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CORONAVIRUS

Murió voluntario de la vacuna de Oxford contra el coronavirus en Brasil

Pese a la inesperada noticia, el Ministerio de Salud del vecino país continuará con los ensayos clínicos.

21 de octubre de 2020

Este miércoles la Agencia Nacional de Vigilancia de Salud de Brasil (Anvisa) confirmó la muerte de un voluntario de las pruebas de una posible vacuna contra el coronavirus, desarrollada en asociación con AstraZeneca y la Universidad de Oxford en Reino Unido.

Los ensayos, sin embargo, continuarán como se ha hecho hasta ahora, bajo la coordinación de la Universidad Federal de Sao Paulo (Unifesp). Así lo indicó la autoridad sanitaria del vecino país, que no especificó si el sujeto tomó la potencial vacuna o un placebo.

Aunque este detalle es un misterio, al igual que las razones de la muerte, el diario O Globo dijo que obtuvo de fuentes vinculadas al estudio internacional de la vacuna, información que confirmaría que el voluntario recibió un placebo. No ha habido comentarios oficiales al respecto.

La única información que se ha publicado desde Anvisa es un comunicado en el que la entidad informa que conoció sobre la muerte del voluntario el pasado lunes y recibió datos de investigaciones sobre el caso que adelanta el Comité de Evaluación de Seguridad.

En el texto, Anvisa afirma: “Es importante señalar que, sobre la base de los compromisos de confidencialidad ética previstos en el protocolo, los organismos reguladores implicados reciben datos parciales sobre la investigación llevada a cabo por este comité, que sugirió la continuación del estudio. Por lo tanto, el proceso en evaluación sigue”.

El gobierno de Brasil firmó un acuerdo con AstraZeneca para la compra de dosis del inmunizador y la posterior producción local de la vacuna, proceso que estará a cargo de la Fundación Oswaldo Cruz, a través de una medida provisional de 1.900 millones de reales, unos 356.000 millones dólares.

Entre tanto, el presidente Jair Bolsonaro ordenó cancelar el acuerdo anunciado el martes por el Ministerio de Salud para adquirir millones de dosis de la vacuna china CoronaVac, en medio de una disputa con uno de sus grandes adversarios políticos, el gobernador de Sao Paulo.

“Ya lo ordené cancelar [el acuerdo], el presidente soy yo, no renuncio a mi autoridad porque estaría comprando una vacuna en la que nadie está interesado”, declaró a periodistas en un acto en Sao Paulo.

Antes, en Facebook, el mandatario advirtió que “el pueblo brasileño no será cobaya de nadie”.

“Cualquier vacuna, antes de estar disponible para la población, deberá ser comprobada científicamente por el Ministerio de Salud y certificada por Anvisa [Agencia de Vigilancia Sanitaria]”, escribió Bolsonaro.

El martes, el ministro de Salud, Eduardo Pazuello, anunció tras una reunión con los 27 gobernadores del país que el gobierno federal había llegado a un acuerdo con el estado de Sao Paulo, que está ayudando a testear y producir la vacuna, para comprar 46 millones de dosis con el objetivo de que sean administradas desde enero en caso de constatarse su seguridad y efectividad.

Pero el miércoles, el ministerio explicó en un comunicado que las palabras de Pazuello habían sido “malinterpretadas”, precisando que no había un “compromiso” firme para adquirir vacunas, sino sólo un “protocolo de intención”.

La vacuna en cuestión, CoronaVac, desarrollada por el laboratorio privado chino Sinovac, ha sido probada en la fase III –la fase final– en miles de voluntarios de seis estados del país, incluido el de Sao Paulo, el más afectado por la pandemia.

La vacuna será producida en Brasil por el Instituto Butantan, organismo público bajo la supervisión del estado de Sao Paulo, gobernado por Joao Doria, opositor político de Jair Bolsonaro.

En su publicación de Facebook del miércoles, el presidente se refirió a la iniciativa como “la vacuna china de Joao Doria”.

El gobernador del estado más rico y poblado del país, de visita en Brasilia, respondió: “La vacuna de Butantan es la vacuna de Brasil, de todos los brasileños. Nosotros no evaluamos las vacunas según criterios políticos o ideológicos”.

La víspera, el ministro Pazuello también la había calificado como “la vacuna de Brasil”, recordando que el país latinoamericano de 212 millones de habitantes también está en fasse III de pruebas con la vacuna desarrollada por el grupo farmacéutico AstraZeneca.

Brasil es el segundo país con más muertos por el nuevo coronavirus, con casi 155.000, detrás de Estados Unidos.

Con información de AFP.