Crónicas de rock

Caifanes en Bogotá: en otra noche de su música intemporal y profunda, el ritual se probó eterno y se superó

El concierto más reciente de la banda mexicana, parece, siempre será su mejor concierto. Saúl Hernández es un gigante, y junto con Diego Herrera, Alfonso André y dos grandes músicos le rindieron tributo a su arte, a sus seguidores, a las víctimas de una violencia sin sentido y al Divo de Juárez. Después de su paso por Cali y la capital, los espera Medellín (qué envidia).

Alejandro Pérez Echeverry * Esteban Vega La-Rotta
4 de mayo de 2024
Caifanes, 3 de mayo de 2024, Movistar Arena, Bogotá.
Caifanes y Saúl Hernández se encontraron con su raza una vez más, la noche del 3 de mayo en un Movistar Arena repleto de gente y de energía. La palabra magia no resulta exagerada para describir lo que tuvo lugar. | Foto: Esteban Vega La-Rotta

Por si a alguien se le olvidaba, por si alguien necesitaba recordarlo, Caifanes demostró anoche en Bogotá, una vez más, por qué es una de esas bandas dueñas de su propio plano espiritual, uno que crea con su música, con la gente que lo completa con su vibra y con los temas sensibles que decide abordar. Así, conjugando desde su historia y su presente, alcanza fibras que pocas otras agrupaciones tocan.

No por nada una bandera particular los recibe y los va a saludar cada vez que pasan por la ciudad: CAIFANES BOGOTÁ ETERNO RITUAL, profesa el telón. Y pega en la vena, porque lo que se vive en estos conciertos de los mexicanos es una fiesta de comunión y energía, que esta ocasión se lanzó sin preámbulos o teloneros. La banda abordó la tarima a las 9:10 de la noche y tocó canción memorable tras canción memorable a lo largo de dos horas y treinta minutos de concierto rotundo.

Caifanes, 3 de mayo de 2024, Movistar Arena, Bogotá.
El eterno ritual entre la banda mexicana Caifanes y su ferviente fanaticada se revalidó con mucho corazón, la noche del 3 de mayo, en el Movistar Arena. Caifanes y Saúl Hernández elevaron la noche a picos altos y alegres desde la música, y desde esta también abordaron matices dolorosos de la vida y la muerte en este país para exorcizarlos en comunidad. | Foto: Esteban Vega La-Rotta

Dedicaron mucho tiempo a su música intemporal. Si no sonó TODO lo que la gente necesitaba escuchar, fue muy poco lo que se quedó por fuera. Desde esa perspectiva no dejaron lugar a ningún reproche y sí a un enorme agradecimiento. Musicalmente, Caifanes mandó a sus devotos exhaustos y felices para la casa, pero lo hizo también dando espacio a la reflexión profunda. Porque abordaron temas difíciles como el dolor y el vacío, como marca y obliga su sensibilidad. Para hacer esto, hay que ser muy grandes, muy fieles a lo que los mueve. Caifanes y su público lo son.

Caifanes, 3 de mayo de 2024, Movistar Arena, Bogotá.
Rodrigo Baills (tímido en un principio, supersónico al final), Saúl Hernández (chamán) y Marco Rentería (quien reemplazó con suficiencia en el bajo a una figura importante para Caifanes como Sabo Romo). | Foto: Esteban Vega La-Rotta

El aventón inolvidable

La noche del 3 de mayo de 2024, la banda integrada en 2024 por Saúl Hernández (ESA VOZ y guitarra), Diego Herrera (teclados, saxofón y espina dorsal), Alfonso André (batería, voz y tempo espiritual) Marco Rentería (bajo) y Rodrigo Baills (guitarra), inició su intervención energética del espacio con “Viento”, “Nubes” y “Para que no digas que no pienso en ti”. Así, en segundos transformaron a la expectante masa en una efervescente amalgama de voz, sonrisas y baile (produciendo un espectáculo hermoso de presenciar e integrar).

Solo entonces, Saúl Hernández le habló por primera vez a su congregación. “Caifanes a tus pies”, dijo, mirando con ojos conmovidos a la gente que llenó el Movistar. “El aplauso es para ti, no para Caifanes. Gracias a ti raza”.

