¿Cómo orarle a San Rafael para pedir por las enfermedades?

Para los creyentes, la oración es la herramienta de comunicación más eficaz para presentar ante Dios cada una de sus peticiones, mismas que según la Biblia en el libro de Apocalipsis 5: 8 son como incienso, es decir, olor o aroma agradable para Él.

“Cada uno tenía un arpa y llevaba copas de oro llenas de incienso, que son las oraciones del pueblo de Dios”, se lee en la versión de la biblia Nueva Traducción Viviente (NTV).

Por tanto, orar por sanidad, es una plegaria común, por lo que algunos creyentes la direccionan específicamente al arcángel San Rafael, el cual es el ángel de la sanidad, que en hebreo significa “Medicina de Dios” o “curación de Dios”, según La Teología. Es decir que hace parte de los 7 arcángeles que contemplan la gloria de Dios, recordando a Miguel, Gabriel, Jofiel, Chamuel, Uriel y Zadkiel.

Por tanto, San Rafael es designado para responder diferentes peticiones de enfermedad que en las Sagradas Escrituras se le asocia como el ángel que movía las aguas del estanque de Betesda en Jerusalén, descrito en el evangelio de Juan 5:

“Y hay en Jerusalén, cerca de la puerta de las ovejas, un estanque, llamado en hebreo Betesda, el cual tiene cinco pórticos. En estos yacía una multitud de enfermos, ciegos, cojos y paralíticos, que esperaban el movimiento del agua. Porque un ángel descendía de tiempo en tiempo al estanque, y agitaba el agua; y el que primero descendía al estanque después del movimiento del agua, quedaba sano de cualquier enfermedad que tuviese”, dice en la versión bíblica Traducción en Lenguaje Actual (TLA).

Así se ora a San Rafael para pedir por sanidad

La siguiente es una oración de sanidad para pedirle al arcángel San Rafael por un enfermo sin importar la complicación médica:

“Oh bondadoso y guía espiritual San Rafael Arcángel, yo te invoco como el patrón de aquellos que están afligidos por la enfermedad o dolencia corporal.

Me dirijo a ti, implorando tu auxilio divino en mi necesidad actual (mencionar aquí las peticiones). Si es la voluntad de Dios, dígnate a sanar mi enfermedad, o al menos, concédeme la gracia y la fuerza que necesito para poder soportar con paciencia, ofreciéndole por el perdón de mis pecados y por la salvación de mi alma.

Enséñame a unir mis sufrimientos con los de Jesús y de María y buscar la gracia de Dios en la oración y la comunión. Concédeme la gracia y la bendición de Dios y el favor que te pido por tu poderosa intercesión.

Oh, gran Médico de Dios, dígnate a curarme como lo hiciste con Tobías si es la voluntad del Creador. San Rafael, Recurso de Dios, Ángel de la Salud, Medicina de Dios, ruega por mí. Amén”.

Finalmente, versículos como los descritos en el libro del profeta Isaías recuerdan que gracias al sacrificio de Jesucristo en la cruz, su pueblo es sanado.

“Él fue traspasado por nuestras rebeliones, y molido por nuestras iniquidades; sobre él recayó el castigo, precio de nuestra paz, y gracias a sus heridas fuimos sanados”, se lee en el libro de Isaías 53:4.