SALUD
Estas han sido las pestes más letales de la historia
El coronavirus no es la pandemia más letal de la historia. La peste negra se llevó por delante en el siglo XIV a un cuarto de la población mundial. Estas han sido otras enfermedades que han desafiado a la humanidad.
La peste negra. En la Edad Media, la humanidad enfrentó la pandemia más mortífera de la historia: la peste negra. Varios cronistas de la época describieron con detalle la brusquedad de los síntomas: una persona podía estar sana por la mañana, tener fiebre alta en la tarde y morir en la noche.
Además, mostraban manchas en la piel con la aparición de bubones negros en las ingles, el cuello, las axilas, los brazos, las piernas o las orejas. La ruptura de estas tumefacciones supura un olor pestilente. Por eso, le dieron el calificativo de “peste negra”.
200 millones de personas murieron, por lo que fue la pandemia más devastadora en la historia de la humanidad. Afectó a Eurasia en el siglo XIV y alcanzó su punto máximo entre 1347 y 1353. Acabó con entre el 30 y 50 % de la población europea de la época, continente que tardó 200 años para volver a tener la cantidad de habitantes de la prepandemia.
Viruela. Causó 56 millones de muertes en el año 1520. Originada en Europa, los conquistadores trajeron la plaga a América, con consecuencias devastadoras para los indígenas, entre ellos los aztecas y los incas.
Tendencias
Gripe española. Produjo 50 millones de muertes. Fue la última pandemia antes de la covid-19 y ocurrió entre 1918 y 1919. Infectó a más de 500 millones de personas, una tercera parte de la población global de la época.
Plaga de Justiniano. Esta enfermedad, que lleva el nombre del emperador romano Justiniano I, dejó entre 30 y 50 millones de muertos. Aunque historiadores siguen debatiendo el número de muertos, fue suficientemente virulenta para acelerar la caída del Imperio romano.
La tercera plaga. Fue una plaga sin precedentes que dejó 12 millones de muertos. Duró más de un siglo, entre 1855 y 1960. Empezó en la ciudad de Yunnan, en China, y se propagó por todo el mundo. La cepa más virulenta afectó justamente a los chinos.
Cólera. De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, a lo largo del siglo XIX el cólera se propagó por el mundo desde su reservorio original en el delta del Ganges, en la India. Seis pandemias en sucesión mataron a millones de personas en todos los continentes. La última pandemia (la séptima) comenzó en el sur de Asia en 1961 y llegó a África en 1971 y a América en 1991. En la actualidad, el cólera es endémico en muchos países.
Según la OMS, la transmisión del cólera está estrechamente ligada a un acceso insuficiente a agua salubre e instalaciones de saneamiento. De manera característica, las zonas de riesgo son las barriadas periurbanas, donde no hay infraestructura básica, así como los campos para personas desplazadas o refugiadas, donde no se cumplen los requisitos mínimos de agua salubre y saneamiento.
Epidemia de viruela en Japón
Tuvo lugar en el país nipón entre los años 735 y 737. Se registró en el mes de agosto, en la ciudad de Dazaifu, Fukuoka, en el norte de Kyushu, luego de que un japonés contrajera la enfermedad en Corea del Norte. A falta de datos precisos sobre la población de ese entonces, se calcula que causó la muerte de una tercera parte de ellos.
El virus de la inmunodeficiencia humana (VIH)
El virus de la inmunodeficiencia humana (VIH) infecta las células del sistema inmunitario y las destruye o trastorna su funcionamiento, lo que acarrea el deterioro progresivo de dicho sistema y acaba produciendo una deficiencia inmunitaria. Se habla de inmunodeficiencia cuando el sistema inmunitario ya no puede cumplir su función de combatir las infecciones y otras enfermedades. Las infecciones que acompañan a la inmunodeficiencia grave se denominan “oportunistas” porque los agentes patógenos causantes aprovechan la debilidad del sistema inmunitario.
Los primeros casos de sida se describieron en Estados Unidos en 1981. El VIH, el retrovirus que produce la enfermedad, tardó dos años en identificarse. Desde entonces se han infectado más de 80 millones de personas en todo el mundo, causando la muerte de la mitad de ellos.
Peste antonina
Se registró del año 165 al 180 y dejó cinco millones de personas muertas. De acuerdo con varios registros históricos, fue la primera que tocó el mundo occidental y afectó al 10 % de la población del Imperio romano. La llamada peste antonina constituye una de las coyunturas médicas más relevantes para el devenir del mundo clásico y occidental, quizás al mismo nivel de la peste negra en el siglo XIV o la gripe española en 1918, señalan varios registros históricos de revistas científicas especializadas.
Peste de Madagascar
A finales de 2017, Madagascar sufrió el peor brote de peste neumónica del que se tiene constancia, con un saldo de más de 200 víctimas mortales. La OMS aportó US$1,5 millones para agilizar la intervención, que incluyó el envío de 135 expertos y de más de un millón de dosis de antibióticos. En pocos meses se logró contener el brote y se evitó la propagación de la enfermedad fuera de la isla.
Fiebre amarilla
La fiebre amarilla es una enfermedad hemorrágica vírica grave transmitida por mosquitos infectados. Hasta 2019, la vacuna contra la fiebre amarilla se había introducido en los programas de inmunización sistemática de lactantes de 36 de los 40 países y territorios de África y las Américas amenazados por esa enfermedad. En estos 40 países y territorios, se estima que la cobertura es del 46 %.
“Se producirá otra pandemia de gripe, la cuestión es cuándo”
Es la consigna de la Organización Mundial de la Salud. “Sabemos que en un momento dado se producirá otra pandemia de gripe. En 1918 tuvo lugar el evento infeccioso más devastador que se haya registrado en la historia: la pandemia de gripe de 1918. Desde entonces se han producido otras tres pandemias: en 1957, en 1968 y en 2009 (H1N1). El riesgo de que un nuevo virus gripal se transmita del animal al ser humano y pueda causar una pandemia es real y nos alerta de la necesidad de continuar preparándonos para una pandemia”, señala el organismo.
A lo largo de los años han surgido enfermedades que unos historiadores han considerado pestes y otros no. De igual manera, hay divergencias alrededor de cuántas muertes produjo y las circunstancias en las cuales se presentó. Así, el coronavirus no es la pandemia más letal de la historia. La peste negra se llevó por delante en el siglo XIV a un cuarto de la población mundial, al menos 50 millones de personas murieron por la mal llamada gripe española en 1918-19 y 33 millones de personas han fallecido debido al sida. A día de hoy, para contraer este coronavirus basta algo tan simple como respirar en el lugar equivocado en el momento equivocado.