Caifanes, 3 de mayo de 2024, Movistar Arena, Bogotá.
Saúl Hernández es una figura fundamental de la música contemporánea, no del rock en español, no del rock, de LA MÚSICA. Atrás, Diego Herrera en lo suyo y en la pantalla, sus figuras gigantes proyectadas. | Foto: Esteban Vega La-Rotta

No importa cuántas veces se le escuche a este hombre histórico hablarle al público, a su audiencia, con ese cariño genuino, con ese peso y, a la vez, con esa sencillez y franqueza... no deja de ser sobrecogedor. “Es increíble como, gracias a ustedes, este sueño sigue siendo fresco, poderoso. Que Dios te bendiga, raza, hoy y siempre. Muchas gracias por estar aquí”.

La pregunta que nacía allá, en ese momento, era, con esa historia, con esa entrega, ¿cómo no estar ahí? Esa pregunta le aplica en este momento a los amantes de la gran música en Medellín, ciudad que esta noche los recibe.

Y siguieron dando rienda suelta a la máquina de sentimientos, con “Miedo”, esa potente y frentera tonada de cierre tan impactante. En esa canción, durante el solo, sucedió algo interesante: Rodrigo Baills dio la impresión inicial de estar algo tímido con su guitarra. Porque a Caifanes siempre la acompaña ese trabajo que aportó Alejandro Marcovich con sus seis cuerdas, y quien ocupa ese lugar lleva una presión extra. En esa primera impresión, Baills parecía estar frenado, guardándose algo. Afortunadamente, con el paso de las canciones, mostró todo lo que se estaba guardando, que era muchísimo.

Ante el aluvión de hits, que poco respiro daban (no que eso fuera un problema), Saúl contó que habían estado pendientes de sus redes sociales, para ver qué canciones pedía la gente. “De ahí armamos la lista”, aseguró... Por eso no fue sorpresa que siguiera “No dejes que...”, y que la gente coreara sus versos a altos niveles.

Caifanes, 3 de mayo de 2024, Movistar Arena, Bogotá.
Alfonso André es un enorme protagonista de esta experiencia, comandando desde los tambores las cadencias emocionales del concierto. | Foto: Esteban Vega La-Rotta

Tras una hora de concierto, Hernández, chamán de facto, dijo: “Esto apenas está empezando”. No mentía; nunca nadie mintió tan poco. El cantante tuvo también el alma para tratar de desescalar un conflicto entre dos hombres en la audiencia, quizá sobreexcitados por la música y el alcohol. Y tras varios intentos fallidos con sus palabras, hizo alusión a que a las bestias se les calma con música...

En últimas, Caifanes balanceó de manera notable temas de todos sus trabajos y su más reciente sencillo para configurar un setlist impresionante. Cada quien tiene sus puntos altos, pero personalmente canciones como “Debajo de tu piel”, “Ayer me dijo un ave”, “Los dioses ocultos”, “Mátenme porque me muero”, “Aviéntame”, “Afuera” (en el que Rodrigo Baills se desató y llevó su guitarra a varios niveles, incluso Gilmourianos), fueron inolvidables. Y hubo más, muchísimo más.

Con Caifanes, con el vigor y presente que demuestra, con todo el recorrido que ostenta, después de haberlos visto en 2019 en el mismo escenario y luego en 2022, en el primer Festival Cordillera, sucede algo: su concierto más reciente parece siempre ser su mejor concierto.

Caifanes, 3 de mayo de 2024, Movistar Arena, Bogotá.
Un cerebro y un corazón, no hay Caifanes sin Diego Herrera, sin el notable piso aéreo de sus teclados, sin su arrollador saxofón. | Foto: Esteban Vega La-Rotta

Los homenajes fueron el alma

La agrupación dejó lugar para causas mayores, y lo hizo a través de sentidos homenajes. El primero de la noche vino temprano (tras media hora de éxtasis musical, pero cuando aún faltaba tanto). Al músico colombiano Chucho Merchán, le agradecieron todas las enseñanzas y la manera de luchar. Le dedicaron la sentida canción “Tortuga”.

El segundo fue para su staff, a quienes Saúl les llamó ángeles, a quienes considera tan importantes como la banda y para quienes pidió un aplauso muy grande. En particular, le rindieron tributo a uno de sus colaboradores, que cumplía años y que tocó batería con ellos en su más reciente sencillo, “Inés”. La canción cuenta la historia de una chica que se suicidó. Al respecto, dijo Saúl que en este mundo plástico, en el que las relaciones humanas se pierden, hablar de temas complicados se hace más importante que nunca.

