Cultura
Bogotá abre sus puertas al Festival Gabo para celebrar el legado de Gabriel García Márquez
El 21 de octubre se cumplen 40 años de que la Academia Sueca le notificara a Gabo que había sido galardonado con el Premio Nobel de Literatura.
La capital colombiana, una de las grandes urbes latinoamericanas, se convierte en el nuevo escenario del Festival Gabo, que llega a su décimo aniversario consolidándose como un imperdible de la agenda cultural de la región.
Desde Bogotá, contadores y contadoras de historias de toda Iberoamérica, celebran el 40 aniversario de la entrega del Premio Nobel a García Márquez, a través de un programa compuesto por más de 100 actividades, entre las que se incluyen conferencias, conciertos y exposiciones.
El 21 de octubre, cuando se cumplen exactamente 40 años de que la Academia Sueca le notificara a Gabo que había sido galardonado con la distinción más importante de las letras, arranca la mayor celebración de su legado, que llega a Bogotá, gracias a la alianza de la Fundación Gabo con la Alcaldía Mayor de Bogotá, a través de la Secretaría de Cultura, Recreación y Deporte y el Instituto Distrital de las Artes (Idartes).
Programación para todos los públicos
Si bien su punto de partida se encuentra en el periodismo, este evento busca involucrar a todos los miembros de la ciudadanía sin importar las edades, alrededor de una nutrida agenda de actividades que incluyen: conferencias, charlas, exposiciones, encuentros y conciertos musicales, en temas tan variados como poesía, literatura, medio ambiente, innovación, género y diversidad, feminismo, medios emergentes, pódcast y narrativas sonoras, libertad de prensa, paz, nuevas narrativas sobre drogas, entre muchos otros.
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El Festival Gabo será así el punto de encuentro de la ciudadanía con los ganadores del Premio Gabo, incluyendo al merecedor del Reconocimiento a la Excelencia 2022, Juan Villoro, de México; miembros del Consejo Rector de la Fundación, como Leila Guerriero, de Argentina; Sergio Ramírez, de Nicaragua; Carmen Aristégui, de México; Luz Meli Reyes, de Venezuela; y María Jesús Espinosa de los Monteros, de España.
Además del ganador del Premio Loewe de poesía, Orlando Mondragón, de México, y Paul Radu, uno de los mejores periodistas de investigación del mundo.
También estarán representantes de 15 medios nativos digitales, que nos mostrarán una fotografía del ecosistema de los medios de comunicación en toda la región; Eric Terena (BRA), activista y DJ cuyo trabajo se enmarca en la protección del medio ambiente y la Amazonía; figuras del panorama nacional que han encontrado una nueva forma de atraer audiencias como Alejandro Riaño “Juanpis González” y Dany Hoyos “Suso”, además de fotógrafos, documentalistas, cineastas, y cantautores como Pedro Guerra de España y Cavito Mendoza de Colombia.
Todas ellas y ellos, contadores de historias, que independientes de formatos, géneros periodísticos y temáticas, se unen para buscar nuevas formas de narrar la región y así contribuir a desenredar el nudo de la soledad de América Latina (reminiscencia del célebre discurso ‘La soledad de América Latina’, que Gabo pronunció a vísperas de recibir el Nobel de Literatura, en 1982).
La especial relación de Gabo y Bogotá
Gabriel García Márquez llegó por primera vez a Bogotá a principios de 1943 para estudiar sus últimos 4 años de bachillerato en el Liceo Nacional de Varones de Zipaquirá. Poco después inició su inconclusa carrera de Derecho en la Universidad Nacional y descubrió los paseos en tranvías y los cafés donde se reunían poetas, escritores e intelectuales.
En 1947 publica su primer cuento en El Espectador, y gracias a la intermediación de Álvaro Mutis, fue contratado por el diario. Ediciones Sipa de Bogotá, del editor Lisman Baum, edita su primera obra, La hojarasca, en 1955, y en 1959, nace en esta ciudad: Rodrigo, su primer hijo.
En 1960, luego de un viaje a Europa, regresó a Bogotá como jefe de noticias de la agencia cubana Prensa Latina, junto a Plinio Apuleyo Mendoza, y hacia finales de los 90, presenta Noticia de un secuestro en la Feria Internacional del Libro en Bogotá y adquiere, con otros socios, la revista Cambio, versión colombiana de Cambio 16, para dedicarla a publicar reportajes.
Bogotá fue así una ciudad con profundos vínculos con la vida y obra de García Márquez, de la que no dudó en afirmar fue la que más le impresionó y marcó entre todas las que visitó y en las que vivió.