Arte
ARTBO: ‘La paloma de la paz’ se robó el show en la feria de arte más importante del país; la historia de la escultura emblemática de Botero
Esta pieza, realizada en bronce y pintada de blanco, abrió sus alas llegó hasta la Feria Internacional de Arte de Bogotá.
Mide solo 70 centímetros de alto, pero ‘La paloma de la paz’ encierra una de las piezas más simbólicas del arte en Colombia. No solo por su autor, el fallecido artista antioqueño Fernando Botero, sino por el momento mismo en que hizo su aparición en el país: el 24 de septiembre de 2016 —apenas dos días antes de la primera firma del acuerdo de paz con las antiguas FARC en Cartagena—. Esta cultura representaba, pues, un gesto de apoyo a la paz del país por parte de Botero.
Por ese entonces, el polémico proceso pasaba por uno de sus momentos más álgidos pues, aunque ya estaba finiquitado el Acuerdo de Paz, Colombia afrontaba una polarizada campaña entre el Sí y el No del plebiscito con el que se buscaba refrendarlo y blindarlo con el apoyo popular. En la votación del 2 de octubre siguiente se impuso el No.
La escultura fue traída desde Italia, desde Pietrasanta, sede del taller más grande de Botero. Fue realizada en bronce, pintada de blanco, con pico dorado y se caracteriza, claro, por la técnica de volumen, estilo inconfundible de Botero.
La obra fue durante un tiempo huésped permanente del salón Gobelinos la Casa de Nariño, para luego descansar en el Museo Nacional de Colombia, en Bogotá, donde ha sido apreciada por las cerca de 400 mil personas que visitan este espacio cultural cada año.
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Luego, Gustavo Petro, durante su posesión como mandatario de los colombianos, en agosto de 2022, pidió de nuevo que fuera traslada a la casa presidencial. Esa, la casa de gobierno, es la sede de otra importante pieza de Botero. Se trata del cuadro ‘Madre superiora’, que recrea una monja pintada en 1980 y que obsequiada por el artista en agosto de 1982 al entonces presidente Belisario Betancur.
“Con la escultura ‘La paloma de la paz’ me uno a este proceso trascendental de la paz en Colombia. Quise hacerle este regalo a mi país para expresar mi apoyo y mi solidaridad con este proceso que le brindará un futuro de esperanza e ilusión a todos los colombianos. ¡Enhorabuena por Colombia!”, aseguró en su momento, a través de una nota de estilo, el maestro Botero desde Mónaco.
Y este fin de semana, la escultura de nuevo alzó sus alas y llegó hasta el Ágora - Centro de Convenciones, a la Feria Internacional de Arte de Bogotá, ARTBO, que desde el jueves 23 de noviembre abrió las puertas de su versión número 19 con un circuito de propuestas artísticas novedosas y de vanguardia, que convocó a galerías internacionales y nacionales, curadores y artistas de todas las tendencias.
Los visitantes pudieron disfrutar de un espacio con 113 espacios participantes, más de 300 artistas, 10 secciones dedicadas a la cadena de valor; 45 galerías nacionales e internacionales de 14 ciudades del mundo; artistas jóvenes sin representación comercial, además de espacios de encuentro y discusión que congregó a más de 200 invitados internacionales.
“Por primera vez estará expuesta al público masivo en Colombia, con el fin de hacerle un homenaje a la labor artística, filantrópica y al legado mismo del maestro Fernando Botero, con esta, que es una de sus obras más emblemáticas. Es un símbolo de apoyo y de esperanza frente a todas las situaciones adversas y violentas que se viven actualmente en el mundo”, aseguró María Paz Jaramillo, gerente de los Programas Culturales de la Cámara de Comercio de Bogotá y directora de ARTBO.
Por su parte, Ovidio Claros Polanco, presidente de la Cámara de Comercio de Bogotá, resaltó que esta obra “simboliza la libertad, la reconciliación y la esperanza (...) Que este evento sea un catalizador poderoso para la paz, trascendiendo fronteras y uniendo a las personas en un propósito común”.
Con su presencia en ARTBO, ya son dos las salidas al público de ‘La paloma de la paz’. Luego del 15 de septiembre, cuando falleció Botero en Mónaco, miles de colombianos que se acercaron a darle un último adiós al maestro, pudieron apreciarla en el Salón Elíptico, en el Congreso de la República.