Por eso leyó entonces un poético contexto de la mujer, o de la idea de la mujer, que inspiró la canción. Habló de esa sensación de soledad profunda que a veces la música ayuda a sopesar (”Inés vive cuando baila, canta, cuando se siente protegida, pero en la mañana vuelve a su abismo”). Habló de ese paraíso artificial de la sustancias del que nadie nos va a rescatar. No toda la audiencia tuvo toda la paciencia para escuchar, pero sí 99 por ciento de esta lo hizo con los oídos que exigía el momento.

Y luego, a Bogotá y a sus cerros le dedicaron la única canción de Jaguares que tocaron, nada más y nada menos que la increíble “Detrás de los cerros”. Qué especial que fue escucharla en este contexto y con esa dedicatoria.

El homenaje más duro y conmovedor de la noche vino justo empezando el encore. En ese momento en el que, después de “Afuera”, la gente estaba absolutamente entregada, lanzando una energía hermosa, pidiendo más, sabiendo que la banda volvería, Caifanes escogió mover el piso emocional del espacio-tiempo.

Caifanes, 3 de mayo de 2024, Movistar Arena, Bogotá.
Caifanes, 3 de mayo de 2024, Movistar Arena, Bogotá. | Foto: Esteban Vega La-Rotta

Recordaron de palabra y de imagen a Natalia Jiménez Cáceres y a su esposo Rodrigo Monsalve, una joven pareja protectora de la naturaleza, asesinada en el Caribe en 2019. La banda invitó a la tarima a la madre de Natalia, quien no pudo contener las lágrimas, quien recibió abrazos importantes y quien no se despidió hasta acercarse al micrófono y agradecer a la gente esos aplausos, esa energía y, en nombre de ambas familias, pedir justicia y reparación por lo sucedido.

Caifanes, 3 de mayo de 2024, Movistar Arena, Bogotá.
Fue difícil no conmoverse viendo un dolor tan profundo como el de la pérdida violenta de una hija canalizado a través de una catarsis colectiva. | Foto: Esteban Vega La-Rotta

Por último, pero no menos relevante, cerca del fin vino una interpretación de “Te lo pido por favor”, de Juan Gabriel. La banda acompañó la sorpresiva y agradecida interpretación con imágenes gloriosas del Divo de Juárez (1950-2016), dejando otro momento memorable por cuenta del detalle, de la canción y de lo mucho que la gente sumó con su canto. Más allá de ser mexicanos, Juan Gabriel y Caifanes comparten ese elemento de haberse engranado en la cultura, en el ADN de millones, y brotar por los poros cuando se les menciona o escucha, de cerca o de lejos.

Caifanes, 3 de mayo de 2024, Movistar Arena, Bogotá.
Caifanes no se olvidó de la huella del Divo de Juárez. Tocó una versión de 'Te lo pido por favor' que la gente acompañó con total entrega. | Foto: Esteban Vega La-Rotta

No quedan más palabras para añadir, pero sí vale la pena recalcar que es una fortuna poder experimentar este encuentro con una banda cuyo legado es imborrable y con su líder, una figura irrepetible que hay que apreciar y admirar mientras respira.

Antes que muera

Déjame amarte en vida

Hasta que el cielo

Se caiga por nosotros...

Otras postales de la noche

Caifanes, 3 de mayo de 2024, Movistar Arena, Bogotá.
Lejos de quedarse quieto detrás de sus teclados, Diego Herrera es una presencia que sabe en qué momentos salir y tomarse el escenario. | Foto: Esteban Vega La-Rotta
Caifanes, 3 de mayo de 2024, Movistar Arena, Bogotá.
Alfonso André lo hace ver todo muy fácil, y lo vemos tocar de cerca porque una cámara nos lo muestra de cerca. | Foto: Esteban Vega La-Rotta
Caifanes, 3 de mayo de 2024, Movistar Arena, Bogotá.
Saúl Hernández, uno de los juglares indiscutibles del rock latinoamericano, junto con una figura como la de Gustavo Cerati. | Foto: Esteban Vega La-Rotta
Caifanes, 3 de mayo de 2024, Movistar Arena, Bogotá.
A veces solo se quiere amplifica el sentimiento... | Foto: Esteban Vega La-Rotta