Arte callejero
Banksy libera animales del zoológico de Londres como posible final de una intrigante serie de obras
En una racha activa como nunca antes vivió, el misterioso artista dejó su huella en varios lugares de la capital inglesa. Como de costumbre, su mensaje y su tono maravillaron e intrigaron.
¿Banksy reveló la clave del misterio? Como aparente conclusión de nueve días de intrigantes obras con figuras de animales en Londres, el artista urbano desveló el martes un graffiti en el zoológico de la capital de un gorila que libera a otros animales cautivos.
El famoso grafitero, cuya identidad es desconocida, generó numerosas especulaciones sobre sus intenciones al dar a conocer diariamente desde el 5 de agosto imágenes de animales en diferentes paredes de Londres, dado que sus obras suelen aparecer con varios meses de intervalo.
Como es habitual, Banksy reivindicó su obra en Instagram: un gorila levantando una lona pintada sobre una reja metálica en la entrada del zoológico de Londres.
De esa lona emergen aves y una foca que parecen escapar del parque zoológico, en el que viven más de 10.000 animales, mientras que varios pares de ojos brillan en la oscuridad.
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“Mi marido piensa que está liberando a los animales”, relata a AFP Sharmela Darne, una médico de 50 años que fue a visitar el zoológico desde el noreste de Inglaterra, fascinada más bien por los ojos “un poco inciertos” que se distinguen bajo la lona.
“Quizás se trate de la libertad y la incertidumbre frente a la libertad”, sugiere.
Esta obra parece explicar el origen de los animales que aparecen en las anteriores y, según BBC, concluye la serie que comenzó con la aparición de una cabra en una fachada del barrio de Richmond, en el oeste de la capital.
De ahí emergen aves y una foca que parecen escapar del parque zoológico, en el que viven más de 10.000 animales, mientras que pares de ojos brillan en la oscuridad.
A este graffiti le sucedieron unos monos colgados de un puente ferroviario, unos pelícanos dándose un festín de pescado sobre el escaparate de una tienda de fish & chips o un gato estirado sobre una valla publicitaria.
Estas apariciones provocaron múltiples teorías sobre el mensaje del artista, comprometido con causas como la defensa de los refugiados o el destino de los palestinos.
Testigos entrevistados por AFP delante de las obras sugirieron referencias a la crisis climática, al conflicto en curso en Gaza y a los recientes disturbios de extrema derecha en el Reino Unido.
Para el periódico dominical The Observer, el objetivo era levantar el ánimo del público en un período en el que las noticias son sombrías.
Complicada conservación
Varias obras de Banksy se vendieron en subastas por millones de dólares.
Unos obreros desmontaron el sábado entre abucheos el panel con el gato, explicando que fueron enviados debido al gran tráfico que generó la obra y que hacía temer que se produjeran accidentes.
El lunes, un rinoceronte recién reivindicado por Banksy, que parecía encaramarse a un coche abandonado, fue pintarrajeado por un hombre que llevaba un pasamontañas.
El propio Banksy ya destacó el carácter efímero de su obra al provocar de forma espectacular la autodestrucción en 2018 de una obra que acababa de venderse en una subasta por más de un millón de dólares.
Adelantándose a posibles incidentes, la administración de la City de Londres protegió una cabina de cristal utilizada por los agentes de tráfico, que el artista transformó el domingo en un acuario con pirañas.
El zoológico de Londres promete proteger la obra que apareció en su propiedad de forma todavía por determinar, indicó uno de sus responsables, Karl Penman.
Especialmente porque podría tratarse de la última de la serie animal. “¿Quién sabe? Si es el final, ¡entonces qué hermoso final!”, destaca.
Algunas obras de Banksy se vendieron en subastas por millones de dólares, y otras fueron robadas, desmanteladas o vandalizadas.
El jueves en Londres, la cuarta obra en cuatro días, fue robada una hora después de haber sido reivindicada por el misterioso grafitero.
Como es su costumbre el artista callejero, originario de Bristol, publicó en Instagram una foto de su creación: un lobo pintado en una antena parabólica fijada en un techo, que parece aullar a la luna. Pero una hora más tarde, varios testigos vieron a unos hombres llevarse el objeto en el barrio de Peckham, en el sur de la capital.
Uno de los testigos, Tom Kellow, contó a la agencia PA que vio “a tres hombres”. “Tenían una escalera. Había un hombre en el techo y los otros dos vigilaban la escalera”, precisó. La policía londinense indicó haber recibido una llamada por “el robo de una antena parabólica que contenía una obra de arte”.
*Con información de AFP.