COVID-19
Documentos secretos, error humano: nuevas tesis sobre origen de la covid-19
Un equipo de diez científicos de la Organización Mundial de la Salud está próximo a ingresar al Instituto de Virología en Wuhan, en China, ciudad donde empezó el virus.
El gobierno chino está enfurecido ante nuevas hipótesis que sugieren que el coronavirus fue una creación humana y que se habría gestado en un laboratorio en Wuhan, la ciudad china donde surgió el primer caso a finales del año 2019. La furia de Pekín la desató el consejero adjunto de seguridad del presidente Donald Trump, Mathew Pottinger, quien dijo en las últimas horas que la covid-19 en humanos probablemente nació tras un accidente en el Instituto de Virología en Wuhan donde estudian el comportamiento del virus en animales, específicamente en murciélagos.
De acuerdo con Hua Chunying, portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores de China, las declaraciones de Pottinger no son más que mentiras y rumores, y exige saber si esa es la postura de la administración hoy en la Casa Blanca, en especial del presidente Donald Trump, quien en más de una ocasión se ha referido al coronavirus como “el virus chino”, provocando reacciones en contra de migrantes asiáticos en su país y quejas del gobierno de Xi Jinping.
Si bien científicos alrededor del mundo han dicho desde el principio de la emergencia sanitaria, que ya cobra mas de 1.800.000 vidas, se originó en un mercado de comida en Wuhan luego de que hombre consumiera carne de un animal que había sido contagiado por un murciélago, la teoría de que fue producto de un accidente humano no desaparece del todo. Lo que es más, nuevos datos sobre el Laboratorio de Virología únicamente han hecho que aumenten las dudas sobre el motivo de este mal.
En un editorial del diario The Washington Post, donde exigen mas claridad a China sobre su investigación en torno al virus, citan un incidente de 2012, que hoy dispara muchas alarmas. Durante 2012 y 2103, el Instituto de Virología de Wuhan estudiaba una variante del coronavirus en una mina en la provincia de Yunnan –hábitat de los murciélagos que portan el virus– y llevaron muestras a su laboratorio en Wuhan. Lo que hoy llama la atención es que a principios de 2012, seis mineros que tuvieron contacto con murciélagos y su materia fecal enfermaron de un síndrome respiratorio y tres fallecieron. Para muchos, esta habría sido la primera indicación de que el virus de los murciélagos era un arma letal para los humanos y, por lo tanto, manipularlo debería de ser bajo las mas estrictas medidas de bioseguridad.
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China se defiende de los señalamientos que indicarían que el virus escapó de manera accidental del laboratorio en Wuhan, asegurando que han entregado a la comunidad científica –incluida la Organización Mundial de la Salud– toda la información que tienen. Sin embargo, en marzo de este año se conoció un documento secreto de la inteligencia china que ordenaba mantener confidencial todos los hallazgos relacionados con el virus.
El documento fue enviado a universidades, hospitales e institutos que estudian el origen de la covid-19 y que por orden del Gobierno y su único partido, deberían de mantener secretos sus descubrimientos. También ha generado duda el cronograma de los chinos, ya que expertos creen que sabían sobre la presencia de una enfermedad misteriosa semanas antes de reportar al mundo sobre el primer caso de covid-19 en diciembre del año pasado. Por su parte, el gobierno chino deja abierta la posibilidad de que el virus haya llegado a ellos de otro país, tal vez por medio de la importación de animales exóticos de consumo humano. La vocera de la Cancillería china incluso insinuó que el virus podría estar vinculado a un laboratorio en Fort Detrick, en Maryland, Estados Unidos, y se preguntó por qué no enfocan la investigación mejor en ese lugar.
Tras meses de negociaciones, China permitirá en los próximos días que un equipo de diez científicos de la Organización Mundial de la Salud visiten el Instituto de Virología en Wuhan y entrevisten a sus directivas. Todo esto como parte de una campaña de transparencia que dicen forma parte de su política de salud pública. Falta ver que resultado arrojará esa investigación y si pondrá fin a la hipótesis de que la covid-19 se regó por el mundo por culpa de un error humano.