LITERATURA
Anita Raja confirma que es Elena Ferrante
La escritora italiana abrió una cuenta de Twitter para referirse a su identidad. Ocho horas después eliminó su registro en esta red social.
Elena Ferrante se ha convertido en la sensación en el mundo de la literatura. Ha sido calificada por la crítica como una persona que escribe con una “perfecta narración en sus historias” y “altísima calidad literaria, acercada al realismo mágico”, que da cuenta de 70 años de la historia reciente de Italia, con una mirada feminista desde un barrio pobre de Nápoles.
A través de la saga Dos amigas, una tetralogía (La amiga estupenda, Un mal nombre, Las deudas del cuerpo y La niña perdida), narra con crudeza la vida y la amistad de dos muchachas que se encuentran en la Italia de la posguerra y que conviven hasta estos días. Esta serie catapultó a Ferrante y dio a conocer su nombre en todo el mundo. Sin embargo, hasta hace poco no se sabía quién era la persona que estaba detrás del nombre de Elena Ferrante.
El pasado domingo 2 de octubre, mientras el mundo se sorprendió con la victoria del No en el plebiscito por la paz en Colombia, el diario italiano Il Sole 24 Ore dio a conocer que Elena Ferrante podría ser la traductora italiana Anita Raja, según lo publicado por periodista Claudio Gatti.
Los argumentos que llevaron al periodista a estas conclusiones fueron que en los últimos años, del 2010 al 2015, los ingresos de Raja se habían incrementado notablemente. Era un aumento en sus cuentas mucho mayor al que se podría alcanzar por ser traductor de obras de Ferrante al inglés en la editorial Edizione.
Así mismo, también se aumentaron las cifras de facturación de esta editorial considerablemente. Los ingresos de Raja incluso alcanzaron para comprar una villa en la Toscana y unos lujosos apartamentos en Roma.
Cuando se conoció la noticia ni la editorial ni Ana Raja se pronunciaron. Solo hasta este martes en la en la noche Raja creó un perfil de Twitter (ya desaparecido) en el que publicó seis tuits.
En sus publicaciones en esta red social confirmaba que en efecto ella estaba detrás de los libros de Ferrante, pero también pedía privacidad y calma. Además anunció que sus tuits iban a desaparecer y eso fue lo que ocurrió ocho horas después.
"Abro este perfil en Twitter y pronto lo cerraré. Estaré aquí el tiempo necesario para explicarme", dijo Raja en su primera publicación.
Luego soltó la frase que todos estaban esperando: "Lo confirmo. Soy Elena Ferrante. Pero creo que esto no cambia nada en la relación de los lectores con los libros de Ferrante".
Raja también dijo que los libros son y seguirán siendo de Elena y aseguró que no pretende hablar, de ninguna manera, en primera persona, ni dar entrevistas ni declaraciones.
Con respecto a la polémica que se armó sobre la privacidad y el derecho que tenía de mantener su identidad en la sombra, Ferrante aseguró que considera “vulgar y peligroso el modo en el que se ha llegado a mentir para desvelar una identidad, violando la privacidad y las reglas. Pero paciencia".
Finalmente Raja dijo que espera que la curiosidad de sus seguidores haya sido saciada y que ahora solo espera que la dejen vivir y escribir en paz: "Lo repito: no hablaré más de Elena Ferrante, no responderé en su nombre, no diré nada acerca de sus libros. Os lo agradezco. Anita Raja".
Anita Raja, de 63 años, es hija de una emigrante polaca judía que llegó a Nápoles tras la Segunda Guerra Mundial. Era conocida por su trabajo como traductora, por ser experta en literatura alemana, así como por ser la esposa del escritor Domenico Starmone, a quien en sus historias le hizo un guiño al llamar al protagonista masculino “Nino”.
La saga ha sido publicada en más de 30 países, entre ellos varios de América Latina, Estados Unidos y Europa, donde ha entrado en las clasificaciones de obras más vendidas. No se trata de la primera vez que revelan el nombre de la enigmática escritora. Desde hace dos años las sospechas ya recaían sobre Raja.
En Italia ha vendido 2,6 millones de ejemplares de su saga; en EEUU, 1,6 millones; en Reino Unido, 660.000; y en España, alrededor de 33.000.
La pregunta que se hacían muchos de sus seguidores por fin ha sido develada, después de que las especulaciones apuntaron a profesoras de la universidad de Nápoles o a consagrados autores masculinos italianos.
Tras la polémica sobre la privacidad y la magia del anonimato muchos han llegado a la conclusión de que quizá nadie tenía que haber develado la identidad de Elena Ferrante.