¡Tome nota! Estos son los síntomas del coronavirus más frecuentes en personas vacunadas y no vacunadas

Aunque se ha avanzado en la vacunación, la pandemia del coronavirus sigue causando alarma en varios países del mundo, especialmente por la aparición y expansión de las variantes como la delta, que ya ha aparecido en más de 100 naciones y se ha convertido, en algunos casos, en la cepa dominante.

A la par de esa preocupación, expertos en salud recomiendan mantener las medidas de bioseguridad, incluso si ya ha recibido una dosis o las dosis completas de la vacuna, debido a la posibilidad de contagio.

Pero también se hace un llamado para poner atención a los síntomas, ya que desde que la pandemia hizo su aparición en Wuhan, China, hace un poco más de un año y medio, la enfermedad suele confundirse con una gripa debido a la similitud de síntomas.

Al inicio de la pandemia, los especialistas advirtieron que la tos seca y fiebre habrían sido síntomas claros de covid-19, mientras que si se les sumaba dolores de cabeza y extremidades, habría sido un claro caso de gripa.

Pero a medida que se fue expandiendo el coronavirus, especialistas avanzaron también en los estudios para determinar los efectos en el cuerpo tanto en los síntomas como al momento en que se supera la enfermedad.

A los inicialmente establecidos, se pudo determinar que la pérdida del olfato y del gusto se convirtieron en estados de alarma frente a la infección por SARS-CoV-2, por esa razón se advirtió que cuando una persona presente esos efectos debe prestar atención por la posibilidad de contagio.

Debido a esos cambios en los síntomas, se llevó a cabo un estudio en el Reino Unido denominado “ZOE”, en el que personas que resultaron infectadas reportaron sus casos a través de una aplicación.

Según el resultado, se pudo evidenciar que los síntomas parecen haber cambiado y esto posiblemente estaría relacionado con la variante delta, que ahora representa el 99 % de las infecciones en el Reino Unido, tras hacer su aparición a partir del pasado 12 de julio.

En el estudio se tuvieron en cuenta los casos reportados en la aplicación tanto por personas que ya recibieron la vacunas contra el coronavirus, como quienes no han sido inoculadas ni siquiera con una primera dosis.

“Sin embargo, los que ya habían sido vacunados informaron de menos síntomas durante un periodo de tiempo más corto, lo que sugiere que tenían menos probabilidades de enfermar gravemente y más de recuperarse más rápidamente”, señaló el informe.

Aunque personas que ya han sido vacunas registraron síntomas de covid-19, según pudieron determinar los especialistas, estos son más leves y la vacunación previene la covid-19 grave o incluso la muerte de quienes resultan infectado.

Síntomas de covid después de dos vacunas

- Dolor de cabeza

- Escurrimiento nasal

- Estornudos

- Dolor de garganta

- Pérdida del sentido del olfato

Lo que han advertido los expertos es que esos síntomas se suelen confundir con una gripa, por lo que se hizo un llamado de alerta debido a que confundir ambas enfermedades habría facilitado la propagación de la variante delta.

Síntomas más comunes en las personas que no han sido vacunadas

El estudio también permitió determinar que en el caso de las personas que no han sido vacunas los síntomas son ligeramente diferentes frente a los detectados al comienzo de la pandemia, en los primeros meses de 2020:

- Dolor de cabeza

- Dolor de garganta

- Escurrimiento nasal

- Fiebre

- Tos persistente

Entre tanto, una señal que había sido el principal factor para definir un contagio, la pérdida de olfato, descendió al noveno puesto de la lista y la falta de aliento se sitúa aún más abajo, en el lugar 30.

Esto podría significar, según los estudios, que los síntomas previamente conocidos cambian a medida que evolucionan las variantes del virus.

Al referirse al estudio, el virólogo alemán Christian Drosten señaló en el podcast ‘Coronavirus Update’ que se está pasando por alto un punto importante en la discusión de los síntomas en los medios de comunicación en relación con los nuevos grupos poblacionales afectados por el contagio.

El cuadro sintomático en general ha cambiado, indicó “en el sentido en que las personas mayores se vacunan cada vez más, y ahora en su estudio, están viendo un aumento de infecciones en personas más jóvenes”.

El experto indicó que en los más jóvenes, los síntomas son más parecidos a los de una infección por gripe, con dolor de cabeza, dolor de garganta y un poco de fiebre, mientras que la tos persistente que era tan típica en los pacientes mayores, ahora se ve menos.

Sin embargo, Christian Drosten no atribuyó estos cambios a la variante delta, sino a que los pacientes ahora es gente más joven, ya que los mayores tienen más probabilidades de vacunarse aunque consideró “que hay que esperar a que se publique algo realmente científico sobre esto”.

En lo que si coincide este virólogo es que si una persona tiene algún malestar y no está seguro de que se trata de covi-19 es necesario que se practique la prueba y se mantenga en aislamiento hasta que se conozcan los resultados.

“Creo que ese era también el propósito de esta declaración pública para recordar a la población, especialmente a la más joven que está ahora infectada, que hay que tener cuidado aunque no te sientas gravemente enfermo. Y no hay que pensar simplemente: ‘Oh, es solo un resfriado’”, indicó Drosten.

Entre tanto, el estudio Gutenberg covid-19, realizado por la Universidad de Maguncia, Alemania, permitió determinar que más del 40 % de los infectados con SARS-CoV-2 desconocían que estaban infectados.

El autor del estudio, Philipp Wildentrevista, dijo a la agencia DW que no se debe prescindir de las pruebas por el estado de vacunación o las bajas tasas de incidencia.

“Es una métrica importante para vigilar la dinámica de la pandemia”, advirtió.

Los especialistas coinciden que estar alerta y tener precaución no es opcional, sino una obligación, tanto si se está vacunado como si se ha recuperado o se ha hecho una prueba, al tiempo que hicieron un llamado a mantener las medidas como lavarse regularmente las manos, llevar tapabocas y mantener una distancia de 1.5 o 2 metros para prevenir la propagación del virus.