Música

Canciones sin palabras: en estos discos recientes los instrumentos toman la voz

¿Qué pasa cuando la música no tiene letra? Juan Carlos Garay destaca una fuerza expresiva que prevalece en nuevas grabaciones, cuyos protagonistas son el violonchelo, el arpa, el piano y el bandoneón.

Juan Carlos Garay
6 de diciembre de 2020

Lontano - Anja Lechner & François Couturier

Durante siglos, el violonchelo ha sido uno de los instrumentos más elogiados por su rango similar a la voz humana. En ese sentido, la violonchelista alemana Anja Lechner ha sido todo un descubrimiento desde que circularon sus primeros discos como solista, allá por el año 2004. Pero hay algo más: Lechner logra hacer cantar el instrumento por encima de los géneros musicales. Quizá lo único que tienen en común estas piezas es su carácter tranquilo, porque las fuentes, en cambio, son numerosas; hay improvisaciones, citas fugaces de música de Bach y hasta una evocación suramericana con la melodía de Alfonsina y el mar. Alguna vez, Lechner se refirió a su lugar de origen como “una tierra de canciones olvidadas”. Una patria más espiritual que geográfica, como esta música.

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Quiet Places - Andreas Vollenweider

En la década de 1990, el nombre de Andreas Vollenweider se hizo muy conocido entre los amantes de la música new age. Su propuesta consistía en adornar el sonido del arpa con múltiples sintetizadores y efectos que evocaban paisajes de ciencia ficción. Tres décadas después, este arpista suizo regresa de su silencio (que aprovechó para escribir una novela) con una propuesta acústica, menos ornamentada y más madura. Aquí termina cumpliéndose aquella premisa que dice que con los años nos despojamos de lo superfluo para abrazar lo esencial. El arpa suena en primer plano, con el respaldo sutil de un violonchelo y algo de percusión en un par de temas. No hay instantes apoteósicos ni desarrollos complejos. Esto es más bien un homenaje sonoro a la sencillez.

Desde adentro - Francy Montalvo

La pianista y compositora bogotana Francy Montalvo ha desarrollado varias investigaciones sobre el pasillo y su afinidad con otros géneros, entre ellos el jazz. Sin embargo, este proyecto representa un receso en su actividad académica para dedicarse más a la inspiración personal. Grabado en la sala de conciertos de la biblioteca Luis Ángel Arango, el disco tiene una acústica impecable, sumada a sus otras cualidades: el conocimiento de la tradición y el deseo de utilizarla como punto de partida para algo nuevo. El resultado son seis piezas intimistas que no ocultan un sabor colombiano, pero que frecuentemente se escapan hacia terrenos más abstractos. Francy lo resume de manera muy bella cuando explica: “El pasillo es como un canal por el que navego libremente”.

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Tango Sacro - Cuarteto Q-Arte & Rodolfo Mederos

¿Tango o música de cámara? ¿Qué es exactamente lo que oímos aquí? Ambas cosas, parece ser la respuesta. El cuarteto de música contemporánea más importante de Colombia se une al bandoneonista argentino Rodolfo Mederos y el resultado es un deslumbrante equilibrio de estilos. Tal vez el mayor mérito de esta grabación es haber unido todas las piezas del compositor Astor Piazzolla que llevan en su título la palabra ángel y presentarlas como si se tratara de una suite. A pesar de haber sido escritas en distintos momentos, la unidad armónica resulta poderosa. Y sobre todo, es capaz de hacernos pensar en el tango, un género de origen bastardo, como si fuera música sacra. Solo al final hay un guiño al tango arrabalero, más tradicional, con una versión de Nostalgias.