Salud
Cuarentenas por coronavirus aumentaron la miopía de los niños en el mundo
De acuerdo con la OMS, la falta de luz solar es la principal causa del aumento de esta enfermedad, que en 2050 afectará a la mitad de la población.
Tras conocerse los primeros casos de coronavirus en el mundo en los primeros meses de 2020, los diferentes gobiernos adoptaron medidas restrictivas como el cierre de diferentes actividades económicas y sociales, con lo cual millones de trabajadores y estudiantes dejaron de ir a sus lugares laborales y aulas de instrucción, respectivamente.
Una de las mayores afectaciones por las cuarentenas y la enseñanza virtual se registró en los menores de edad, no solo por la imposibilidad de acudir a los colegios y escuelas, sino por las restricciones de ir a los parques a jugar con los amigos.
De acuerdo con los especialistas, esta combinación de factores trajo una consecuencia silenciosa: el incremento de la miopía en los menores, como revelan algunas investigaciones adelantadas en China, Canadá y América Latina.
Los estudios realizados por universidades de esos países coinciden en que la razón principal del crecimiento de esta enfermedad en el último año fue la falta de luz solar.
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La especialista Carolina Picotti, médica, oftalmóloga infantil y autora de un estudio publicado recientemente en The Lancet, señaló que los rayos del sol liberan dopamina en la retina, una sustancia que evita que el globo ocular se haga más largo y ayuda a prevenir el aumento de la miopía.
“Si los niños no salen al aire libre y no reciben luz de sol, su cuerpo no genera este neurotransmisor y la enfermedad se dispara; ninguna luz artificial puede reemplazar los rayos solares en la generación de dopamina”, explicó la investigadora.
En Argentina, por ejemplo, según el estudio en el que participaron 16 oftalmólogos de todas las regiones de ese país, demostró que menores entre cinco y 18 años aumentaron en promedio un 40 % la progresión de la miopía entre 2019 y 2020, el año en el que estuvieron encerrados en sus casas por el confinamiento.
Se demostró que el porcentaje del aumento en la miopía no solo es muy alto, también confirmó la hipótesis de que los factores ambientales y no solo los genéticos pueden incrementar o disminuir esta enfermedad.
Picotti insistió en que en circunstancias normales la evolución de la miopía en los niños es contraria a la que se observó en el año del confinamiento: “A medida que pasa el tiempo y el niño crece, el porcentaje de progresión debe disminuir. En este caso sucedió lo opuesto: los niños crecieron y la enfermedad se disparó”.
Recientemente, la Organización Mundial de la Salud (OMS) advirtió que en 2050 la mitad de la población mundial será miope, situación que podría agravarse debido al aumento en los problemas de claridad de la visión de lejos, que se repite en varias regiones del mundo por las cuarentenas decretadas para controlar la propagación de la pandemia del coronavirus.
Para el profesor del departamento de Oftalmología y Ciencias Visuales de la Universidad de Michigan, David Musch, quien es coautor de una investigación publicada por la revista médica JAMA Network, los niños de China incrementaron drásticamente su miopía durante los meses del confinamiento.
Señaló que el estudio comparó los niveles de miopía de más de 100.000 niños de escuelas primarias en la ciudad de Shandong, en China, desde 2015 hasta 2020.
Una de las conclusiones es que la reducción de la exposición al aire libre y a la iluminación natural, producto del confinamiento estricto entre enero y mayo del año pasado, habría afectado a la miopía de los más pequeños. Se encontró que esa afectación se encontró en un porcentaje más alto en las evaluaciones de 2020 en comparación con las encuestas anuales de años anteriores.
El análisis señala que los niños de seis a ocho años fueron los más afectados; el vertiginoso aumento de la miopía puede traer consecuencias más graves para la salud visual de las personas a medida que van creciendo. Lamentablemente, algunas desarrollarán complicaciones de la miopía que amenacen la vista en el futuro, como cataratas, glaucoma y desprendimiento de retina.
Entre tanto, un estudio en Canadá, dirigido por la investigadora Sarah A. Moore y publicado a finales del año pasado, reveló que en los meses más duros del confinamiento los niños pasaban en promedio más de cinco horas al día frente a las pantallas en actividades de entretenimiento, además del tiempo que ya dedicaban a las tareas y clases de la escuela, también en dispositivos electrónicos.
Igualmente, se conocieron los resultados de una encuesta realizada en Colombia, México y Chile en la que se determinó que el 76 % de los participantes jóvenes aumentó la exposición a pantallas durante el confinamiento. Un 46 % afirmó que el tiempo de exposición se incrementó entre tres y seis horas; un 29 %, más de seis horas, y el 25 %, de una a tres. Este uso excesivo de las pantallas está relacionado con algunos síntomas como sequedad ocular, fatiga o cansancio visual, visión borrosa temporal y dolor de cabeza.
Los expertos estuvieron de acuerdo en que el aumento de la miopía en los más pequeños no se debe, como se creía antes, al uso intenso de las pantallas, sino a la poca actividad al aire libre y en consecuencia a la ausencia de rayos de luz solar.
La investigadora Carolina Picotti afirma que “científicamente” no está comprobado aún que “la luz de los dispositivos electrónicos genere miopía”. Lo que sí han demostrado otros estudios es que la distancia frente a la pantalla, el tamaño de las letras y el fondo de contraste pueden hacer que el globo ocular aumente o disminuya su tamaño y se produzcan cambios en la calidad de la visión.
La especialista dijo que estar al aire libre al menos dos horas al día es suficiente para ayudar a evitar la progresión de la miopía en los niños.
Por su parte, David Musch insistió en que ser conscientes de la asociación entre más tiempo de exposición a los rayos de sol y menos miopía debe alentar a padres y escuelas a asegurarse de que los niños pasen más tiempo fuera de sus casas.
“Si ocurrieran pandemias futuras, se debería permitir que los menores disfruten del aire libre en condiciones seguras”, puntualizó.