Errores

Por estos 6 errores los colombianos viven malgastando el dinero

Mucho se ha escrito sobre educación financiera, sin embargo, la gente sigue cometiendo los errores de siempre frente al manejo de sus recursos económicos.

27 de junio de 2017
123RF

-¿Por qué llego tan corto de dinero a fin de mes?

-¿Cómo ahorro?

-¿Dónde pongo mi dinero a invertir?

-¿Por qué me gasto más de lo que gano?

-¿Cuándo ganaré la lotería?

Las anteriores son preguntas que las personas se hacen alrededor de su conocimiento del dinero. Pertenecen a su educación financiera, un tema que cada día cobra más relevancia. La idea de un dinero adicional para cubrir todas las necesidades es atractiva para muchas personas. Y lo peor, muchos individuos se endeudan para mejorar sus estándares de vida, a veces sin entender qué es una tasa de interés simple, una tasa compuesta, un interés moratorio ni nada por el estilo.

¿Y si se habla tanto, por qué siguen cometiendo los mismos errores? Basta con recordar que en Colombia, en los años de 2008-2009, la promesa de rápidas rentabilidades con un capital mínimo y sin cuotas de manejo llevaron al fracaso de las pirámides como DMG; DRFE, entre otras. Y muchas personas que no tenían idea de inversión, riesgos y rentabilidad, terminaron perdiendo su dinero.  

Precisamente, la Comisión Intersectorial para la Educación Económica y Financiera (CIEEF), conformada por el Ministerio de Hacienda, el DNP, el Banco de la República, el Ministerio de Educación, la Superintendencia Financiera, entre otras, dieron a conocer la Estrategia Nacional para la Educación Económica y Financiera de Colombia (ENEEF), en donde se hizo un diagnóstico de las capacidades financieras de los adultos en Colombia.

De acuerdo con este documento, el cual recopila las investigaciones más recientes realizadas a esta población, una del Banco Mundial y otra, del Banco de Desarrollo de América Latina (CAF), los colombianos con manejo de su situación económica tienen las siguientes conductas que los llevan a cometer errores con su presupuesto, por ejemplo:

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  1. El 94% de los colombianos informó que planificaba su presupuesto, pero solo el 23% sabía exactamente cuándo había gastado la semana anterior.
  1. El 88% de adultos manifestó preocupación por tener que afrontar mayores gastos en el futuro (por ejemplo, la jubilación).
  1. Solo el 41% tiene planes para pagar sus gastos de vejez y apenas 1 de cada 5 podría afrontar los gastos importantes imprevistos.
  1. Según la CAF, los colombianos tienen altas puntuaciones en el conocimiento de conceptos económicos y financieros sencillos, pero una menor proporción tiene respuestas correctas en la estimación de la tasa de interés simple o compuesta o sobre el conocimiento del  seguro de depósitos bancario, los cuales son conceptos que eventualmente permiten tomar mejores decisiones financieras.
  1. La gente tiene una alta orientación al presente, por ejemplo dicen  “prefiero gastar dinero que ahorrar para el futuro”, es una frase popular.
  1. En términos de control de los gastos y ahorro, aproximadamente un 60 % del total de adultos lleva un presupuesto, controla su gasto y ahorra de manera cotidiana, aunque la mayoría lo hace fuera del sistema financiero.

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El plan para mejorar sus finanzas

La Asobancaria, entidad que representa a los bancos que funcionan en Colombia, tiene una sección en su página web llamada ‘Saber Más, Ser Más’, el programa de educación financiera para orientar a los colombianos en el manejo de su dinero. Estas son algunas recomendaciones para que sus finanzas comiencen a recuperarse. Claro, la tarea no es fácil porque como todo vicio que se quiere dejar atrás, hay que empezar por crear los hábitos correctos y para eso, se necesita de mucha preparación, mentalidad fuerte y bastante disciplina. Estos son los consejos:

  1. Haga un presupuesto: usted debe tener la relación clara de cuánto dinero entra a su bolsillo y cuánto está gastando. Si maneja las cuentas del hogar, debe ser muy responsable con el dinero que ingresa y en qué se le está yendo. No puede haber despilfarro, y para eso, es útil clasificarlo en ítems como educación, vivienda, diversión y transporte, entre otros.
  2. Aprenda a decir ‘NO’: muchas veces, una salida ocasional, un cumpleaños, una celebración social representa una cuota monetaria con la que no se contaba dentro del presupuesto mensual, semanal o diario. Entonces, como dice el refrán “es mejor colorado un ratico que pálido toda la vida” y para que el que no esté pálido sea su bolsillo, lo mejor es decir, “para la próxima” o “esta vez no puedo”.
  3. Salga de las deudas: cuando no hay ingresos y las facturas están vencidas, la solución para la iliquidez es pedir a alguien prestado. Si está obligado a endeudarse, acuérdese de tener un ingreso adicional para el pago de sus obligaciones. Así ahorrará dinero y disgustos.
  4. Invertir: una vez ha acumulado algo de dinero con sus ahorros es momento de ponerlos a rendir.
  1. Planificar: en la mayoría de casos podemos identificar ingresos y gastos que se aproximan, bien sean de corto plazo, tales como las primas laborales o los regalos navideños; o de largo plazo, como la jubilación. Establezca un plan financiero para estos sucesos, no lo deje al azar o para última hora.
  1. Pagar con tiempo: ser ‘buena paga’ es su mejor carta de presentación en el sistema financiero, no deje el pago de sus recibos públicos o privados para el último día, este hábito lo hace más propenso a entrar en mora o atrasarse con sus obligaciones.
  1. Proteger: nadie tiene el futuro comprado, busque mecanismos que le ayuden a minimizar los impactos económicos de situaciones fortuitas como terremotos, accidentes de tránsito o una enfermedad.
  1. Adquirir educación financiera: empoderarse de su relación con el sistema financiero y entender cómo este puede apoyarlo en la consecución de sus objetivos.

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