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Drummer Charlie Watts of the Rolling Stones, at a British concert and sporting a new David Bowie style feather cut. (Photo by Daily Express/Hulton Archive/Getty Images)
Charlie Watts, baterista de los Rolling Stones. (Photo by Daily Express/Hulton Archive/Getty Images) | Foto: Getty Images

In Memoriam

Adiós al ‘groove’ de los Stones: murió Charlie Watts (1941-2021)

“Nunca me vuelvas a llamar tu baterista, tú eres mi **** cantante”, le dijo el legendario guardián del ritmo ‘stones’ a Mick Jagger en quizá su único arrebato conocido (y justificado). Mayoritariamente, Watts se dedicó a ser una gran persona y un enorme baterista, y así lo recuerda Bogotá. Descanse en paz, ídolo.

24 de agosto de 2021

Como usted los conocía, desde el principio hasta hoy, los Rolling Stones dejan de ser. Es altamente probable que la música continúe, que sus compañeros de vida y escenarios sigan llevando gozo al mundo hasta que la vida no se los permita más (deberían), pero la formación ‘original’, en un sentido amplio pero cierto de la palabra, la que pasó por Bogotá en una noche gloriosa de 2016, se esfuma hoy y eso le duele incluso a quienes no son fanáticos.

Poco después de la partida del genio de la guitarra que fue Eddie Van Halen y del adiós a otro baterista generacional como Neil Peart de Rush, ¿murió el baterista de los Rolling Stones? ¿En serio? El vacío es incalculable. El rock parece tener cada día motivos más fuertes para llorar.

El proyector del groove de los Stones desde 1963, junto con el cantante Mick Jagger y el guitarrista Keith Richards, era uno de los miembros más antiguos de la famosa banda de rock. Vale aclarar que Brian Jones fundó y bautizó a los Rolling Stones en 1962, y en la agrupación también han participado Mick Taylor, Ronnie Wood y Bill Wyman.

En su paso por Bogotá, a Charlie Watts se le recuerda como un señor. Claramente afectado por la muerte, como tantos que crecieron vibrando con la música de los Stones, el empresario Alfredo Villaveces, parte esencial del esfuerzo histórico que los trajo al país, lo llamó un “muy buen ser humano” y compartió que Watts había curioseado esmeraldas en estas tierras.

En el Estadio El Campín fue memorable verlo. Además de las figuras de Jagger y Richards, resultó especialmente genial ver a Watts brillar junto con Ronnie Wood (que se unió a la aventura ‘Stones’ en 1976) para probar que eran todo menos actores de reparto. Esa noche Watts Repartió ritmo y onda, marcó toda la escena con su sonrisa plácida y honesta.

Charlie Watts
Charlie Watts en 2017. Foto Reuters / Charles Platiau | Foto: REUTERS

Además de sumar su beat sencillo y necesario en cientos de canciones memorables, de cadencia y mero gozo como ‘Satisfaction’, marcadas por su carga emocional y simbólica como ‘Paint It Black’, o llevadas por una mezcla de ambas fuerzas como ‘Gimme Shelter’, Watts representó a esa estrella que no se alimentaba del escándalo. Considerado “uno de los mejores bateristas de su generación” por su manager y sus hermanos de banda, fue el integrante más mesurado de la célebre banda de rock británica.

Murió a los 80 años, en un hospital de Londres, rodeado de su familia. Maravillosamente rocanrol. “Charlie era un amado esposo, padre y abuelo y también, como miembro de los Rolling Stones”, afirmó su agente Bernard Doherty.

“Charlie era una roca, un baterista fantástico, firme como una roca. Un hombre adorable, te amo, siempre te amé, hombre hermoso”, compartió el exBeatle Paul McCartney en un video en su twitter. Su rostro lleno de esa desazón y sorpresa que viven millones en todo el planeta. Joan Jett lo llamó el baterista más elegante y digno del rock and roll, que “tocaba exactamente lo que se necesitaba. Ni más ni menos. Era único”, concluyó en su homenaje. “Fuimos afortunados, de haber vivido en la era de Charlie Watts”, aseguró el YouTuber sensación de la música Rick Beato.

¿Habrá gira de los Stones como estaba programada? Quizás es muy pronto que la hagan tan pronto después de perder a una de sus piedras fundacionales, pero que deberían hacerla luego de un tiempo prudente, no cabe duda. Nadie sabe lo que tiene hasta que lo pierde.

Nuestro amor late fuerte hoy por Charlie Watts y su arte. Su partida marca el final de los Rolling Stones ‘originales’.
Charlie Watts
Mick Jagger (L), Charlie Watts (C) y Keith Richards de las piedras rodantes se realizan durante un concierto en Abu Dhabi 21 de febrero de 2014. Foto Reuters / Stringer | Foto: REUTERS

La vida (no tan) loca

Watts, que siempre se mantuvo alejado de la loca vida que vivían sus compañeros, siguió siendo durante más de medio siglo el imperturbable metrónomo de la banda mientras alimentaba su pasión por el jazz.

Con su rostro impasible y su talento unánimemente reconocido para el ritmo binario, ofrecía el contrapunto perfecto en el escenario a los frenéticos contoneos de Mick Jagger y las payasadas eléctricas de los guitarristas Keith Richards y Ronnie Wood.

Y mientras sus amigos pasaban por “divorcios, adicciones, arrestos y peleas locas”, según un inventario recopilado por el diario británico Mirror, el tranquilo Charlie Watts vivía una vida serena con Shirley Shepherd, su esposa desde hacía 50 años, y su hija Seraphina, en su granja de cría de purasangres árabes en Devon, Inglaterra.

“Durante cincuenta años de caos, el batería Charlie Watts representó la calma en medio de la tormenta de los Rolling Stones, tanto dentro como fuera del escenario”, escribió el Mirror en 2012.

Sin embargo, el músico no era totalmente impermeable a las adicciones de la banda: en la década de 1980, se sometió a rehabilitación por heroína y alcohol. Pero “fue un tiempo muy corto para mí”, explicó él mismo. “Simplemente lo dejé, no era algo para mí”, confiesa el taciturno músico.

Charlie Watts
Charlie Watts de las piedras rodantes durante el ensayo, Nueva York, mayo de 1978. Foto de Michael Putland / Getty Images | Foto: Getty Images

Pasión por el jazz

Nacido el 2 de junio de 1941 en Londres, Charlies Watts llegó a la música a través del jazz animado a los 13 años por su vecino Dave Green con quien después formaría el cuarteto “The A, B, C & D of Boogie-Woogie”. Totalmente autodidacta, aprendió a tocar de oído, observando a los músicos de los clubes de jazz de Londres.

“Nunca fui a una escuela para aprender a tocar jazz. Eso no es lo que me gusta. Lo que me gusta del jazz es la emoción”, explicaba el músico que durante su carrera con los Rolling Stones, siguió tocando jazz en paralelo y grabó varios discos con el Charlie Watts Quintet y con el grupo Charlie and the Tentet Watts.

Pero primero estudió arte y trabajó como diseñador gráfico en una gran agencia de publicidad.

Cuando se unió a los Rolling Stones en 1963, no eran más que una banda pequeña e incipiente.

“Fue una bendición”, decía Keith Richards. “El primer batería con quien empecé hace 40 años es uno de los mejores del mundo. Con un buen batería, eres libre de hacer lo que quieras”, agregaba.

Watts fue designado como el duodécimo mejor baterista de todos los tiempos por la revista Rolling Stones.

*Con información de AFP