MUNDO
El desolador pronóstico del mundo pospandemia que advierte nuevo informe de EE. UU.
Un futuro poco alentador con quiebres políticos y problemas de alimentación es lo que prevé este nuevo estudio.
La Dirección de Inteligencia de Estados Unidos publica cada cuatro años un documento en el que analiza a futuro las situaciones a las que se enfrentará el mundo en algunas décadas. El nuevo estudio, titulado Tendencias Globales y recogido por los medios internacionales, habla de un futuro “sombrío”.
De acuerdo con el pronóstico, los efectos del cambio climático marcarán con mayor fuerza las tendencias del mundo en 20 años, acelerando con mayor fuerza las migraciones y causando incluso un desabastecimiento de alimentos.
Según los investigadores, que no representan la visión de la política de EE. UU., la pandemia del coronavirus es solo el inicio de las crisis que se avecinan, tanto en materia de salud pública como a nivel político, pues cambiarán las tendencias entre lo que las personas exigen de sus dirigentes y lo que ellos realmente ofrecen a los ciudadanos.
Esta fragmentación de la que hablan los autores se marcará también a nivel económico. Ya la pandemia generó que se perdieran los indicadores de recuperación de las economía mundiales y demostró que las brechas sociales están cada vez más marcadas. “Grandes segmentos de la población mundial” se están convirtiendo en sectores con poca confianza en las instituciones y “los gobiernos consideran que o no quieren o no pueden abordar sus necesidades”, es una parte de las explicaciones del estudio.
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Junto a los retos climáticos que hasta ahora están siendo atendidos en el mundo y que tardarán en dar resultados, el pronóstico también señala que la tecnología intensificará la rivalidad entre las superpotencias, como ya ha ocurrido en otras épocas, lo que puede incidir en la profundización de la crisis climática.
Otros sectores ya han expresado preocupación frente a estos temas, específicamente frente al cambio climático. Recientemente, el Institute for Policy Integrity de la Universidad de Nueva York entrevistó a 738 economistas, de los cuales 74 % coincidieron que son necesarias acciones “inmediatas y draconianas” para reducir las emisiones de gas de efecto invernadero.
Asimismo, el 66 % coincide en que las ventajas de una reducción neta de las emisiones para 2050 serían mayores que los costos.
“Gente que ha pasado su carrera estudiando la economía están mayoritariamente de acuerdo en que el cambio climático costará más caro y será potencialmente más devastador”, dice Peter Howard, director del instituto que ha realizado la encuesta.
Si el ritmo actual de calentamiento climático prosigue, los daños económicos se elevarán a US$1,7 billones anuales hasta 2025 y unos US$30 billones anuales para 2075, según la media de proyecciones de los economistas interrogados en el informe, todos autores de estudios sobre el cambio climático en revistas económicas.
Las consecuencias económicas de la inacción climática no harán más que exacerbar las desigualdades de ingresos entre países ricos y pobres, según el 89 % de los investigadores. Y dentro de los países, un 70 % está convencido de que el cambio climático aumentará las desigualdades entre las clases populares y los ricos.
Los economistas están optimistas sobre el desarrollo rápido de energías limpias y vaticinan que para 2050 el 50 % de la oferta energética mundial estará integrada por tecnologías sin emisiones, frente al 10 % actual.
Precisamente, el gobierno de Estados Unidos acaba de anunciar un plan para instalar parques eólicos en el mar para abastecer de energía a más de 10 millones de hogares hacia 2030 y de esa forma contribuir a los esfuerzos contra el cambio climático. El plan apunta a producir 30 gigavatios de energía eólica en el país hacia ese año, dijo la Casa Blanca.
El objetivo requerirá inversiones de más de US$12.000 millones por año a lo largo de las costas del Atlántico y el Pacífico y se espera que se generen miles de empleos, dijo el gobierno de Joe Biden. El plan permitirá eliminar la emisión de 78 millones de toneladas de dióxido de carbono, según la Casa Blanca. Actualmente Estados Unidos solo cuenta con un único parque eólico marítimo. Esta frente a Rhode Island y pude producir 30 megavatios.