CORONAVIRUS
¿No le creen a la vacuna? En Rusia, los centros de vacunación están vacíos
A pesar de que Rusia es uno de los países que presenta las cifras más altas de contagio, al parecer la población prefiere mantenerse alejada de la vacuna.
Tras el lanzamiento esta semana de la primera fase de vacunaciones masivas contra el coronavirus, el personal del Policlínico No. 5 de Moscú estuvo esperando atento a que las personas se acercaran a aplicarse la vacuna. Sin embargo, contrario a lo que imaginaban, lo que presenciaron fueron las filas de asientos vacíos que se alineaban en la sala de espera, según informa The Washington Post.
Las autoridades confían en la vacuna Sputnik V del país como respuesta a la crisis y por eso abrieron la vacuna al público incluso antes de que finalicen los ensayos de Fase III. Lo anterior dado el fuerte aumento de los casos de coronavirus en Rusia, por lo que el primer turno en tomar la vacuna está destinado para los trabajadores sanitarios y los profesores.
Sin embargo, parece que en esta primera semana de vacunación hay más escépticos de las vacunas que adeptos en este país, que lucha con el cuarto mayor número de casos de contagio con más de 2,5 millones.
Las razones de esta reacción de los rusos al parecer se basa tanto en la historia de Rusia de cautela ante las autoridades como en las teorías conspirativas que circulan por Internet, además de quienes niegan la pandemia.
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Por otra parte, varios ciudadanos rusos se han mostrado reticentes a aplicarse la vacuna luego de conocer que se requiere cumplir con la condición de no consumir alcohol durante 42 días.
Al respecto, Lia Shulman, estudiante de ingeniería mecánica, de 21 años, señaló: “No confío en eso porque siempre mienten. Si el Gobierno te dice que hagas algo, debes hacer lo contrario”.
Y aunque puede que el hecho de que Rusia se apresurara a registrar su vacuna antes de que fuera evaluada por completo en los ensayos, haya alimentado las dudas del público, al parecer es el escepticismo profundamente arraigado sobre las promesas oficiales lo que hace que muchos rusos simplemente no crean en la imagen optimista de la vacuna señalada por las autoridades sanitarias.
Al igual que en el Policlínico No. 5 de Moscú, varios centros médicos estuvieron solos a la espera de que las personas se presentaran para aplicarse la inyección.
Ante esta situación, y con el ánimo de que las personas confíen en la vacuna, el ministro de Defensa, Serguéi Shoigu; el alcalde de Moscú, Serguéi Sobianin, y miembros del Consejo de Seguridad de Rusia, recibieron la dosis; sin embargo, el presidente Vladímir Putin aún no ha recibido la vacuna como voluntario de prueba, a lo que el portavoz Dmitry Peskov señaló que antes de que el mandatario reciba la inyección, se realizará un anuncio.
Es así como los líderes de Rusia demuestran que ven la vacuna Sputnik V como un ejemplo del poder científico ruso, a la par de las vacunas desarrolladas en Estados Unidos, Europa y China.
Por su parte, los medios estatales rusos han lanzado propaganda positiva sobre la vacuna desde el verano, pero muchos rusos siguen sin estar convencidos.
Shulman, entre otros, sigue estando en duda sin datos claros de los ensayos. La mayor parte de la información ha sido anunciada por funcionarios gubernamentales o comunicados de prensa de los desarrolladores de vacunas. “No he visto los resultados [del Sputnik], así que no confío en ellos”, dijo la joven según reseña ese mismo medio estadounidense.
Estos resultados que develan un ‘rechazo’ a la vacuna señalan los mismos resultados de varias encuestas que indicaban un alto porcentaje de abstención. Una de ellas realizada por el Centro Levada en octubre donde encontró que el 59 % de los rusos consultados no estaban dispuestos a vacunarse; una segunda, también realizada en octubre, encargada por el partido gobernante de Putin, Rusia Unida, encontró que el 73 % de las personas no planeaban vacunarse, y el 11 % no creía en la existencia del coronavirus, informó la agencia de noticias estatal rusa RIA Novosti.
Ante la baja participación, algunas clínicas están admitiendo a cualquier persona que se presente y que, por supuesto, cumpla con los criterios de salud.