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¿La gripa crea inmunidad contra el nuevo coronavirus?

Esto dice un reciente estudio científico.

10 de enero de 2022
La capital del Atlántico sigue incrementando sus casos de contagio
La capital del Atlántico sigue incrementando sus casos de contagio | Foto: Getty Images / David Talukdar

En Colombia se ha reportado el aumento de casos de resfriados comunes, la misma gripa, que preocupan a los ciudadanos por confundir sus síntomas con los de la variante ómicron de la covid-19. Sin embargo, un estudio publicado en la revista científica Nature Communications y dirigido por investigadores del Imperial College de Londres (Reino Unido) mostraría que las células T podrían implicar una protección contra el coronavirus.

Según el estudio, las personas que tienen una mayor nivel de células T también tienen menos probabilidades de contagiarse del nuevo coronavirus. Las evidencias científicas encontradas en el estudio sugieren que, ante la presencia de estas células, disminuye la exposición al SARS-CoV-2.

Además, los científicos concluyeron que es viable crear una vacuna de segunda generación que podría prevenir el contagio y combatir las variantes que están naciendo y que tienen en jaque a la población del planeta.

“La exposición al virus del SRAS-CoV-2 no siempre da lugar a la infección y hemos querido entender porqué. Hemos descubierto que los altos niveles de células T preexistentes, creadas por el organismo cuando se infecta con otros coronavirus humanos, como el resfriado común, pueden proteger contra la infección con el virus de la covid-19″, asegura el estudio.

Y aunque se trata de un descubrimiento importante, esta es solo una forma de protección, dice la doctora Rhia Kundu, primera autora del estudio, del Instituto Nacional del Corazón y los Pulmones del Imperial College de Londres. Esto quiere decir, en palabras de Kundu: “La mejor manera de protegerse contra la covid-19 es estar completamente vacunado, incluyendo la dosis de refuerzo”.

La nueva cepa sigue contagiando a los estadounidenses
La nueva cepa sigue contagiando al mundo. | Foto: Getty Images / Anton Petrus

El estudio lleva más de 15 meses en marcha y se inició cuando los habitantes del Reino Unido no se habían vacunado contra el coronavirus. Sin embargo, se utilizó a 52 personas que convivieron con alguien que estuviera contagiado para determinar el nivel de células T por cada infección anterior de gripa.

“Los investigadores descubrieron que había niveles significativamente más altos de estas células T de reacción cruzada en las 26 personas que no se infectaron, en comparación con las 26 que sí. Estas células T se dirigieron a las proteínas internas del virus del SRAS-CoV-2, en lugar de a la proteína de la espiga de la superficie del virus, para protegerse de la infección”, dice el estudio.

Los autores del estudio, publicado en Nature Communications, afirmaron que las proteínas internas del virus SARS-CoV-2 a las que se dirigen las células T podrían ofrecer un objetivo alternativo para los fabricantes de vacunas.

Las vacunas actuales contra la covid-19 se dirigen a la proteína spike, que muta regularmente, creando variantes como la ómicron, que disminuyen la eficacia de las vacunas contra la infección sintomática. “En cambio, las proteínas internas a las que se dirigen las células T protectoras que hemos identificado mutan mucho menos”, afirmó el profesor Ajit Lalvani, coautor del estudio.

Agregó que, “en consecuencia, están muy conservadas entre las distintas variantes del SARS-CoV-2, incluida ómicron. Por tanto, las nuevas vacunas que incluyan estas proteínas internas conservadas inducirían respuestas de células T ampliamente protectoras, que deberían proteger contra las variantes actuales y futuras del SARS-CoV-2″.

Cada célula T es altamente específica. Hay billones de variaciones posibles de estas proteínas de superficie y cada una puede reconocer un objetivo diferente.

Debido a que las células T pueden mantenerse en la sangre durante años después de una infección, también contribuyen a la “memoria de largo plazo” del sistema inmune y le permiten organizar una respuesta más rápida y más efectiva cuando este queda expuesto a un viejo enemigo.