CORONAVIRUS
Tamaño del cerebro en pacientes poscovid se reduce, según estudio
En este estudio participaron 785 voluntarios.
Una investigación llevada a cabo en Reino Unido y publicada en la revista Nature, bajo el título ‘SARS-CoV-2 está asociado con cambios en la estructura cerebral en UK Biobank’, reveló que el cerebro puede sufrir un adelgazamiento de entre el 0,2 % y el 2 %, en comparación a como estaba antes de que la persona tuviera covid-19 leve, es decir, que no implicó hospitalización.
Para llevar a cabo este estudio analizaron las imágenes cerebrales de 785 voluntarios tomadas por medio de resonancia magnética. Afirman que estas personas habían sido evaluadas tres años antes con ese mismo método de diagnóstico.
Dicho estudio lo llevaron a cabo cuando alrededor de la mitad (401) de los participantes se habían infectado con coronavirus y la otra mitad no había contraído el virus. Posteriormente, los científicos analizaron los cambios que sufrió cada grupo objeto de análisis, en cuanto a la estructura y función del cerebro.
No obstante, dichos estudios son emergentes, es decir, requieren más análisis y deben ser comparados con otras metodologías y en distintas poblaciones para tener mayores certezas sobre los resultados.
Sin embargo, entregan pistas en cuanto a los síntomas que algunos pacientes asocian con el long covid o covid prolongado: sensación de “niebla mental”, donde algunas personas experimentan fatiga, problemas de concentración y memoria, incluso meses después de haber superado el virus.
Personas con asma alérgica son menos susceptibles a sufrir covid-19 grave
Investigadores de la Universidad de Carolina del Norte en Chapel Hill (Estados Unidos) revelaron las razones biológicas de cómo se produce la progresión de la covid-19 y por qué una determinada población de pacientes con asma es menos susceptible de padecer enfermedad grave.
La gran mayoría de las personas infectadas con la variante ómicron del SARS-CoV-2 experimentan síntomas leves parecidos a los del resfriado, síntomas moderados parecidos a los de la gripe o ningún síntoma en absoluto, pero el virus es tan transmisible que aún se propaga profundamente en el tejido pulmonar para causar enfermedad grave e incluso muerte.
Esta investigación, publicada en la revista científica Proceedings of the National Academy of Sciences, ilustró la importancia de una conocida citoquina llamada interleucina-13 (IL-13) en la protección de las células contra la covid-19, lo que ayuda a explicar el misterio de por qué las personas con asma alérgica se defienden mejor que la población general a pesar de padecer una enfermedad pulmonar crónica.
No puede decirse lo mismo de los individuos con otras enfermedades, como la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) o el enfisema, que tienen un riesgo muy alto de padecer la covid-19 grave.
“Sabíamos que tenía que haber una razón biomecánica por la que las personas con asma alérgica parecían estar más protegidas frente a la enfermedad grave. Nuestro equipo de investigación descubrió una serie de cambios celulares significativos, en particular debido a la IL-13, lo que nos lleva a concluir que la IL-13 desempeña un papel único en la defensa contra la infección por SARS-CoV-2 en ciertas poblaciones de pacientes”, explicó la autora principal del trabajo, Camille Ehre.
Aunque las citocinas como la IL-13 no pueden utilizarse como terapias, porque desencadenan la inflamación, es importante comprender las vías moleculares naturales que utilizan las células para protegerse de la invasión de patógenos, ya que estos estudios tienen el potencial de revelar nuevas dianas terapéuticas.
Hay muchos factores de salud que aumentan el riesgo de que una persona sufra la covid-19 grave, incluidas las enfermedades pulmonares crónicas como la EPOC, pero a medida que avanzaba la pandemia, los epidemiólogos descubrieron que las personas con asma alérgica eran menos susceptibles de padecer la enfermedad grave.
“Se trata de pacientes con asma causada por alérgenos, como el moho, el polen y la caspa. Para averiguar por qué son menos susceptibles, investigamos mecanismos celulares específicos en cultivos primarios de células epiteliales de las vías respiratorias humanas”, apuntó Ehre.
Los investigadores utilizaron el análisis genético de cultivos de células de las vías respiratorias humanas infectadas con el SARS-CoV-2 para descubrir que la expresión de la proteína humana ACE2 regía qué tipos de células estaban infectadas y la cantidad de virus que se encontraba en esta población celular (también conocida como carga viral).
A continuación, los científicos utilizaron la microscopía electrónica para identificar un intenso éxodo de virus desde las células ciliadas infectadas, que son células encargadas de mover el moco a lo largo de la superficie de las vías respiratorias.
También revelaron una grave citopatogenia, es decir, cambios en el interior de las células humanas debidos a la infección vírica. Y estos cambios culminan en el desprendimiento de las células ciliadas (repletas de viriones) de la superficie de las vías respiratorias.
“Este desprendimiento es lo que proporciona un gran reservorio viral para la propagación y transmisión del SARS-CoV-2. También parece aumentar la posibilidad de que las células infectadas se trasladen a un tejido pulmonar más profundo”, detalló Ehre.