Vacunación coronavirus

Vacunas anticovid: ¿por qué no evitan el contagio de la enfermedad?

Estos biológicos reducen la posibilidad de contagiarse al mínimo. No obstante, se puede contraer la enfermedad.

19 de enero de 2022
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La aparición de la variante ómicron ha superado las proyecciones de contagio que tenían los expertos, pues su capacidad de contagio ya ha superado a otras enfermedades como lo es el sarampión. | Foto: Getty Images

La aparición de la variante ómicron ha superado las proyecciones de contagio que tenían los expertos, pues su capacidad de infección ya es mayor a la de otras enfermedades, como lo es el sarampión.

Sin embargo, los primeros reportes decían que los síntomas que podría ocasionar esta nueva variante serían más leves, pues entre más casos surgen bajan proporcionalmente los contagios graves. Pero no se sabe si esta situación se debe a que ómicron es más suave, o es por la protección que ofrecen las vacunas.

En ese sentido, desde que surgieron las diferentes vacunas han aparecido dudas sobre si estas evitan en un 100 % que se pueda contraer el virus. Esta respuesta se puede encontrar en una investigación llevada a cabo por la Universidad de Ciudad del Cabo, la cual afirma que los biológicos no frenan la covid, pero sí los casos graves.

Esto se debe a que las vacunas mantienen una excelente respuesta de las células T contra ómicron. Es importante tener en cuenta que cuando una persona se contagió del virus, el sistema provoca una respuesta de defensas doble: La inmunidad humoral, que es la creación de anticuerpos que son proteínas que bloquean el paso de los virus a las células, y la inmunidad celular, que son células defensivas, llamadas linfocitos T, que actúan de varias maneras, atacando el virus y eliminando las ya infectadas.

Los investigadores sudafricanos han comprobado que los linfocitos T mantienen una eficacia tan buena contra ómicron como contra las variantes previas del coronavirus”, explica el portal Saber Vivir.

Sin embargo, el contagio no se evita debido a que las linfocitos T se desarrollan en el timo, una pequeña glándula al lado del corazón, y cuentan con una capacidad mayor para detectar a los virus y por eso son más eficaces ante las nuevas mutaciones que aparecen. A esto se le suma que la memoria celular es más amplia en el tiempo.

En ese sentido, los anticuerpos pueden no detectar tan bien nuevas mutaciones del virus, lo que evita que ómicron entre en las células del sistema respiratorio y se multiplique hasta provocar la covid.

¿Por qué una persona vacunada puede contagiar el virus de covid-19?

Una persona vacunada está protegida frente a la enfermedad, pero no contra al virus. Cuando hay un contagio, se puede ser portador asintomático del SARS-CoV-2 o enfermoscovid-19, y en ambos casos, transmitir el virus a personas que podrán ser portadores o enfermar. Solo la inmunidad colectiva protege frente a la enfermedad y también frente al virus.

Contagiar es transmitir el virus, no la enfermedad. Los virus, las bacterias y otros microorganismos forman parte de la naturaleza, incluso del cuerpo. Sin ir más lejos, está el ejemplo del microbioma humano, que es como se denomina al conjunto de microorganismos que habitan en nuestro cuerpo, formando distintos ecosistemas que cumplen funciones vitales para nuestro correcto desarrollo y bienestar.

Además, constantemente el ser humano está en contacto con virus y bacterias que no son habituales del cuerpo. En ocasiones, estos microorganismos pueden colonizar u ocupar un determinado ecosistema de manera temporal o definitiva sin causar daño alguno, mientras que otras provocan una enfermedad infecciosa.

Tanto si se está colonizado como infectado se puede contagiar a otras personas, da igual si el paciente ha enfermado o si no (portadores asintomáticos).

La enfermedad dependerá de muchos factores, pero fundamentalmente de la capacidad del sistema inmunitario para reconocer al agente extraño (virus, bacteria, etc.) y luchar contra él. Esta capacidad es menor cuando el contacto se produce por primera vez. Sin embargo, cuando el sistema inmune ya conoce al “agresor”, su capacidad para combatirlo es mucho mayor.

Precisamente de esto se encargan las vacunas: de mostrarnos al microorganismo o una parte de él de manera segura para aumentar la capacidad inmunológica y evitar la enfermedad.

Las vacunas son seguras y evitan la enfermedad. Cuando una persona se vacuna con cualquiera de los biológicos aprobados por la Unión Europea para hacer frente a la actual pandemia, se protege frente a la enfermedad covid-19.

Estas vacunas, independientemente del diseño (vacunas con virus inactivados o atenuados, vacunas basadas en proteínas, vacunas con vectores víricos, vacunas de ADN o ARN, etc.), comparten un objetivo común: enseñar al sistema inmunitario a reconocer y bloquear de manera segura el virus SARS-CoV-2 para evitar la enfermedad covid-19. Este reconocimiento y defensa se produce a través de los anticuerpos y otras células de nuestro sistema inmune.

Lo primero que hay que tener claro es que las vacunas frente a la covid-19 son seguras, tal y como explica la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS).

En segundo lugar, el proceso de inmunización no es inmediato. El sistema inmunitario necesita tiempo y, por lo tanto, una persona recién vacunada podría contagiarse (enfermar o no) y contagiar.

Por último, una vez alcanzada la inmunidad individual, en el caso de las vacunas comercializadas al día de hoy, parece ser que no se logra la inmunidad estéril. Es decir, no se inhibe completamente la replicación del virus en la mucosa de las vías respiratorias. En consecuencia, es posible contagiar a otras personas.