El Festival Internacional del Cómic de Angulema (Festival International de la Bande Dessinée) reune autores, editores y lectores de historietas. Desde 1974 se celebra anualmente en la ciudad francesa de Angulema, y constituye una referencia obligada para la historieta europea y mundial.

Y si bien el festival llevaba tres años fallando al no premiar a quien más lo merecía, en 2021 corrigió el rumbo.

El estadounidense Chris Ware, conocido como el rey de la tira de prensa, obtuvo el miércoles la recompensa más prestigiosa del género del cómic, el Gran Premio del Festival de Angulema, tras haber quedado finalista en los tres años anteriores.

El certamen tiene lugar habitualmente en enero en esta localidad del suroeste de Francia pero este año no pudo acoger al público debido a la pandemia y el anuncio del Gran Premio fue aplazado a junio.

Ware, de 53 años y originario del estado de Nebraska, fue así recompensado por el conjunto de su carrera, durante la cual reinventó la tira de prensa o tira cómica (“comic trip”, en inglés).

Su trabajo se centra en destacar los detalles de vidas ordinarias, con un estilo minimalista y preciso, y dibujos de ángulos suaves y colores uniformes.

Las historias que crea exploran temas como la soledad contemporánea, los falsos beneficios de la prosperidad y los estragos del tiempo.

Ware es conocido sobre todo en la escena internacional por haber firmado unas 25 portadas de la prestigiosa revista New Yorker.

En 2003, el Festival de Angulema recompensó su álbum de inspiración autobiográfica, “Jimmy Corrigan, the Smartest Kid on Earth”, como el mejor del año.

El ganador al premio jovem fue para Alexadre Turpault. Dejamos una muestra.

Historia

A finales de 1972, el éxito de una exposición “Diez millones de imágenes”, consagrada a la historieta en la ciudad, dejó la idea de organizar un encuentro anual. El 25 de enero de 1974 se inauguró la primera edición, cuyo cartel fue obra de Hugo Pratt; al encuentro acudieron importantes autores, como André Franquin, Burne Hogarth y Harvey Kurtzman.

En esos primeros años, el Festival se afianzó como un evento de importancia internacional, al que acudían los más célebres historietistas, como Hergé, Will Eisner, Moebius, Enki Bilal o Jacques Tardi; al mismo tiempo, la municipalidad de Angulema se comprometió en la tarea de hacer de la ciudad un centro del cómic mundial, con iniciativas tales como la creación del Taller-Escuela de BD, en 1982. Desde entonces, como explica Jean Giraud, el certamen ha funcionado “muy bien, pero mientras mejor funciona, más cuesta y eso es un problema en tiempos de crisis económica”.

La pandemia no ayudó, pero tampoco logró descarrilar su celebración.

*Con información de AFP