“Esperando entre la vida y la muerte”: paciente que no quiso hacer la fila para la vacuna, en estado crítico por covid-19

Gloria Isabel Díaz, habitante de Bogotá, tenía pereza de ponerse la vacuna contra el coronavirus. No porque tuviera algo en contra o una razón de fondo, simplemente porque hacer una fila de 30 minutos parecía demasiado. Sin embargo, tras completar una semana en el área de cuidado crítico de covid-19 del Hospital San Blas, lamenta esa decisión.

La paciente reconoce que, de haberlo hecho, su historia sería diferente. Me hubiera evitado todo lo que estoy enfrentando, tanto física, como mentalmente. Me da impotencia; si me hubiera vacunado, no estaría en esta situación”, manifestó Gloria Isabel.

A propósito, la doctora Eliana Prado, médica hospitalaria del Hospital San Blas, agregó que muchas veces los pacientes llegan arrepentidos porque no se vacunaron, pero desafortunadamente ya es tarde para aplicarles la vacuna.

Mirando hacia atrás, piensa que es posible haberse contagiado por la falta de cuidado en las calles, el mal uso del tapabocas, las aglomeraciones y el descuido. “Todo el tiempo estoy en contacto con personas. Yo tengo un local donde vendo ropa para bebé y a veces entra mucha gente, creo que fue ahí donde resulté contagiada”, reconoció.

Hace un par de semanas tuvo los primeros síntomas y recordó los mensajes que llegaban a su celular, provenientes de las autoridades sanitarias, donde le notificaban sobre su turno de vacunación y que este ya estaba habilitado. Lamentablemente, siempre postergaba la decisión.

“Siempre tenía excusas: de tiempo, por cuestiones laborales, por no madrugar a hacer la fila”, afirmó, reconociendo que esos fueron los pretextos que le pasaron factura, y que en estos momentos la tienen en una lucha constante contra el virus, en una unidad de cuidados intensivos, conectada a un equipo que la ayuda a ventilar artificialmente porque sus pulmones se encuentran gravemente afectados.

No obstante, reconoce que la vacuna contra la covid-19 le hubiera ayudado a enfrentar de otra forma la enfermedad, así como pasó con su papá, que sí la tenía y se salvó gracias a ella.

“Yo creo que llevé el virus a mi casa. Mi papá y mi hija también resultaron positivos. Mi papá solo estuvo dos días en observación y ya está en la casa porque tenía el esquema completo de vacunación”, añadió.

De acuerdo con los registros de los profesionales de la salud de la Subred Centro Oriente, el panorama en las unidades de cuidados intensivos es un poco alentador, comparado con las semanas anteriores. Sin embargo, ha aumentado el número de pacientes que llegan a cuidados intensivos porque no se han vacunado o no han completado el esquema de vacunación.

“La vacunación ha tenido un impacto muy grande. En estos momentos contamos con disponibilidad de camas en nuestras unidades, pero esto no significa que debamos bajar la guardia”, afirmó la doctora Parada, quien insistió en la importancia de continuar el uso del tapabocas, las medidas de aislamiento en los casos sospechosos, el lavado de manos, entre otras.

La especialista también dijo que desde casa es necesario mantener la guardia arriba, para que la comunidad no se afecte y el panorama actual se mantenga o hasta mejore.

En la actualidad, las unidades de cuidados intensivos de Bogotá están en un 64,5 por ciento de ocupación, mientras que las de covid-19 se encuentran al 57,2 por ciento. En total, 1.535 están ocupadas por pacientes con y sin el virus, del total de 2.379 que tiene la capital del país.