Arte
Barranquilla declara siete obras de Alejandro Obregón como bienes de interés cultural
La declaratoria fue hecha con motivo del natalicio 101 del artista.
El año pasado ciudadanos interesados en el arte denunciaron el deterioro evidenciado en la obra Tierra, mar y aire, un inmenso mosaico que adorna la fachada del edificio Mezarahi, en la esquina de la carrera 53 con calle 76, en el norte de Barranquilla. El mosaico hecho en 1.958 es una más de las varias obras elaboradas por el maestro Alejandro Obregón que para la mayoría pasan desapercibidas en una ciudad que con los años ha limitado sus conceptos de cultura a las manifestaciones propias del carnaval y a sus tradiciones gastronómicas.
Por eso, el anuncio de declaratoria de Bien de Interés Cultural de un conjunto de siete obras de Obregón hecho por las autoridades de Barranquilla es recibida como una muy buena noticia para el mundo del arte en una ciudad que en estos momentos no cuenta con un solo teatro público.
La declaratoria fue hecha con motivo de la celebración 101 del natalicio de Obregón, que aunque nació en Barcelona (España) es considerado uno de los grandes artistas modernos del país y falleció en Cartagena el 11 de abril de 1.992 y busca “garantizar la protección y salvaguarda del legado artístico que dejó el inolvidable pintor colombiano en la ciudad”. Y en reconocimiento a una carrera estrechamente ligada a Barranquilla y sus amigos locales.
Las obras protegidas son el mural Simbología de Barranquilla (1956), ubicado en la plaza del edificio de la antigua Aduana; el mural La Mujer de mis sueños (1957), en el restaurante-bar La Cueva; el mosaico Tierra, mar y aire (1958), en la fachada del edificio Mezarahi; el mural Agrario - Homenaje a la Ganadería (1967), ubicado en la carrera 45 # 33 – 50, antiguo edificio de la Caja Agraria; la escultura Telecóndor (1970), obra que antes estuvo ubicada en la plazoleta del antiguo edificio de Telecom y hoy está en custodio en la Fábrica de Cultura y es propiedad de la Alcaldía de Barranquilla; el mural Cosas del aire (1970), que está en el Museo del Caribe; y el telón de boca Se va el caimán (1982), ubicado en el cerrado teatro Amira de la Rosa
Según los expresado por la Alcaldía de Barranquilla, con la sanción de este acuerdo, a través del Concejo Distrital, se garantiza la protección inicialmente de esas 7 obras patrimoniales de Obregón en Barranquilla, “donde se le recuerda por su influencia en la modernidad artística del Caribe y su relación con el Grupo Barranquilla, del que hicieron parte otros maestros del arte y la cultura como Gabriel García Márquez, Germán Vargas, Alfonso Fuenmayor y Álvaro Cepeda Samudio”.
La otra intención es que estas obras, desconocidas por muchos habitantes de la ciudad, además de perdurar en el tiempo, sea apreciado por la comunidad y se convierta en referente del aporte de la región Caribe en la construcción de la identidad nacional.
“Su obra se caracterizó por sus aportes al movimiento expresionista, creando una iconografía esencial para la modernidad en Colombia. Su prolífica trayectoria ha explorado temas asociados a la crítica política y social, los bodegones y la naturaleza colombiana. Falleció el 11 de abril de 1992 en Cartagena y fue sepultado en Barranquilla”, reseñó la alcaldía.
Este nuevo anuncio sobre la obra de Obregón se suma a otro reciente, el lanzamiento del libro Alejandro Obregón: Delirio de luz y sombra, escrito por el veterano periodista y escritor Gustavo Tatis Guerra, publicado a finales de 2020, una obra única en su especie, por el tono con el que el periodista aborda al maestro, sus aspiraciones, sus lugares, sus retos y su vida fluctúa entre el brío de sus pasos y la magia de sus trazos.
La secretaria de Cultura y Patrimonio de Barranquilla, María Teresa Fernández, anunció que en la celebración del próximo Mes del Patrimonio se podrán encontrar espacios para admirar y reflexionar sobre cada una de las obras declaradas bienes de interés.
“Esta declaratoria hace parte del Programa de Inventario y Declaratoria del Patrimonio Cultural del Distrito de Barranquilla que busca identificar, valorar y registrar los bienes y manifestaciones del patrimonio cultural de la ciudad, que son parte de nuestra identidad Caribe, liderado por la Secretaría Distrital de Cultura y Patrimonio”, explicó la secretaria.