CORONAVIRUS
La ivermectina no alivia los síntomas leves de la covid-19, según un nuevo estudio publicado en ‘Jama’
La conclusión se sacó luego de un estudio llevado a cabo en Cali, Colombia, en más de 400 personas.
Un estudio realizado en Cali, Colombia, analizó los efectos de la ivermectina en 476 pacientes adultos contagiados con el virus de la covid-19 con enfermedad leve y síntomas durante siete días o menos. El estudio demostró que aquellos pacientes contagiados con síntomas leves, que tomaron el medicamento, frente a los que eran tratados con placebo, no mejoraron significativamente.
“Los hallazgos no apoyan el uso de ivermectina para el tratamiento de la covid-19 leve, aunque pueden ser necesarios ensayos más grandes para comprender los efectos de la ivermectina en otros resultados clínicamente relevantes”, dijo el estudio publicado en la revista médica Jama.
“Entre los 400 pacientes que fueron aleatorizados en la población de análisis primaria, 398 (99,5 %) completaron el ensayo. La mediana del tiempo hasta la resolución de los síntomas fue de diez días en el grupo de ivermectina en comparación con 12 días en el grupo de placebo”, dice el informe.
“Para el día 21, el 82 % en el grupo de ivermectina y el 79 % en el grupo de placebo habían resuelto los síntomas. El evento adverso solicitado más común fue el dolor de cabeza, informado por 104 pacientes (52 %) que recibieron ivermectina y 111 (56 %) que recibieron placebo. El evento adverso grave más común fue el fallo multiorgánico, que se produjo en 4 pacientes (dos en cada grupo)”, agregó.
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El estudio fue aprobado por la agencia reguladora de Colombia, Invima, los comités de ética independientes de la Corporación Científica Pediátrica y los hospitales colaboradores en Cali, Colombia, y realizado de acuerdo con la Declaración de Helsinki y los lineamientos de Buenas Prácticas Clínicas.
Hace un mes, la farmacéutica Merck, que descubrió la ivermectina y es dueña de la licencia del medicamento, aclaró cuál es su uso y si realmente es efectivo contra este virus que azota a millones de personas en todo el mundo.
En un comunicado, la farmacéutica negó rotundamente que exista evidencia científica que permita afirmar que el producto tiene efectos positivos en el tratamiento de la covid-19. Del mismo modo, dejó en claro que no hay base científica en cuanto a un posible efecto terapéutico contra el coronavirus de estudios preclínicos, que no hay evidencia significativa de actividad clínica o eficacia clínica en pacientes con la enfermedad covid-19 y que en la mayoría de los estudios que se han realizado hay una preocupante falta de datos de seguridad.
Al respecto, la farmacéutica que fabrica este medicamento señala: “No creemos que los datos disponibles respalden la seguridad y eficacia de la ivermectina más allá de las dosis y poblaciones indicadas en la información de prescripción aprobada por la agencia reguladora”.
Sobre su uso en Estados Unidos, la compañía especifica que “la ivermectina está aprobada en los Estados Unidos bajo la marca Stromectol, medicamento indicado para el tratamiento de la estrongiloidiasis intestinal (es decir, no diseminada) debida al parásito nematodo Strongyloides stercoralis y para el tratamiento de la oncocercosis debida al parásito nematodo Onchocerca volvulus”.
La ivermectina es un medicamento barato para uso veterinario y humano utilizado contra parásitos, como la sarna, la oncocercosis y los piojos.
Sin embargo, si bien un estudio australiano publicado en abril de 2020 observó una eficacia in vitro (en laboratorio) de la ivermectina contra el virus SARS-CoV-2, esta no está demostrada en el hombre, puesto que hasta ahora los ensayos fueron limitados y con muchos sesgos.
Además, muy a menudo los tratamientos in vitro no pueden trasladarse al ser humano, especialmente porque no pueden administrarse las mismas concentraciones de medicamentos.
“El ‘medicamento milagro’ ivermectina no es tóxico. Creo que es un don de Dios para salvar la raza humana de la covid-19”, afirma por ejemplo una publicación en coreano en Facebook, parecida a las que también circulan en países como Brasil y Sudáfrica.