CORONAVIRUS
La historia del médico al que acusan de provocar muertes de pacientes para “liberar camas” en Italia
Las autoridades lo arrestaron por la muerte de dos pacientes: Natale Bassi, de 61 años, y Angelo Paletti, de 80, que estaban bajo su cuidado.
Esta semana, la ciudad de Brescia, en el norte de Italia, se estremeció con la noticia de la captura de Carlo Mosca, un médico del servicio de urgencias del hospital de Montichiari, que es acusado de haber provocado el fallecimiento de dos pacientes contagiados con coronavirus con el propósito de liberar camas en el centro asistencial.
Antes del inicio de la pandemia, Mosca, de 47 años de edad, era reconocido por pacientes, según reseñas publicadas en la web, por su trato “amoroso” y “humanitario”. Sin embargo, con el avance del coronavirus en la región, que fue una de las más afectadas, algo parece haber cambiado en el profesional de la salud.
De acuerdo con las autoridades, Mosca es sospechoso de la muerte de dos pacientes: Natale Bassi, de 61 años, y Angelo Paletti, de 80, que estaban bajo su cuidado. Los restos Bassi y Paletti fueron exhumados en diciembre pasado, cuando la Fiscalía inició la investigación tras conocer mensajes de texto entre enfermeras del hospital que vieron en el médico un cambio de comportamiento.
La Fiscalía tiene la hipótesis de que el médico, supuestamente, administró intencionadamente a los pacientes unas dosis de fármacos con efecto bloqueador neuromuscular que resultaron ser letales para ellos.
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A medida que el hospital donde trabajaba Mosca se llenaba de pacientes con coronavirus, las enfermeras dicen que el médico comenzó a indicarles que inyectaran dosis letales de succinilcolina y propofol, que a menudo se usan para intubar a pacientes, en personas con coronavirus que nunca debieron ser intubadas. “Usar las drogas en pacientes no intubados les provoca asfixia”, dicen los documentos judiciales
Con el paso de los días, las enfermeras comenzaron a intercambiar mensajes de texto en la que manifestaban estar preocupadas, y que ahora forman parte de la investigación.
Cuando las enfermeras comenzaron a rechazar las órdenes de Mosca, al parecer el médico comenzó a inyectar a los pacientes personalmente y pedía que las enfermeras que lo dejaran solo con ellos.
Las autoridades ahora están revisando los registros de todos los pacientes muertos que fueron atendidos por Mosca para detectar anomalías en su tratamiento y muertes. No descartan exhumar más cadáveres, aunque la mayoría de las personas que murieron durante la primera ola de la pandemia fueron incineradas.
En su defensa, el médico manifiesta que las acusaciones no tienen sustento y que el deceso de los pacientes se produjo debido a que los sistemas de atención estuvieron congestionados por la gran cantidad de pacientes en los primeros meses de la pandemia.
El juez de instrucción del caso ha sugerido que Mosca fue “víctima de un estrés extremo que se originó por tener que enfrentar la creciente afluencia de casos de covid-19”, según documentos judiciales.
“Las condiciones extremas hicieron probable que resolviera suministrar fármacos a los pacientes más graves con el fin de acelerar su muerte”, señaló el fiscal.
Según el funcionario judicial, el médico consideraba que continuar con el tratamiento “los pacientes podrían quedarse durante semanas o meses” en el hospital. Pero al suminístrales las dosis “podría liberar más rápidamente las camas tan necesarias”.
Mosca se encuentra en arresto domiciliario hasta que comience su juicio en los próximos meses.