Crédito

Tips para saber si vale la pena un crédito hipotecario

Si alguna vez ha considerado tener “dónde meter la cabeza” y que sea algo suyo, muy seguramente habrá visto opciones de créditos para comprar vivienda. Pero, ¿cómo saber cuándo vale la pena, realmente, tomar uno de estos préstamos?

Katherinn Cuervo
22 de julio de 2016
| Foto: Ingimage

Comprar casa nueva es uno de los principales planes y sueños de muchas personas, pues llegar a cierto edad sabiendo que se tiene un ‘techo propio’ es una sensación muy gratificante. La cuestión es que el dinero que se necesita para comprar un apartamento o una casa está superando los $100 millones, cifra que no se adquiere de la noche a la mañana y, para ahorrarlos, tendrían que pasar años hasta alcanzar a tener lo que se necesita. Esto, sin contar que cuando tenga la plata muy seguramente habrá perdido su valor, si no procuró guardarla en el banco o con una entidad financiera.

Por esto mismo es que las personas prefieren endeudarse y adquirir un crédito que garantice una adquisición a corto plazo y mucho más rápida. Este tipo de crédito se llama hipotecario y se puede acceder a él para adquirir una casa, oficina o local comercial nuevo o usado, remodelarlo o construirlo. Según cifras del DANE, Departamento Administrativo Nacional de Estadística, el número de créditos hipotecarios para el primer trimestre de 2016 fueron de 1.016.260, teniendo un incremento anual del 3,8% con respecto a 2015 cuando se registraron 979.483.

Un crédito de este tipo es cuando un acreedor presta un dinero a alguien que debe garantizar el pago de su obligación con la hipoteca de un bien inmueble, por ejemplo, la casa queda como garantía ya sea ante el banco o ante un particular para asegurar que se va a pagar dicho préstamo. Ahora, la hipoteca es un contrato accesorio que respalda el acuerdo inicial, es decir, el préstamo al cual se le llama contrato mutuo. Entonces, la hipoteca debe constituírla en una escritura pública en una Notaría, donde se determine las características y los acuerdos.

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Adriana Jaramillo, coordinadora del área civil y notarial del consultorio jurídico y docente de derecho civil sucesiones de la Universidad del Rosario, explica que hay varios tipos de hipotecas entre las cuales se encuentran:

  • Hipoteca cerrada: es cuando la deuda y el valor del inmueble son específicos, es decir, que si a usted le prestan $100 millones el valor de la casa o apartamento debe estar por el mismo monto. En caso de que usted sea quien haga el préstamo, será mejor ser precavido con ese detalle. Revise que el valor del inmueble a hipotecar no sea menor al monto que va a prestar.
  • Hipoteca abierta sin límite de cuantía: cuando hablamos de cuantía, nos referimos al límite de garantía de la hipoteca. Por ejemplo, usted puede tener otros productos financieros a parte del crédito hipotecario, tarjetas de crédito, libre inversión entre otros. Entonces, la casa que hipotecó por $100 millones será el resguardo de todos esos productos que ya tiene.
  • Hipoteca abierta con límite de cuantía: contrario a lo anterior, es cuando usted puede adquirir varios tipos de obligaciones o deudas, pero el monto del inmueble que va a hipotecar no será el respaldo en un 100% de todos los productos financieros que tiene con el banco. Lo que quiere decir es que se determina un monto de garantía mínimo para hipotecar, por ejemplo, el banco exige que la casa sea de un valor de $160 millones.

Los beneficios

Debe tener en cuenta que un crédito hipotecario es de única destinación, es decir, que es solo para vivienda más no para inversión. Luis Francisco Cubillos, especialista en finanzas, explica que las ventajas del crédito hipotecario son “uno, la posibilidad de corto plazo para pagar la vivienda; dos, la tasa de interés es mucho más baja que por ejemplo la de un crédito de consumo y tres, el inmueble es el que respalda la deuda”.

Y es que la tasa de interés para compra de vivienda (que no sea VIS) la puede encontrar desde el 6% hasta el 14% anual aproximadamente, a comparación de un crédito de consumo que está entre el 14% al 30% anual, según datos de la Superintendencia Financiera, al 24 de Junio de 2016. Ahora, el Gobierno también ofrece una ayuda con el subsidio a la tasa de interés para las personas que quieran comprar casa nueva y que el valor no exceda los 135 SMLV, que equivalen a $93.076.290 para 2016, para VIP o VIS, así mismo los beneficiarios reciben el 4% de la tasa de interés.

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Entre otros beneficios de adquirir un crédito hipotecario está el de contar con un seguro de vida. Así, si usted como deudor fallece o sufre alguna incapacidad el seguro cubrirá el 100% del saldo del préstamo (u otro monto) o también está la opción de asegurar por incendio y terremoto, que le ayudará a cubrir las pérdidas o daños materiales que sufra el inmueble por imprevistos naturales. Estos seguros, según Asobancaria, son obligatorios y los debe brindar la entidad financiera cuando adquiera el crédito.

Por otro lado, si debe declarar renta obtendrá una disminución en la base gravable para la retención en la fuente por los intereses pagados por el crédito hipotecario. Así mismo, si usted ha realizado sus aportes a través de una cuenta AFC, pasará lo mismo.

Requisitos para adqurirlo

De acuerdo con las entidades consultadas por Finanzas Personales estas son las características del crédito que generalmente piden las entidades financieras:

  • Tener entre 18 y 70 años
  • Valor mínimo comercial de la vivienda entre 20 y 40 SMMLV
  • Monto máximo de financiamiento hasta el 70% del valor del inmueble
  • La primera cuota no puede superar el 30% del ingreso de los aportantes o integrantes familiares
  • Los plazos de financiación mínimo cinco años máximo 20

Adicional a las características que ya le comentamos, Cubillos, recomienda que antes de solicitar un crédito hipotecario debe revisar el proyecto de vivienda que desea y su costo, así como cuál es su capacidad de pago, de endeudamiento y de ahorro, este último porque para comprar una casa debe dar la cuota inicial y para ello lo mejor será que ahorre. Pues, finalmente, todo esto se lo tendrá que demostrar al establecimiento financiero con un certificado laboral o con el reporte de sus ingresos.

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