Cultura
Agüeros y comida para la última noche de 2024, así celebran los colombianos la llegada de un nuevo año
En Colombia, los agüeros juegan un papel fundamental en las celebraciones de fin de año.
La última noche del año siempre ha sido una de las más esperadas en Colombia. Con la llegada de diciembre, los colombianos se preparan para despedir el 2024 y dar la bienvenida al nuevo año con una serie de tradiciones que combinan agüeros, rituales y, por supuesto, una deliciosa variedad de platos típicos que no pueden faltar en la mesa.
Esa noche, que se celebra con mucha alegría y esperanza, está llena de simbolismo, y cada gesto, desde la elección de la ropa hasta los alimentos que se sirven, tiene un significado especial que refleja los deseos y las aspiraciones de la gente para el año venidero.
En Colombia, los agüeros juegan un papel fundamental en las celebraciones de fin de año. Para muchos, los rituales de la última noche del 2024 son una manera de atraer buena suerte, amor, salud y prosperidad para el nuevo año. Aunque varían según la región, hay algunos que son comunes en todo el país y que se practican con mucha fe y entusiasmo.
Uno de los agüeros más populares es el de las doce uvas. A la medianoche, mientras suenan las campanadas, los colombianos se preparan para comer una uva por cada campanada, pidiendo un deseo por cada mes del año. Se cree que, al realizar este ritual, se atraerá buena suerte y abundancia durante los próximos doce meses. Este acto, aunque parece sencillo, está cargado de simbolismo, pues representa el deseo de prosperidad para cada uno de los meses del nuevo ciclo.
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Otro de los agüeros que no falta en las casas colombianas es el de recorrer la calle con una maleta vacía. Este ritual se realiza con la esperanza de que el nuevo año traerá consigo viajes y aventuras. Las personas que sueñan con conocer nuevos lugares, ya sea por motivos de trabajo o simplemente por placer, realizan este gesto confiando en que el universo les abrirá las puertas para cumplir sus deseos de viajar.
Por supuesto, no pueden faltar las velas de colores, un ritual que tiene la intención de atraer buena suerte en diferentes aspectos de la vida. Las velas amarillas, por ejemplo, se encienden para atraer la prosperidad, las rojas para el amor, y las verdes para la salud. En muchas casas, estos pequeños detalles se convierten en una parte esencial de la celebración, acompañados de rezos y buenos deseos.
Si bien los agüeros son fundamentales para dar la bienvenida al nuevo año, la comida es, sin lugar a dudas, uno de los momentos más esperados y celebrados de la noche. En Colombia, las mesas de fin de año están llenas de platos tradicionales que varían según la región, pero que todos comparten la característica de ser deliciosos y abundantes, diseñados para compartir en familia y con amigos.
El lechón o cochinillo también es una de las estrellas de la noche. En muchas casas colombianas, especialmente en el interior del país, es tradición preparar un lechón al horno, crujiente por fuera y jugoso por dentro, que se sirve acompañado de ensaladas, papas y arepas. Este manjar es un símbolo de abundancia y es considerado uno de los platos más festivos, ideal para una celebración que reúne a familiares y amigos.
También son comunes los buñuelos y natillas, que se preparan en grandes cantidades y se disfrutan durante toda la noche. Estos postres, aunque sencillos, representan la dulzura de la vida y la esperanza de que el próximo año traerá momentos aún más felices.