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Cine en Streaming: cuatro cintas recomendadas sobre choques culturales

Cuatro películas que desde el documental y la ficción se preguntan por el encuentro entre Oriente y Occidente.

Manuel Kalmanovitz G.
23 de mayo de 2020
American Factory

American Factory - Muy buena

Directores: Steven Bognar y Julia Reichert País: Estados Unidos

Año: 2019 Duración: 110 min Disponible en Netflix

En 2015, un conglomerado chino abre una fábrica en un pueblo de Ohio, adaptando una planta de General Motors cerrada seis años atrás. Los documentalistas, que ya habían hecho un corto con el cierre, siguieron la reapertura durante dos años, con una mirada atenta a las tensiones y los absurdos que inevitablemente se producen en el choque de la mentalidad del billonario chino dueño de la empresa y sus empleados estadounidenses, acostumbrados a jornadas laborales de ocho horas, una comunicación fluida con sus superiores y a salarios que, en otra época, bastaban para llegar a la clase media. Este ganador del Óscar a mejor documental (producido por Barack Obama) registra los intereses de la administración, de los empleados, y hace evidentes el estado crítico del movimiento sindical y, a otro nivel, el malestar económico y cultural que explica el surgimiento de plataformas demagógicas y aislacionistas en distintas partes del mundo.

Feliz año viejo- Buena

Director: Nawapol Thamrongrattanarit País: Tailandia

Año: 2019 Duración: 113 min Disponible en Netflix

Tras vivir años en Suecia, una muchacha regresa a Tailandia con la idea de remodelar su casa, en donde aún viven su hermano y su madre, para convertirla en un paraíso minimalista: todo luz blanca, muebles geométricos y una gama reducida de colores. El asunto es que, para hacerlo, tiene que deshacerse de la cantidad de cosas que se acumulan en sus dos pisos y que resultan ser no solo obstáculos menores para su sueño de sobriedad y estandarización global, sino objetos cargados de historias y de sentido. Thamrongrattanarit sigue esta odisea con un tono engañosamente ligero porque, aunque por momentos pareciera una simple comedia romántica de reencuentro –la muchacha al partir dejó a su novio sin siquiera despedirse–, al final evita las soluciones fáciles y hace evidente que detrás de la aspiración a esta estética limpia y depurada que se ha extendido por todo el planeta está el deseo de huir de la historia personal.

Si supieras - Buena

Directora: Alice Wu País: Estados Unidos Año: 2020

Duración: 104 min Disponible en Netflix

En este drama ligero de adolescentes el choque está en el trasfondo, recuperando esa idea de Estados Unidos como un crisol de culturas diversas. Ambientado en un pueblo del noreste, cercano a Seattle, la historia se centra en un triángulo amoroso que sucede en varias plataformas: personalmente, por cartas y por mensajes de texto. Una de las artistas de este triángulo es una inmigrante china muy brillante que le vende ensayos a sus compañeros, otro es un jugador de fútbol no muy articulado que le pide que le ayude a redactar cartas de amor y la última es la linda hija de un predicador conservador y estricto. No sorprende, pero tiene la virtud de aproximarse a los dilemas existenciales adolescentes con cuidado y empatía, mostrando por medio de los tres cómo la vida en un pueblo pequeño puede ser una condena o una bendición.

El futuro perfecto - Buena

Directora: Nele Wohlatz País: Argentina Año: 2016

Duración: 65 min Disponible en https://vimeo.com/314117418 

Esta película independiente argentina liberada en la plataforma Vimeo sigue a una inmigrante china en Buenos Aires que está en proceso de aprender español y su relación con otro inmigrante, un programador de la India que quiere que se casen y se vayan a vivir a su país. Es una cinta minimalista que elude los esquemas usuales: no hay historias de redención ni de asimilación; tampoco de alienaciones destructivas. El énfasis está en el trabajo por momentos tedioso y repetitivo de aprender otro idioma, y en la manera gradual en que pasa del mutismo a una expresividad tentativa. La directora muestra a su protagonista apenas interactuando con su contexto, y esa parquedad hace pensar en el doble sentido de ese futuro perfecto del título, relacionado con un tiempo verbal y con una ilusión humana de proyectarse en el tiempo para, quizás, pertenecer a algún lugar.