en su cuenta de Twitter Juan Carlos Cruz, periodista y víctima de Karadima.

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Cruz dijo también a la radio Cooperativa en comunicación telefónica desde EEUU, que "Horacio Valenzuela es un hombre tremendamente soberbio, encubridor de abusos de Karadima y de otros en su propia diócesis".

José Andrés Murillo, víctima de Karadima, señaló en su cuenta de Twitter: "Obispo Valenzuela (formado por Karadima y cercano a él) y obispo Goic son sacados de sus diócesis por el Papa. Pasito a pasito".

Con información de AFP...