Coronavirus
“La variante delta en Colombia representa el mayor riesgo para la población no vacunada”: Alianza por la Salud y la Vida
La red integrada por cerca de 150 organizaciones recomendó medidas al Gobierno nacional, tras la detección del primer caso de una persona contagiada con la B.1.617.
La llegada de la variante delta a Colombia era inevitable, pero temida, de cualquier manera. En los países con índices altos de vacunación ha generado un incremento en los contagios, aunque en definitiva, sin los biológicos el mundo estaría atravesando por una crisis sin precedentes.
Ahora, cuando el país está saliendo de su tercer pico, el más largo, mortal y doloroso, la B.1.617 supone un riesgo que podría producir un incremento en los contagios. No obstante, más de una vez los expertos han repetido que quienes corren el mayor riesgo siempre son quienes no están inoculados.
La Alianza por la Salud y la Vida hizo un pronunciamiento frente a la detección del caso, asegurando que “representa el mayor riesgo para la población no vacunada, dada su alta capacidad de transmisibilidad, virulencia y de reducción de la eficacia de las vacunas, por lo cual demanda una respuesta urgente y unificada en salud pública para el país”.
Esta variante, resalta la alianza, es hasta 60 % más contagiante que la alfa y un 75 % más contagiosa que el virus original, porque se replica a mayor velocidad. Además, reduce la respuesta de algunas vacunas, lo que hace que sea más fácil su propagación.
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Lo que se ha visto a nivel mundial, ahora que delta es predominante en varios países, como Reino Unido e India, es que la variante es un verdadero problema que requiere nuevas e innovadoras maneras de abordar el reto, promoviendo un trabajo colaborativo entre los distintos sectores y disciplinas.
La Alianza por la Salud y la Vidas señala que se debe eliminar y suprimir la transmisión del virus, pues la variante llegó cuando los casos del tercer pico apenas están cayendo y cuando apenas está cubierta un poco más del 23 % de la población del país con las dos dosis.
Aun así, aunque tener el esquema completo de vacunación es fundamental, señalan que ni eso ni el autocuidado son las únicas medidas a tomar, “si lo que se busca es controlar la expansión de la pandemia, reducir la letalidad y posibilitar una apertura y crecimiento económico seguro y sostenible”.
Con todo, hacen recomendaciones para la salud pública, pero aseguran que debe considerarse la implementación de un panel de estrategias multidimensionales:
-Trascender del abordaje de transmisión incontrolada por una estrategia que propenda por la eliminación o supresión de la transmisión comunitaria, lo que supone acoger, rápidamente y de manera anticipada, la evidencia científica para orientar las decisiones de manera predictiva y preventiva basados en datos, con enfoques territoriales, adaptados al contexto y a las dinámicas sociales y económicas.
-Acelerar y ampliar la cobertura del plan de vacunación garantizando el cumplimiento de esquemas completos en todo el territorio nacional, priorizando las poblaciones vulnerables.
-Superar las barreras de acceso a la vacuna en el mercado mundial acelerando decisiones orientadas a la liberación de patentes y al fortalecimiento de capacidades para la producción nacional.
-Fortalecer las intervenciones no farmacológicas como la realización efectiva y eficiente de Pruebas, Rastreo y Aislamiento Selectivo Sostenible (PRASS), y de Atención Primaria en Salud (APS), para garantizar la promoción, prevención, detección temprana, gestión de casos y contactos, rastreo y aislamiento.
-Fortalecer la vigilancia genómica de las variantes que circulan actualmente, incluidas muestras representativas semanales de tamaño suficiente y muestras específicas de entornos y poblaciones especiales (casos relacionados con viajes, brotes, asociados a presentación clínica especial)
-Establecer medidas de control para el ingreso de viajeros en los aeropuertos. Teniendo en cuenta la evidencia, se debe evaluar la vulnerabilidad del país, considerando la cobertura de vacunación y la circulación de nuevas variantes en los lugares de origen de donde provienen las personas que ingresan, con el fin de decidir sobre la necesidad de implementar medidas para los viajeros entrantes, que pueden incluir: solicitud de pruebas RT, PCR y cuarentena de cinco a siete días.
Por último, la alianza pidió a todos los sectores que antepongan el derecho a la salud y a la vida sobre cualquier otra consideración de tipo social, política o económica que agudice, aún más, la actual crisis de salud que afronta Colombia.