CORONAVIRUS
¿Cuál es la mejor vacuna para el coronavirus, Pfizer o Moderna?
De acuerdo al anuncio de la compañía estadounidense Moderna su fórmula de vacuna contra la covid-19 tiene un 94,5% de eficacia, lo que supone un alto porcentaje frente a las otras vacunas experimentales en desarrollo.
Este lunes el laboratorio estadounidense Moderna informó que su fórmula de vacuna contra la covid-19 tiene una efectividad del 94,5 por ciento en los resultados preliminares de la fase 3 de estudios, y que cumple los criterios de eficacia para su comercialización, lo que señala una buena noticia en la lucha para frenar la pandemia.
En el comunicado, la compañía afirma que hoy es un “gran día” en la lucha contra el coronavirus, y que esta fórmula ha cumplido con los criterios establecidos en el protocolo para estudiar su eficacia, por lo que en los próximos días se presentará la documentación para su aprobación definitiva.
Además señala que este análisis conocido como estudio COVE, está siendo realizado de acuerdo con el Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas (NIAID), los institutos de salud de Estados Unidos, el Instituto Biomédico y parte de los Institutos Nacionales de Salud (NIH), y en el que reclutaron a más de 30.000 participantes en los EE. UU.
Estos resultados afianzan aún más la confianza en que las vacunas pueden ayudar a poner fin a la pandemia y con ello, todo lo que ésta, ha conllevado y más aún en un mes como noviembre en el que se conocieron resultados similares de Pfizer, evidenciado así que las dos compañías han utilizado una aproximación novedosa para diseñar sus vacunas.
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Así mismo, este mes Sinopharm demostró que en trabajadores de México la eficacia fue de un 100%; se profundizó en datos claves sobre la vacuna de Oxford-Aztrazeneca y la vacuna rusa Sputnik V anunció nuevos resultados de su la Fase III.
Según explica el comunicado de Moderna, la compañía ha desarrollado una “vacuna de ARN”, lo que quiere decir que parte del código genético de la covid-19 se inyecta en el cuerpo, lo que permite la producción de proteínas suficientes para entrenar al sistema inmunológico. Además, señala que el criterio de valoración principal de este estudio se basa en el análisis de los casos de coronavirus confirmados y adjudicados a partir de dos semanas después de la segunda dosis de vacuna.
We just announced that mRNA-1273, our COVID-19 vaccine candidate, has met its primary efficacy endpoint in the first interim analysis of the Phase 3 COVE study.
— Moderna (@moderna_tx) November 16, 2020
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De las 214 vacunas experimentales que están en proceso, diez se encuentran en la última fase de las tres que conforman los ensayos clínicos necesarios para asegurar que sea eficaz y segura, que se traduce en que genere respuesta inmune y no tenga efectos adversos.
Según el registro de la Organización Mundial de la Salud (OMS), las vacunas que cursan la Fase III además de Moderna, son las de AstraZeneca, Sinovac, Wuhan Institute of Biological Products, Beijing Institute of Biological Products (ambas de Sinopharm), CanSino Biological, Sputnik V, Janssen Pharmaceutical Companies, Novavax, y la de Pfizer.
De todas las candidatas, la misma que utiliza el mismo tipo de tecnología que Moderna es la de Pfizer. Sin embargo, Moderna parece tener una ventaja significativa con respecto a la temperatura necesaria para almacenar las ampollas, dado que la inestabilidad del ARN, hace que exista un límite de temperatura a partir del cual la vacuna se degrada.
En el caso de la vacuna de Moderna, se necesita un almacenamiento y un transporte a -20ºC, lo que supone un gran reto. Sin embargo, los científicos detrás de esta vacuna, aseguran que sus dosis pueden durar hasta 30 días en un refrigerador, más tiempo de lo que se pensaba inicialmente, un hecho que de ser cierto, facilitaría en gran medida la logística de distribución de la misma.
Con respecto a Pfizer, aunque como ya lo mencionamos la fórmula está basada en la tecnología del ARN mensajero,la misma que Moderna, que lleva instrucciones de ADN para que las células del cuerpo humano generen ciertas proteínas protectoras, el principal reto se centra en uno de los requisitos de conservación, dado que debe mantenerse siempre a -70 °C, lo que podría suponer un gran problema para garantizar su distribución al mundo entero.