CORONAVIRUS
La EMA identificó una afección rara como efecto secundario de la vacuna AstraZeneca
La advertencia tiene que ver con debilidad en los brazos o piernas, síntomas sensoriales o problemas con la función de la vejiga o los intestinos.
Un nuevo efecto secundario de la vacuna AstraZeneca contra la covid-19 salió a la luz pública este viernes 14 de enero. Un panel de seguridad de la Agencia Europea de Medicamentos (EMA) de medicamentos recomendó agregar una rara inflamación espinal llamada mielitis transversa como efecto adverso de este biológico.
El comité de seguridad europeo alertó que se incluyera una advertencia similar a la que se hizo en octubre pasado para la vacuna de una sola inyección de Johnson & Johnson, según recogió la agencia de noticias Reuters.
Luego de revisar los datos, la EMA concluyó que había una posibilidad razonable de una relación causal entre las dos vacunas y la mielitis transversa, una inflamación de uno o ambos lados de la médula espinal y puede causar debilidad en los brazos o piernas, síntomas sensoriales o problemas con la función de la vejiga o los intestinos.
Ante la advertencia del ente regulador europeo, un portavoz de AstraZeneca se defendió y manifestó en un comunicado que “actualmente no existe un mecanismo confirmado que haya sido verificado por el cual una vacuna covid-19 pueda causar el evento muy raro de mielitis transversa”. Sin embargo, el vocero agregó que el perfil de riesgo-beneficio de ambas vacunas permanece sin cambios.
Lo más leído
Acotó la agencia de noticias que la EMA no proporcionó ninguna información sobre cuántos casos de este tipo se informaron después de que se administró la vacuna, pero dijo que la mielitis transversa se agregó como una reacción adversa de frecuencia desconocida a la información del producto.
La vacuna de AstraZeneca ha enfrentado varios contratiempos, incluidos retrasos en la producción y pruebas de parte de los reguladores luego de casos raros de efectos secundarios graves, como coágulos de sangre con plaquetas bajas, lo que llevó a varios países a restringir o detener su uso.
La mielitis transversa también estuvo en el centro de las detenciones de los ensayos en las primeras etapas de desarrollo de las inyecciones de AstraZeneca y J&J, que se basan en una tecnología similar.
El pasado mes de diciembre, un equipo de investigadores de Reino Unido y Estados Unidos publicó en la revista estadounidense Science Advances, las posibles causas que han denotado el desarrollo de trombos inusuales en algunos pacientes que han sido vacunados contra la covid-19, con la vacuna de Oxford-AstraZeneca.
Dichos científicos detectaron cómo una proteína presente en la sangre es atraída hacia un componente clave del fármaco, lo que genera una reacción en el sistema inmune que en combinación con otros factores, aún por investigar, puede desembocar en la llamada trombocitopenia inmune (TPI).
La vacuna, desarrollada por la universidad inglesa Oxford en compañía con la farmacéutica AstraZeneca, tiene en su composición un adenovirus (un virus de resfriado común de chimpancés), a diferencia de otras vacunas que utilizan tecnología de ARN mensajero, como las de Pfizer-BioNTech y Moderna. Anteriores estudios revelaron que las personas que han contraído los trombos, tras ser inoculados generan unos inusuales anticuerpos que atacan la proteína de factor 4 plaquetario de la sangre (PF4).
Según la investigación, el adenovirus, que actúa como mensajero en la vacuna de Oxford-AstraZeneca, podría estar vinculado con el desarrollo de los trombos, pues todo apunta a que su superficie externa atrae a la proteína antes mencionada. En algunos casos, el sistema inmune confunde el factor 4 plaquetario con el virus y genera anticuerpos para atacarlo. Al juntarse los anticuerpos con la proteína, se desarrollarían los trombos coágulos en la sangre.
Aunque las vacunas se inyectan en la parte superior del brazo, es posible que en algunas ocasiones se filtren al flujo sanguíneo. “La TPI solo ocurre en casos extremadamente raros porque debe producirse una cadena de complejos eventos para detonar este efecto secundario superraro”, aseguró Alan Parker, uno de los autores de la investigación.