Cultura
¿Cómo pedir la protección de San Miguel Arcángel?
Es uno de los actos que, para los creyentes, representa mayor espiritualidad y fe
San Miguel de Arcángel es uno de los ángeles guardianes enviados por Dios, considerado como el defensor celestial contra el mal, “príncipe y caudillo de los ejércitos celestiales, custodio y defensor de las almas”, según el portal especializado Red Católica Mundial (Ewtn).
La devoción a él ha perdurado a lo largo de los siglos como un faro de esperanza y protección para aquellos que buscan su ayuda en momentos de dificultad y urgencia. Muchos creyentes hacen la oración elevada a San Miguel Arcángel con fe y súplica, buscando encontrar fortaleza y consuelo.
Al también llamado “líder de los ejércitos de los ángeles” y ser de luz, a través de la oración, es uno de los actos que, para los creyentes, representa mayor espiritualidad y fe.
Oraciones para pedir por la protección
1. Oración a San Miguel Arcángel
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San Miguel Arcángel, defiéndenos en la batalla. Sé nuestro amparo contra la perversidad y asechanzas del demonio. Reprímale Dios, pedimos suplicantes, y tu príncipe de la milicia celestial arroja al infierno con el divino poder a Satanás y a los otros espíritus malignos que andan dispersos por el mundo para la perdición de las almas. Amén.
2. Oración para pedir la protección del Cielo
Oh gloriosísimo San Miguel Arcángel, príncipe y caudillo de los ejércitos celestiales, custodio y defensor de las almas, guarda de la Iglesia, vencedor, terror y espanto de los rebeldes espíritus infernales.
Humildemente, te rogamos, te digne librar de todo mal a los que a ti recurrimos con confianza; que tu favor nos ampare, tu fortaleza nos defienda y que, mediante tu incomparable protección, adelantemos cada vez más en el servicio del Señor; que tu virtud nos esfuerce todos los días de nuestra vida, especialmente en el trance de la muerte, para que, defendidos por tu poder del infernal dragón y de todas sus asechanzas, cuando salgamos de este mundo seamos presentados por ti, libres de toda culpa, ante la Divina Majestad. Amén.