Coronavirus

¿Cuál es la eficacia de la cuarta dosis de la vacuna anticovid? The Lancet respondió

Una de las variables que marcó una diferencia en esta investigación es que se tuvo en cuenta todas las causales de muerte y no únicamente la provocada por el virus pandémico.

16 de julio de 2022
Coronavirus / Covid 19
En esta foto de archivo tomada el 2 de marzo de 2021, una anciana recibe una dosis de la vacuna Pfizer-BioNtech Covid-19, en un centro de vacunación en Garlan, oeste de Francia. | Foto: AFP

La vacunación contra la covid-19 sigue siendo un tema que permanece en constante investigación científica. A pesar de que las muertes por coronavirus disminuyeron, en comparación con hace dos años, lo cierto es que el virus sigue rondando con variantes y subvariantes.

Hace unos meses, se alertó al mundo sobre la aparición de ómicron y aunque en cada territorio hay una reacción particular, es necesario combatir la infección a como dé lugar.

En efecto, una de las soluciones más relevantes son las dosis de refuerzo de la inmunización anticovid y, por ello, un estudio publicado en la revista médica británica The Lancet, bajo la autoría del Registro Nacional de la Universidad de Umeå (Suecia), se enfocó en analizar la cuarta dosis, implementada en la población mayor; principalmente de la tercera edad.

De acuerdo con la edición para Europa, el estudio se refirió sobre la eficacia de la dosis número cuatro y, según las estimaciones científicas, se llegó a la idea de que luego de dos meses desde que una persona mayor de 80 años se aplica la vacuna el riesgo de muerte, para esta población, disminuye.

No obstante, luego del periodo “el efecto comenzó a disminuir un poco”, mencionó Peter Nordström, uno de los autores, profesor y médico jefe del Departamento de Medicina Comunitaria y Rehabilitación de la unidad de geriatría de la Universidad de Umeå.

El estudio, que dice que las personas con tres dosis tienen más riesgo de fallecer, se centró en un método de observación con informes de varios entes como el registro nacional de la Agencia Sueca de Salud Pública, Estadísticas de Suecia y el registro nacional de calidad Senior Alert.

Más de 400.000 casos, con al menos 80 años de edad, entraron en el estudio. De estos, más de 20.000 residían en geriátricos o casas de retiro.

A healthcare Worker hands in surgical gloves pulling COVID-19 vaccine liquid from vial to vaccinate a patient
A healthcare Worker hands in surgical gloves pulling COVID-19 vaccine liquid from vial to vaccinate a patient. | Foto: Getty Images

Así las cosas, Gorka Orive, profesor en la Facultad Farmacia de la Euskal Herriko Unibertsitatea (Universidad del País Vasco), difundió los resultados y compartió que: “Un estudio concluye que una cuarta dosis de vacuna (segundo refuerzo) resultaría eficaz (incluso tras aparición de Ómicron) en mayores de 80 años a la hora de prevenir la mortalidad. El estudio apunta a la importancia del momento de vacunación para maximizar efectos”.

La publicación en The Lancet Regional Health detalla que entre la primera semana y el final del segundo mes, después de la aplicación de la vacuna número cuatro, las personas con más de 80 años tenían 71 % de menos probabilidad de morir.

De manera puntual, se explica que quienes vivían en casas de retiro arrojaron 39 % de menos riesgo de muerte. Por otro lado, en rasgos universales, el efecto fue disminuyendo luego de los 60 días, por lo que después los resultados fueron de 54 % para los mayores de 80 años y 27 % para los residentes de las casas de ayuda para ancianos.

Por su parte, Marcel Ballin, estudiante de doctorado en geriatría en la universidad de Umeå y otro de los autores del hallazgo dijo: “Los resultados de nuestro estudio apuntan a buenos efectos de la cuarta dosis, incluso entre los más ancianos y frágiles, pero también que el efecto comienza a disminuir ligeramente después de un par de meses. Por lo tanto, probablemente sea importante programar cuándo se administrarán las dosis de recarga a estas personas, por ejemplo, en relación con los brotes del virus, para garantizar que la mayor cantidad posible tenga protección durante un tiempo suficientemente largo”.

Una de las variables que marcó una diferencia en la investigación es que se tuvo en cuenta todas las causales de muerte y no únicamente la provocada por el virus pandémico.

Respecto a lo anterior, Anna Nordström, profesora adjunta de salud pública y coautora de la investigación, expresó que al tener un gremio tan amplio hay pros y contras en vínculo con los análisis planteados, primordialmente en las “formas de medir los resultados”.

Para la docente investigativa, habría limitaciones como: “la muerte después de una prueba positiva o la atención hospitalaria”.

“Sabemos que los más ancianos y frágiles ingresan con menos frecuencia en el hospital y que estas personas no siempre muestran síntomas de una enfermedad grave que requeriría pruebas”, concluyó Nordström.

Nota: Este tipo de estudios se adjuntan a otros que han dado a conocer que las vacunas ARNm de refuerzo logran disminuir el riesgo de muerte y hospitalización, pero su efectividad suele disminuir. De este modo, las investigaciones sobre este tema seguirán siendo una constante en el área científica mundial.