Cultura
Artesanos de Buenaventura contarán con nuevos espacios para la venta de sus productos en el Malecón de la ciudad
Esta iniciativa, que buscaba materializarse desde hace siete años, tiene como objetivo dignificar el trabajo de estas personas que hacen parte de la tradición de El Puerto.
Lejos del sol y el sereno, un grupo de artesanos de Buenaventura disfrutan desde ya de los nuevos módulos que fueron acondicionados especialmente para ellos en el Malecón Bahía de la Cruz. Se trata de los primeros del grupo de 26 beneficiarios que hacen parte del proyecto que la Asociación de Artesanos del Litoral Pacífico, Asarlipac.
Esta iniciativa, que buscaba materializarse desde hace siete años, tiene como objetivo dignificar el trabajo de estas personas que hacen parte de la tradición de El Puerto. “Los asociados a Asarlipac cumplen 40 años de ocupar este espacio en el Malecón, en carpas improvisada a veces, otras bajo coloridas sombrillas, pero siempre con las penurias de encontrarse a la intemperie. Hoy nos sentimos profundamente emocionados pues ya están listos los primeros cuatro módulos, y en dos meses estarán listos los 26 módulos que completa el proyecto”, explica Karoll Arroyo Banguera, presidenta de Asarlipac.
Y agrega que en estos espacios “los trabajadores podrán vender sus artesanías con comodidad y vistosidad, aportando al turismo de la región y mejorando su calidad de vida”.
Cada instalación está hecha de madera Choibá. Allí, los artesanos podrán comercializar sus productos hechos en variados tejidos, bisutería y maderas, así como bebidas artesanales “entre muchos otros de gran calidad. Estas instalaciones, en 2017, fueron proyectadas por el arquitecto bonaverense Édgar Arroyo, que ha sido decano, en tres ocasiones, de la Facultad de Arquitectura de la Universidad Nacional”.
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El esfuerzo de la misma comunidad asociada y la insistencia en la solicitud de apoyo a las entidades pertinentes, lograron cristalizar el proyecto de construcción de módulos. Los primeros cuatro abiertos al público fueron visitados por el viceministerio de Turismo, directivas del Fondo Nacional del Turismo, Fontur, y la gerente de Artesanías de Colombia, en el Día Nacional del Turismo en Buenaventura, donde entregaron ante las autoridades locales el balance de la estrategia nacional ’Turismo por una cultura de paz’.
Arroyo detalla que el proyecto de construcción e instalación de módulos para la Asociación de Artesanos del Litoral del Pacífico beneficiará a más de 100 personas, todas ellas integrantes de las familias de estos 26 artesanos, varios de ellos indígenas y afrodescendientes de la región.
La última etapa del proyecto cuenta con el respaldo de Fontur como promotor, el PNUD como parte del equipo ejecutor, así como el Ministerio de Comercio Industria y Turismo como el responsable de adjudicar el presupuesto. La ejecución está a cargo de la firma ganadora de la convocatoria, Buchelli + Garzón Arquitectos SAS.
Teresa Escobar, artesana, quien elabora hermosos barcos de madera en coco y materiales derivados de la playa y la naturaleza que rodea a su natal San Cipriano, entregó a los visitantes una muestra de su arte. Ella y sus colegas de oficio, celebraron la apertura de los primeros módulos.
La visita a la obra de Asarlipac fue encabezada por el viceministro de turismo (e) Juan Manrique Camargo, quien junto con la gerente de Artesanías de Colombia, Adriana María Mejía Aguado; Fernando Estupiñán, director de Proyectos y Planeación de Fontur, y del gerente de la entidad, Álvaro Balcázar, destacaron la persistencia de la Asociación para sacar adelante este proyecto.
Karoll Arroyo recuerda que, años atrás, había una “gran indiferencia” frente a los artesanos que se encuentran en el Malecón.
“En la Semana Santa del 2017 los artesanos estaban a punto de ser desalojados por las autoridades para cumplir una remodelación del Parque Néstor Urbano Tenorio, por lo cual el secretario de Gobierno Departamental de entonces necesitaba despejar la zona donde se encontraban. Me di cuenta de este choque entre los artesanos y el funcionario y tomé la causa de los cultores de manera personal, respaldando igualmente al funcionario, ya que luego de limar asperezas me correspondió organizarlos para que pudieran vender sus productos, en una de las mejores épocas del año para las ventas y de esa manera apoyé igualmente a que la remodelación avanzara”, relata Arroyo.