¿Falla la política de cero covid? Nuevo récord de contagios en Shanghái

Desde el 18 de marzo Shanghái mantiene duras restricciones y normativas para bajar los casos positivos del nuevo coronavirus, que vive la ciudad más grande de China con más 23 millones de pobladores en su zona metropolitana. Si bien en un primer momento las medidas eran más bien permisivas, fueron endureciéndose hasta que se determinó la crisis sanitaria que encerró a los ciudadanos en una cuarentena que ha levantado polémica.

Durante el pasado jueves se reportó un total de 3.020 nuevos casos positivos de covid-19 en ese país; de ellos, 2.999 de trasmisión local, y una cifra de asintomáticos de 26.391. Este es un récord desde el nuevo rebrote de la pandemia en el país. Shanghái es el epicentro de los contagios, registrando un número de 2.573 positivos sintomáticos.

Si bien parece que ha fracasado en su intento de contener la pandemia, el gobierno de Xi Jinping ha insistido en un política de ‘cero covid’, que incluye testeos masivos, restricciones a la movilidad y duras cuarentenas obligatorias para las ciudades que se ven más afectadas de los rebrotes del virus. Pero, ¿a qué se debe el fracaso en el manejo de la pandemia en China?

La respuesta más fácil es que el Gobierno chino busca erradicar la pandemia sin resolver uno de los problemas más grandes que tiene: la baja inmunización en grupos específicos. Porque si bien el país se las ha arreglado para administrarle la vacuna al 88 % de su población, en grupos sensibles las vacunaciones se mantienen bajas y con pocas posibilidades de que esta situación cambie.

Por ejemplo, en adultos mayores las tasas de vacunación siguen siendo muy bajas, a pesar de que ha pasado más de un año desde que se iniciaron las campañas de inmunización masiva en todo el mundo. El gran problema radica en que los ciudadanos de tercera edad no solo son más vulnerables al virus, sino mucho más resistentes a aplicarse la inyección.

La cifra que ilustra la gravedad de la falta de vacunación en personas de tercera edad es que, según la Comisión Nacional de Sanidad de China, el 40 % de los mayores de 80 años del país no recibido ninguna dosis de la vacuna contra la covid-19 y más de 50 millones de ciudadanos mayores de 60 años no tienen su esquema completo.

A diferencia de lo que ocurrió en los otros países del mundo, al estar China en un valle de contagios cuando inició la vacunación, los adultos mayores no eran prioritarios a recibir la vacuna en su momento, lo cual fue catalogado como un error por los analistas. Mientras que ahora, en todo el mundo, se aligeran las normativas contra la pandemia, pero en territorio chino parece que se dan pasos agigantados hacia atrás, volviendo hasta las mismas cuarentenas.

Las cuarentenas que se viven en el centro financiero e industrial de China parecen sacadas de la ciencia ficción, y los ciudadanos a duras penas pueden salir de sus casas a buscar algunos alimentos o ir a hospitales y, en la mayoría de los casos, serán empleados sanitarios los encargados de llevar la comida a los hogares. Además, todo aquel que rompa la cuarentena será reprimido y hasta golpeado por los funcionarios.

De igual manera, destacó en redes que ante el desespero del encierro de la población, el Gobierno chino resolvió enviar drones que pedían a la gente que “controlen su deseo de libertad”. Es muy común que se escuchen gritos y protestas en las noches de ciudadanos descontentos, mismos que ante la falta de comida han salido a saquear establecimientos de comercio en la ciudad, mientras denuncian la falta de alimentos y medicamentos en sus casas.