“Culpa covid”: el fenómeno que atormenta a quienes infectaron a un ser querido

“Por su culpa me voy a morir”. Esas fueron las últimas palabras de un maestro a sus dos hijos adolescentes antes de fallecer en una UCI en Bogotá. Llevaba toda la pandemia cuidándose, pero se contagió de covid-19 al regresar sus hijos de una fiesta y aún con su último aliento, no se los perdonó.

Para Angélica María Galindo, la muerte y la culpa van de la mano en pandemia y ella las ve a ambas de frente. Angélica es la enfermera que sostiene el computador por el que sus pacientes se despiden de sus seres queridos, muchas veces con remordimiento y vergüenza.

Galindo es enfermera en la Clínica Azul de MedPlus y a sus 38 años ya no sabe a cuántos enfermos ha visto morir. “Cuando llegué a 200 muertos, hace como seis meses, deje de contar”, dice.

Eso no quiere decir que olvide su sufrimiento, por eso fue enorme su angustia cuando creyó haber infectado a su mamá. “El sentimiento de que por tu culpa puede morir la persona que amas, es muy horrible”. Su mamá se salvó y, desde entonces, ella siente especial empatía por aquellos a quienes al dolor por una pérdida, se suma la culpa de pensar que fueron quienes la provocaron.

Según el doctor Leopoldo Berrío, de la Red Centro Oriente de Bogotá, en aproximadamente un 80 % de los casos de muertes por coronavirus se conoce el vínculo epidemiológico formal, lo cual es dramático para el núcleo familiar.

“Para un paciente es más complicado cuando sabe quién lo contagió”, dice en entrevista con SEMANA, y aclara que “no hay que sentir culpa, nadie genera esto de manera voluntaria. Sin embargo, el fenómeno covid trae nuevas patologías psicológicas y una de ellas será la culpa”.

Por lo menos cuatro millones de personas han muerto por covid-19 en el mundo y a todos los contagió otra persona. Juliana Cortez es una de las sobrevivientes que quedó con la duda de si fue ella quien infectó a su abuela fallecida.

“Pudo ser comprando huevos o en el trabajo”, se pregunta tratando de descifrar dónde se contagió y cómo pudo haber enfermado a su abuela, con quien vivía.

“Cuando llegó mi prueba positiva, ya mi abuela se sentía mal, pero para no asustarme no me quiso contar. Me decía ‘Tranquila, mamita’”. Para Juliana, el duelo se mezcla con dudas que jamás serán resueltas.

De acuerdo con Angélica Galindo, uno de los aspectos mas dolorosos de la hoy llamada “culpa covid” es que el paciente, al estar asilado e intubado, no puede expresar su perdón.

“Recuerdo a una joven que lloraba pidiéndole perdón a su abuelita y la señora sin poder contestar”. Los expertos en salud mental dicen que esto impide cerrar sanamente un ciclo y recomiendan terapia o buscar con quién hablar. En el caso de Juliana, su madre ha sido ese apoyo y quien calma con raciocinio su ansiedad. Cuenta Angélica, la enfermera, que el caso que más la impresionó fue el de una colega que contagió a más de veinte personas después de asistir a una fiesta: “Dejó de comer, solo lloraba. Tocó dejar de pasarle el teléfono porque solo recibía llamadas diciendo a cuántos había contagiado”.

“Tratamos de hacer un seguimiento psicológico, hasta donde nos da la saturación del trabajo”, dice el doctor Berrío, quien reconoce que la salud mental por temas relacionados con covid-19 no está siendo atendida. Sin embargo, y sin restar importancia al cuidado y responsabilidad individual, insiste en que ante el fenómeno de una pandemia no tiene sentido buscar culpables.