Coronavirus
MinSalud dice que es posible que no se pueda alcanzar la inmunidad de rebaño o que se requiera vacunar al 90 % para lograrlo
Un concepto técnico de la dirección de Epidemiología y Demografía sugiere que debe ampliarse la cobertura del Plan Nacional de Vacunación al máximo posible.
La ilusión de alcanzar la inmunidad de rebaño -situación en la que suficientes individuos de una población son inmunes contra una infección-, gracias a la cual la población de Colombia y el mundo podría respirar tranquila, se aleja cada vez más. El ministro de Salud, Fernando Ruiz, dio a conocer que existe la posibilidad de que nunca se logre.
De acuerdo con un concepto técnico de la Dirección de Epidemiología y Demografía de la cartera de Salud, inicialmente y con base en evidencia científica se pensaba que 70 por ciento de la población debía estar vacunada contra el coronavirus para alcanzar la inmunidad de rebaño.
Sin embargo, en análisis más recientes “se ha planteado la posibilidad de que no se pueda alcanzar la inmunidad de rebaño o inmunidad colectiva para el caso de este virus o que, de alcanzarse, se requiera un umbral mucho más alto al inicialmente proyectado, del 90 por ciento de la población inmunizada o más”.
Desde junio @MinSaludCol ha actualizado posición sobre umbral de inmunidad de rebaño con nueva evidencia científica. Las variantes cambiaron el juego. La estrategia no es un % sino la reducción de mortalidad y severidad de la enfermedad en grupos de riesgo https://t.co/X8ggXD7Y0v
— Fernando Ruiz 🏩 (@Fruizgomez) August 10, 2021
“De acuerdo con la disponibilidad de las vacunas en el país, la cobertura de vacunación debe ampliarse al máximo posible”, se recomienda en el documento en materia de política pública.
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El documento es de junio pasado, pero el Ministerio de Salud lo dio a conocer en agosto, horas después de que la alcaldesa de Bogotá, Claudia López, anunciara su intención de vacunar al 90 por ciento, no sólo al 70 por ciento, de la población de la capital.
A pesar de los esfuerzos de vacunación en todo el mundo, el análisis de la dirección del ministerio argumenta las razones por las cuales la inmunidad de rebaño “puede resultar imposible (o, por lo menos, difícil de alcanzar)”. Primero, indica que no hay certeza de que todas las vacunas prevengan la transmisión en el mismo grado, aunque todas sean altamente eficaces en la prevención de las enfermedades sintomáticas, casos graves y muerte por covid-19, puesto que “aún no está claro si todas las vacunas protegen a las personas de infectarse o de transmitir el virus a otros, lo cual plantea un problema para la inmunidad colectiva”.
No obstante, el documento señala que hay evidencia de que las vacunas aprobadas para su uso en Colombia reducen la transmisión a nivel comunitario, aunque la efectividad podría verse afectada por nuevos linajes, como la variante delta, que podría reducir la protección de contagio y transmisión de los biológicos.
Segundo, resalta que a nivel mundial las estrategias de vacunación son desiguales y existen diferencias sustanciales en la eficiencia de la vacunación y en la distribución de las dosis entre los países y dentro de ellos.
Además, si bien casi todos los países priorizaron la inmunización de los adultos mayores, debido a su vulnerabilidad ante el virus, todavía no se conoce cuándo existirá una vacuna contra la covid-19 probada y aprobada para los niños. “Si no se vacunan los niños, se deben vacunar muchos más adultos para alcanzar la inmunidad colectiva. En algunos países, si los niños no se vacunan, sería necesario vacunar el 100 por ciento de la población adulta para alcanzar el 70 por ciento de inmunidad en la población”, señala, y cabe recordar que actualmente solo la vacuna de Pfizer y BioNTech ha sido aprobada para los menores en Colombia.
Tercero, se refiere a la presencia de variantes del SARS-CoV-2 con comportamientos inmunológicos y epidemiológicos diferentes. Es natural que surjan variantes más transmisibles e incluso, llegar a ser resistentes a las vacunas. Este, indica el documento, sería el caso de la variante delta y es posible que emerjan otras con mayor capacidad de contagio, evasión de la respuesta inmune o afectación de la efectividad de las vacunas.
Cuarto, la inmunidad podría no durar para siempre y aún no es claro cuánto dura la que naturalmente tiene el organismo tras una infección del virus. Asimismo, es incierto cuánto dura la protección proveida por las vacunas, aunque la evidencia dice que podría ser de por lo menos nueve meses. Las personas que se reinfectan son relativamente pocas y mucho más en recuperados que han sido vacunados.
Si bien ninguna vacuna es 100 por ciento efectiva y que hay factores individuales que pueden tener algún impacto en sus efectos protectores, “por el conocimiento biológico relacionado con otros virus, es posible que se requiera revacunar a toda la población o a determinados subgrupos poblacionales, especialmente a quienes presentan mayor vulnerabilidad ante la infección”.
Quinto, el documento de Epidemiología y Demografía explica que las vacunas pueden cambiar el comportamiento humano. Es decir que, tras alcanzar tasas altas de vacunación, es posible que se incrementen las interacciones sociales y puede haber cambios en la adherencia de las personas a las medidas de bioseguridad. Lo anterior, unido a la desigualdad en la asignación y aplicación de vacunas en el mundo, puede generar un riesgo para la propagación y surgimiento de nuevas variantes.