Coronavirus
Personas no vacunadas contra el coronavirus llenan de muertos los hospitales en Rusia
Estas últimas semanas, el aumento de los contagios y de los muertos de covid-19 ha vuelto a ser dramático en Rusia, con récords diarios en torno a los 1.000 decesos.
Rusia vive uno de los momentos más difíciles por el incremento de los casos de coronavirus, lo que ha llevado nuevos récords de infecciones que obligaron a las autoridades a adoptar medidas para prevenir su expansión.
Lo que más llama la atención de los organismos sanitarios es que muchos de esos casos tanto de contagio como de fallecidos corresponden a personas que no se vacunaron.
Desde hace unos 20 meses, el doctor Evgueni Riabkov ve desfilar a los enfermos de covid-19 que mueren en su hospital de Moscú, enfrentada como toda Rusia a una nueva ola de la epidemia. En sus últimos instantes, muchos lamentan no haberse vacunado.
“Habitualmente buscan excusas, dicen que querían hacerlo mañana”, cuenta el médico a la AFP en una visita este miércoles a su unidad covid en el Instituto Sklifosovski, en el centro de la capital rusa.
“Por desgracia, mañana es tarde”, agrega.
Enfrentadas a una cuarta ola de el verano boreal impulsada por la variante delta, las autoridades tardaron en reaccionar. En la víspera (miércoles), el presidente Vladimir Putin ordenó finalmente una semana no laboral para principios de noviembre para intentar frenar la pandemia.
Pero los poderes públicos continúan negándose por ahora a medidas más restrictivas, como un confinamiento, por temor a debilitar la economía. En las calles de Moscú, por lejos el principal foco epidémico del país, los bares y los restaurantes siguen abiertos y el uso de las mascarilla es poco respetado y poco controlado.
En cuanto a la vacunación, avanza con mucha lentitud a raíz de la tradicional desconfianza de los rusos. Menos de un tercio de la población está vacunado, según el portal especializado Gogov.
Ganas de llorar
Frente a todo esto, el doctor Evgueni Riabkov no oculta su frustración.
“Si doy una vuelta en auto, veo gente sin mascarillas que se divierte, viejos y jóvenes. Esto me exaspera porque trabajo para ellos. Desgraciadamente no entienden”, dice este doctor de 54 años.
“En esos casos, tengo ganas de llorar”, agrega este hombre que ha perdido a cinco de sus colegas por el covid.
El jefe del servicio de reanimación del hospital, Alexander Shakotko, está seguro: solo la vacunación puede vencer a la enfermedad. “Necesitamos responsabilidad social”, afirma.
Una de sus pacientes, Olga Ryjko, una arquitecta de 51 años, reconoce haber postergado en varias ocasiones su vacunación, a pesar de que no se opone a ella. Ahora está eternamente agradecida a sus médicos. “No estaría aquí si no me hubieran salvado”.
Otros no tuvieron esa suerte. El lunes, una de sus vecinas de habitación murió.
Otro paciente del servicio de reanimación, Anatoli Poliakov, policía jubilado, está allí desde hace dos semanas. Dice que con su mujer esperaban la llegada de una vacuna “sólida”.
“Esperamos, esperamos y esperamos. Y aquí está el resultado”, lamenta este hombre de 76 años. Si sale vivo del hospital jura decir “a todo el mundo” que hay que vacunarse cuando antes.
Los médicos de esta unidad covid, agotados, ya no esperan el final de la pesadilla, una forma de encontrar aún fuerzas para batallar.
“Durante las dos primeras olas nos decíamos ‘vamos, hay que resistir todavía un poco más y luego recuperaremos una vida normal’”, recuerda Alexander Shakotko. “Pero ya no pensamos más en eso. Ahora, para nosotros, esto es una vida normal”.
Moscú ordena el cierre de servicios no esenciales
La alcaldía de Moscú ordenó este jueves el cierre por 11 días a partir del 28 de octubre de todos sus servicio no esenciales, en un intento por controlar la dramática ola de covid-19 que afecta a Rusia y provocó otro récord de muertos.
La epidemia también está golpeando duramente a Ucrania y Letonia, que presenta la peor tasa de infecciones de covid-19 del mundo, por lo que sus autoridades también decidieron imponer restricciones.
Desde hace semanas, Rusia no ha dejado de batir récords de muertes y contagios en 24 horas, una hecatombe fomentada por la baja tasa de vacunación y una respuesta tardía por parte de las autoridades.
Pero, en los últimos días, el gobierno anunció sus primeras medidas concretas, como la aplicación del pasaporte sanitario o el refuerzo del teletrabajo.
Putin anunció este jueves que él mismo se abstendrá de participar en reuniones de trabajo presenciales.
En Moscú, principal foco de la epidemia en el país, el alcalde, Serguei Sobianin, siguió los pasos del presidente y el jueves ordenó que la mayor parte de las empresas suspendan su actividad del 28 de octubre al 7 de noviembre.
Quedarán exentos de esta normativa los lugares de “venta de medicamentos, productos de alimentación y de primera necesidad”, según un mensaje publicado en su blog.
“La experiencia nos muestra que los días no laborables son la manera más eficaz de hacer que bajen el número de casos y de decesos, pues permiten romper en poco tiempo un máximo de cadenas de contagios”, dijo Sobianin.
Durante esos 11 días, los teatros y museos podrán seguir funcionando con un aforo del 50 %, siempre y cuando los visitantes tengan pasaporte sanitario.
Además, a partir del 8 de noviembre el pase sanitario será obligatorio para asistir a todos los acontecimientos de más de 500 personas en Moscú.
Récords de muertes
Moscú, como el resto de Rusia, se está viendo golpeada por la peor ola epidémica del covid-19 desde que empezó la pandemia, favorecida por la variante delta, más contagiosa, y por el caso omiso que hacen muchos ciudadanos a las medidas de distanciamiento y de uso de mascarilla, sobre todo en tiendas y en el transporte público.
El jueves, el país batió un nuevo récord de contagios y decesos en 24 horas, con 1.036 muertes y 36.339 casos.
El gobierno ruso ha reportado, hasta la fecha, unas 227.389 muertes por covid-19, un balance subestimado según la agencia nacional de estadísticas Rosstat, que asegura que la cifra superaba los 400.000 fallecidos a finales de agosto.
La campaña de vacunación, en tanto, avanza a marchas forzadas. Según el sitio especializado Gogov, menos de un tercio de la población está vacunada.
Pero los poderes públicos siguen rechazando imponer medidas de confinamiento o toques de queda, preocupados por no lastrar la frágil reactivación económica.
Récords y restricciones también en Ucrania y Letonia
Ucrania también batió este jueves un récord de contagios y muertes por coronavirus, con 22.145 nuevos casos y 546 decesos, lo que llevó al gobierno a reinstaurar restricciones.
Según el gobierno, solo el 19 % de la población en general -reacia a vacunarse- tiene la pauta completa. Sin embargo, desde que se impusieron medidas en zonas muy golpeadas por el covid-19, como la obligatoriedad de presentar un certificado de vacunación para entrar en espacios públicos como escuelas y teatros, el ritmo de inmunización se aceleró.
Y en Letonia, para atajar la peor tasa de infecciones de covid-19 del mundo, el gobierno impuso un nuevo confinamiento y ordenó el cierre de comercios “no esenciales”, cines, teatros y peluquerías.
Con información AFP