CORONAVIRUS
Las cosas que seguimos haciendo para prevenir el coronavirus y que no funcionan
Limpiar constantemente las superficies no es sinónimo de seguridad, afirman los expertos, motivo por el que hay que prestarle más atención a lo que sí funciona para prevenir el contagio de la covid-19.
Desde la aparición de la covid-19, la Organización Mundial de la Salud ha hecho varias recomendaciones a los países para evitar el contagio y propagación del virus, siendo el distanciamiento social, el constante lavado de manos y el uso del tapabocas de manera adecuada, es decir, cubriendo boca y nariz, las medidas de autocuidado más aconsejadas.
Sin embargo, y dada la fuerza letal de este virus, en muchos lugares del mundo se han adoptado otras maneras de prevenir la aparición de la enfermedad, que, según los expertos, no son del todo favorables ni para prevenir el virus, ni para evitar poner en riesgo la salud.
Como ya se ha evidenciado, la toma de la temperatura para ingresar a los establecimientos, así como estaciones de desinfección con tapetes, y la constante desinfección de superficies, zapatos y bolsas de compra son parte ya de la cotidianidad en los espacios públicos donde por su naturaleza de mercado, concurren muchas personas a diario.
Al respecto, expertos consultados por CNN, señalaron que este tipo de medidas de prevención no funcionan contra el coronavirus, aunque en el caso de la desinfección de zapatos o dejarlos a la entrada de la casa, esto si puede evitar que entren otros contaminantes y bacterias al hogar.
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“La verdad es que los virus no vienen en los zapatos, ellos están flotando en el aire. Y si llega a quedarse en el zapato, ellos no suben”, explicó a CNN la viróloga María Fernanda Gutiérrez, de la Universidad Javeriana de Bogotá.
Ahora bien, sobre la continua limpieza de las superficies, donde se conoció que el covid-19 puede sobrevivir hasta por tres días, los Centros para el Control de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) aseguran que el riesgo de contraer coronavirus por contacto es bajo, mientras que por vía aérea es mucho más probable.
Por otra parte, el uso excesivo de limpieza puede darle a las personas una falsa sensación de protección; además, se debe tener en cuenta que el mal uso de los productos de limpieza pueden traer consecuencias peligrosas a la salud.
Sobre esto, Diego Rosselli, profesor de Epidemiología de la Universidad Javeriana, citado por el mismo medio indica que “Se sabe que la transmisión del virus por superficies es menor de lo que se creía inicialmente. Que los zapatos contaminen… no hay ninguna evidencia de que eso sea cierto”, explicó.
Para el caso de aquellos que recurren a limpiar las bolsas de las compras para evitar que el virus entre a la casa, los expertos señalan que es cuestión de probabilidad.
“La probabilidad que el virus esté pegado en la bolsa es baja y despegarlo no es fácil porque sale de a pedacitos. Para que te contagies, y te pueda contaminar (si el virus estuviera ahí) habría que soplar la bolsa», explica la Dra. Gutiérrez. «Lo que sí es importante es lavarse las manos después de coger las bolsas. No son las bolsas las que trasmiten, son las manos”.
Por su parte, el Dr. Rosselli señala que “Lavarse las manos sigue siendo una recomendación básica por el riesgo de que las manos a la nariz o la boca crean un mecanismo de entrada. Sobre limpiar las bolsas del mercado, hay controversia, pues hay gente que lo sigue recomendando por si las dudas. Yo creo que el consenso es que no”, explicó al mismo medio.
A estas opiniones se suma la del doctor Elmer Huerta, oncólogo, especialista en Salud Pública y colaborador de CNN en Español, quien dice que con el paso del tiempo, los ciudadanos han ido aprendiendo que “el principal modo de contagio de esta enfermedad es a través de los aerosoles en la vía respiratoria”, añadiendo que al principio por no saber esto, se generó una histeria colectiva donde todo el mundo estaba pendiente de desinfectar todo.
“Limpiábamos las cajas de los supermercados, las bolsas de plástico en la que te dejaban tu comida, las superficies y las preguntas eran, ¿qué es mejor? ¿Qué tipo de detergente debo usar? ¿Qué tipo de desinfectante debo lavar las suelas de mis zapatos al entrar a la casa? ¿He salido un rato y mi ropa la tengo que lavar inmediatamente? ¿Dejar afuera? ¿Entrar desnudo a la casa? Caramba, era todo un ¿por qué? Porque no sabíamos. Con los meses hemos ido aprendiendo”, indicó.
Sobre la toma de la temperatura los expertos coinciden en que esto en definitiva no sirve para determinar en definitiva que una persona esté o no contagiada de covid-19.
“Ni en la muñeca ni en ninguna parte. Una razón es porque, en general, el virus no es un virus altamente productor de fiebre. En muy pocos casos está uno produciendo fiebre y cuando uno tiene fiebre se siente mal, es probable que no salga a la calle”, señala la doctora Gutiérrez.
“Solamente un 10% de los que transmiten el virus e infectan tienen fiebre. O sea que estaríamos agarrando un grupo muy pequeño de personas”, dice sobre esto el Dr. Rosselli.
Bajo este contexto, los expertos señalan que en definitiva, para prevenir el contagio, se deben evitar las aglomeraciones, privilegiar las actividades al aire libre , evitar las reuniones con muchas personas, así como lavarse las manos, mantener el distanciamiento social y usar tapabocas.
Por ese motivo, las barreras de plástico que usan en varios establecimientos públicos para promover la distancia y separar los espacios, si funcionan para prevenir el contagio dado que bloquea la posibilidad de contacto.
Al respecto Gutiérrez explica que lo que se pueda usar para bloquear que las gotículas de la respiración de una persona pasen a otra, va a prevenir el contagio. Ese es el principio por el que funcionan las mascarillas, siempre y cuando se usen adecuadamente y estén bien ajustadas.
Sobre las superficies, más que evitar tocar objetos de lugares altamente transitados como, por ejemplo, los botones del ascensor o del cajero automático, la clave está en lavarse las manos después de tocar estas superficies y antes de tocarse la cara, comer, o estar cerca de otras personas.
«Nos dicen que si el señor anterior estornudó encima de la mano y que lleva la mano contaminada al ascensor y entonces toca el botón y alguien más toca el botón y se lleva el virus a la nariz pues… sí. Pero es tremendamente remota, tremendamente remota», explica la Dra. Gutiérrez señalando que las superficies de lugares muy concurridos siempre han sido foco de infecciones, por ende la importancia de desinfectar las manos constantemente.