Nación
Dolor crónico aumentó por la pandemia, señala la Asociación Colombiana para el Estudio del Dolor
Los pacientes dejaron de asistir a las consultas por cuenta de la presión hospitalaria ante la covid-19, especialmente en el tercer pico, y muchas personas recuperadas del virus están experimentando dolores posteriores.
La Asociación Colombiana para el Estudio del Dolor (ACED) reveló que, de acuerdo con las estimaciones de los especialistas, la población del país está sufriendo más dolores crónicos que antes.
Hace más de un año se declaró la emergencia sanitaria por la covid-19 en Colombia y la tercera ola de contagios continúa avanzando y generando una presión inmensa en el sistema de salud del país. Los pacientes de otras enfermedades manifiestan, de acuerdo con ACED, haber experimentado mayores dificultades para acceder al diagnóstico oportuno y la atención especializada que requieren para sus dolencias.
El anestesiólogo Felipe Mejía, presidente de ACED, agregó que muchos pacientes, entre ellos los que padecen dolor crónico, temen ir a centros asistenciales por el riesgo de contagio con el SARS-CoV-2, que podría empeorar su condición de salud si desarrollasen la enfermedad.
“En el último año, no solo se ha dilatado la detección oportuna del dolor crónico, sino que alrededor de la mitad de los pacientes con estos padecimientos se vieron forzados a descontinuar sus tratamientos. Nos preocupa pensar en los efectos de estas interrupciones, las probabilidades de que la calidad de vida de estos pacientes empeore son muy altas”, dijo.
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La psicóloga Isabel González, paciente de dolor crónico, indicó que tuvo que interrumpir su tratamiento porque los centros de salud han priorizado la atención de personas con el virus. “En este momento, es muy difícil encontrar una cita para programar los controles, mi EPS no entrega respuestas oportunas y a veces las únicas alternativas son las teleconsultas, que si bien pueden ser útiles en algunos casos, son insuficientes en otros”, explicó, citada por la asociación.
Para la organización, es importante resaltar también que al número de pacientes sin acceso a atención personalizada y a las restricciones en las consultas externas debido a la ocupación por el tercer pico, se deben sumar todas aquellas que han empezado a experimentar molestias osteomusculares gracias a prácticas como el teletrabajo y también a quienes lo experimentan como una secuela de la covid-19.
Sumado a eso, y de acuerdo con la anestesióloga y especialista en dolor María Patricia Gómez, el consenso colombiano sobre la covid-19 encontró que cerca del 90 por ciento de las personas que tuvieron el virus y se recuperaron continúa con molestias de toda clase. El ya conocido “poscovid” o “covid larga”.
Entre esas dolencias, los especialistas colombianos han encontrado dolores neuropáticos producidos por sus efectos sobre los nervios y complicaciones asociadas a los largos periodos en cama, a las posiciones en que los pacientes son ubicados para poder respirar adecuadamente y al tiempo que transcurre sin que puedan realizar ninguna actividad física.
A propósito, el doctor Mejía señaló que las consultas osteomusculares han incrementado, precisamente debido a la pandemia y a las secuelas que la enfermedad deja en el cuerpo. En ocasiones, las personas que ya superaron la covid-19 sienten dolor al hacer cualquier actividad física, cansancio y tienen limitaciones en su capacidad de caminar o mantener una misma posición, debido al dolor muscular.
El especialista agregó que la rehabilitación física es más compleja en quienes han estado intubados, debido al tiempo de reposo muscular, y a pesar de que en las unidades de cuidado intensivo (UCI) trabajan fisioterapeutas que les brindan apoyo con estiramientos pasivos, es necesaria una rehabilitación integral para que regresen a una condición física similar, previa a la del contagio.
Por otra parte, la doctora Marixa Guerrero, epidemióloga especialista en dolor y anestesióloga, señaló que la teleconsulta es una buena herramienta para ciertos pacientes, pero que no sirve lo suficiente para personas con este tipo de molestias.
“La consulta presencial es muy importante para los pacientes con dolor crónico o con episodios de reagudización del dolor, por lo que la virtualidad termina afectando no solo el diagnóstico, sino el vínculo entre ambas partes. La atención presencial para estas personas debe ser priorizada, sin importar las fases de la pandemia. Un dolor agudo puede volverse crónico si no es diagnosticado ni tratado oportunamente, al tiempo que puede empeorar y deteriorar la calidad de vida con consecuencias importantes a nivel funcional, de incapacidad laboral, deterioro emocional y económico; por esto, siempre se debe buscar la ayuda de un especialista”, concluyó.