Vacunas
Un mexicano tuvo parálisis facial después de cada dosis de Pfizer, pero aún no se establece la causalidad
Con 21 días de diferencia este hombre vivió el mismo particular efecto que, si bien más fuerte que la primera vez, también va desapareciendo.
No acaba de asimilarse que la vacuna de Johnson & Johnson pueda llegar a requerir una segunda dosis ante la variante delta y ahora más informaciones sobre las vacunas han de ser tomadas con pinzas.
Un mexicano experimentó parálisis faciales luego de recibir cada una de las dosis de la vacuna Pfizer-BioNTech. El hecho, para algunos, sugiere un nexo entre la parálisis de Bell y la vacuna en cuestión (también se ha observado una mayor incidencia de parálisis de Bell tras la administración de otras vacunas contra la gripe y el meningococo, aunque ha sido imposible establecer una relación causal).
Según informó Agencia EFE, este es el primer caso publicado en la literatura médica de dos parálisis unilaterales del nervio facial, en las que los músculos de un lado de la cara se debilitan o se paralizan, y que se produjeron poco después de cada dosis de la vacuna contra el coronavirus. En la revista BMJ Case Reports se publicó el artículo que documenta el caso.
“La ocurrencia de los episodios inmediatamente después de cada dosis de la vacuna sugiere fuertemente que la parálisis de Bell se atribuyó a la vacuna de Pfizer-BioNTech, aunque no se puede establecer una relación causal”, sostienen los científicos detrás del estudio.
La revista anota también en uno de sus artículos que en los ensayos clínicos iniciales de las tres principales vacunas de la covid-19, Pfizer-BioNTech, Moderna y Oxford/Astra Zeneca, se registraron diez episodios de parálisis unilateral del nervio facial y casos posteriores también se han registrado.
El caso de estudio destacado sigue a un hombre caucásico de 61 años sin antecedentes de parálisis del nervio facial que experimentó un episodio en el lado derecho de la cara cinco horas después de recibir la primera dosis de la vacuna de Pfizer-BioNTech. Luego, dos días después de la segunda dosis, el hombre registró un episodio más grave (que le impidió tragar y cerrar su ojo izquierdo, entre otros síntomas) en el lado izquierdo de la cara.
Los investigadores aclaran que el caso de estudio sufría diferentes comorbilidades: un alto índice de masa corporal, alta presión arterial, colesterol alto y diabetes (de tipo 2).
No todo es pánico. El hombre ya casi regresa a la normalidad.
En general, se cree que la parálisis de Bell se relaciona con la inflamación e hinchazón del nervio facial debido a la acumulación de líquido (edema) causado por un virus. Entre sus factores de riesgo se cuentan diabetes, obesidad, hipertensión, embarazo, preeclampsia y enfermedades de las vías respiratorias superiores.
*Con información de EFE