CORONAVIRUS
Japón, en alerta por el hallazgo de una variante “distinta” del coronavirus
El Ministerio de Salud japonés informó que esta variante podría ser más peligrosa que las ya conocidas, procedentes de Gran Bretaña, Sudáfrica y Brasil.
Las variantes del coronavirus siguen acechando con la incertidumbre de las autoridades sanitarias de todos los países del mundo, además de los expertos que estudian el comportamiento de la pandemia.
Mientras el mundo avanza de manera rápida en el proceso de vacunación para alcanzar la llamada inmunidad de rebaño, teniendo a cerca del 70 % de la población vacunada, las variantes de este virus siguen propagándose en varios países. En las últimas horas, las autoridades sanitarias de Japón detectaron una nueva variante de coronavirus en un pasajero procedente de Filipinas y que no presentaba síntomas de la enfermedad.
El Ministerio de Salud japonés informó que esta variante podría ser más peligrosa que las ya conocidas, procedentes de Gran Bretaña, Sudáfrica y Brasil. El pasajero al que le han detectado esta mutación del virus, que llegaba desde el aeropuerto de Narita, dio positivo en la enfermedad, a pesar de ser asintomático.
“La cepa ha empezado a detectarse en Filipinas y se ha extendido de cierta manera hasta aquí”, señalaron las autoridades.
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Vale mencionar que India fabricará al menos 1.000 millones más de dosis de vacunas contra el covid-19 para finales del próximo año, en una iniciativa conjunta anunciada el viernes con Estados Unidos, Japón y Australia.
Tras una cumbre de estos países, conocida como Quad, Jake Sullivan, asesor de Seguridad Nacional del presidente estadounidense, Joe Biden, dijo que se había asumido un “enorme compromiso conjunto” con las vacunas.
“La Quad se comprometió a suministrar hasta mil millones de dosis a la ASEAN (Asociación de Naciones del Sudeste Asiático), el Indo-Pacífico y más allá para finales de 2022”, dijo Sullivan a periodistas.
De su lado, la Casa Blanca anunció en un comunicado su apoyo a la empresa india Biological E Ltd. para “producir al menos 1.000 millones de dosis de vacunas covid-19 para finales de 2022”, centrándose en la vacuna de una dosis de Johnson & Johnson.
La fabricación contará con el respaldo financiero de Japón y de la Corporación Financiera Internacional para el Desarrollo de Estados Unidos, que financia proyectos en países en desarrollo.
Australia aportará otros 77 millones de dólares, que se suman a un compromiso anterior de 407 millones de dólares, para garantizar que las vacunas no sólo se entreguen sino que se administren en el sudeste asiático, dijo la Casa Blanca.
A su vez, Japón aportará 41 millones de dólares para la distribución de vacunas, que requiere un cuidadoso control de temperatura.
¿Afectan las mutaciones del coronavirus la eficiencia de las vacunas?
Simplemente consiste en un conjunto de proteínas, en algunos casos algo de membrana también, y un genoma que puede ser tanto de ADN como de ARN. Tras infectar una célula, los virus secuestran su capacidad para producir macromoléculas y así fabricar más virus, miles de ellos.
En el proceso de copia de cualquier genoma, se producen errores que originan mutaciones. Las mutaciones se reflejan en cambios en las proteínas que forman parte del virus. No es frecuente que haya grandes cambios que afecten gravemente a la capacidad infecciosa del virus. Pero si el número de contagiados es masivo, aparecen pequeñas mutaciones que aumentan la capacidad infecciosa del virus. Los virus que contienen estas mutaciones contagian y proliferan más y se van imponiendo a los demás.
Teniendo en cuenta que a partir de una sola persona contagiada se producen millones de nuevos virus, que se generen nuevas variantes más eficientes no es algo extraordinario. Es más, lo normal es que en la relación inicial entre un virus y un huésped nuevo, como el ser humano para el SARS-CoV-2, surjan en poco tiempo variantes con mutaciones que aumenten la capacidad infecciosa.
En el caso concreto del coronavirus que ahora nos preocupa, las mutaciones que se han ido imponiendo afectan especialmente a la proteína S o espícula (Spike). Aquellos virus con una proteína S que se agarra con mayor capacidad a la proteína ACE2, a la que se unen para infectar nuestras células, han tomado la delantera. Estas variantes se irán sucediendo hasta que se imponga la variante más efectiva de todas y el virus acabe así de adaptarse a nuestra especie.