“Pesadillas tan dolorosas para no dormir”: nuevo síntoma de covid en pacientes graves

Algunos pacientes que tuvieron complicaciones cuando padecieron covid-19 reportaron alucinaciones, déficit en el sueño y desorientación, síntomas que sufrieron durante sus internaciones en terapia intensiva, lo que expertos denominan como “delirium”.

Esto afectó a más del 50 % de los enfermos del nuevo coronavirus y advierten que está ligado a secuelas cognitivas y psicológicas.

Antes de la pandemia, esta disfunción cerebral aguda ocurría la mayoría de las veces en pacientes entre 75 y 80 años, que en varias ocasiones padecían demencia.

No obstante, de acuerdo con La Nación, esta condición afecta a cerca del 55 % de los pacientes de coronavirus internados en Unidades de Terapia Intensiva, aún siendo más jóvenes y sin ningún daño cognitivo previo, según un estudio que analizó a 2.088 pacientes de 14 países, publicado en la revista médica The Lancet.

Al respecto, Darío Villalba, especialista en cuidados respiratorios de la Sociedad Argentina de Terapia Intensiva (SATI), contó en diálogo con la agencia Télam que el delirium se asocia a “peores resultados en el tratamiento”.

Esto sucede cuando hay mayor requerimiento de ventilación mecánica, más días de internación, mayor riesgo de mortalidad y “mayores secuelas en el post alta” de la terapia intensiva.

La misma agencia consultó a Marcelo Solodujin, de 63 años de edad, quien estuvo 53 días internado, de los cuales 10 estuvo intubado en el Sanatorio Güemes de Ciudad de Buenos Aires, en septiembre de 2020 y dijo: “Realmente nunca tuve pesadillas tan dolorosas como éstas, que me lleven al punto de no querer dormir más porque sabía que si me dormía se venía otra”.

Misterios de la covid-19, aún sin respuesta

A dos años del inicio de la pandemia por covid-19, varios interrogantes aún siguen surgiendo en relación con el origen del virus y otros factores que parecen ser un total misterio. El coronavirus se ha convertido en el tema puntual de cada día y ha causado la muerte de millones de personas en todo el mundo.

Nadie pensó que durante el principio de 2020 la vida de las personas cambiaría, un virus se transmitió rápidamente por todo el globo terráqueo; desespero, caídas económicas, aislamientos y demás variables provocó el SARS-CoV-2, nombre científico, según la Organización Mundial de la Salud (OMS).

La aparición del coronavirus empezó desde el 31 de diciembre de 2019 y para los primeros días de marzo de 2020 se convirtió en un virus pandémico. Día a día los científicos, médicos y especialistas de todo el mundo trabajan para dar fin y control a la covid, pero a pesar de los grandes esfuerzos aún hay algunas incógnitas.

Origen del virus

Aunque no se ha determinado por completo el lugar o lo que realmente provocó la aparición del coronavirus, existen dos teorías que siguen siendo las más nombradas.

Para el año 2021, la OMS no descartó que el virus pudiera haber provenido de los murciélagos; de hecho, indican que al principio un grupo de casos de “neumonía vírica” habían sido confirmados en Wuhan, República Popular China.

No obstante, las autoridades del país asiático no han dado información relevante que sirva como prueba irrefutable de la teoría, lo que siempre se ha sabido es que en el mercado de Wuhan comercializan animales de todo tipo, entre ellos murciélagos, para el consumo humano.

Por otro lado, no se ha descartado la posibilidad de que el virus fuera una creación de laboratorio y su transmisión no corresponde a un accidente, sino que más bien se introdujo de manera intencionada. Los meses pasan y no se ha confirmado del todo el origen del virus pandémico que tiene mutaciones a través de variantes sus diferentes versiones.

Poder de infección

Casi todo el 2020 estuvo marcado por los aislamientos y confinamientos impuestos por parte de los diferentes gobiernos. Salir de compras no estaba permitido y, por primera vez, muchos sitios turísticos se encontraban sin un solo caminante. El miedo por infectarse de coronavirus se apoderó de las personas.

La mayoría de investigaciones y hallazgos establecieron que la transmisión del virus representaba un alto nivel de contagio. Desde ese entonces se ha trabajado en la creación de vacunas que contrarresten el impacto que puede provocar la covid-19 en un organismo.

Muestras de estudio poblacional han sido las principales protagonistas, varios voluntarios acceden al suministro de una, dos o hasta diez gotas del virus para fijar una cantidad exacta, según la BBC. Sin embargo, aún es el momento en el que no se ha podido estimar la cantidad de virus necesaria para que las personas se contagien.

Anticuerpos

Las grandes potencias mundiales, al ver los efectos negativos de la pandemia, empezaron a elaborar una inmunización que luego de más de un año de la aparición del virus dio resultados fortuitos para ser aplicada. En agosto de 2021 la Administración de Alimentos y Medicamentos de los EE. UU. (FDA, por sus siglas en inglés) aprobó la primera vacuna contra la covid-19. Desde ese momento, apareció una esperanza de vida para los millones de habitantes del mundo.

Los fármacos han demostrado ser eficaces para evitar los síntomas fuertes y la muerte por coronavirus, aunque para ello la vacunación debe ser reforzada.

Científicos han demostrado que tomar el fármaco con anticuerpos no garantiza una inmunización completa y, a pesar de la mejoría de pacientes y disminución de decesos, no se sabe cuántas dosis son necesarias para atacarlo al 100 %. Por ahora, se ha comprobado que mezclar algunos biológicos arroja mejores resultados de anticuerpos en el organismo.