Cultura
¿Con qué frecuencia se debe orar, según la Biblia?
La oración es una comunicación directa con Dios.
La oración es para los creyentes un medio efectivo para la comunicación con Dios y su propósito principal es mantener la conexión con ese ser Superior y tener claro que la vida de cada persona en la tierra tiene un propósito que va más allá de lo terrenal y lo humano.
Esto se entiende debido a que para cumplir el propósito de cada persona en lo terrenal se debe acudir a esa ayuda divina. Según el portal La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los últimos días, lo ideal es orar, independientemente de lo que Dios decida hacer en cada caso.
Las oraciones fortalecen los lazos familiares, que deben continuar después de la muerte, por ejemplo. Ayudan en la protección de la familia, el hogar, a alcanzar salud y prosperidad y a encontrar la fuerza y sabiduría para salir adelante.
La oración ha sido una parte importante del Evangelio desde el principio del mundo. Un ángel del Señor mandó a Adán y a Eva a que se arrepintieran e invocaran a Dios en el nombre del Hijo y ese mandamiento nunca se ha revocado.
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Uno de los propósitos de la oración es recibir la guía del Señor y su ayuda en el día a día. Es posible orar por la familia y los amigos, por los vecinos, por la cosecha y por los animales, por el trabajo diario y otras actividades y también para pedir protección frente a los enemigos.
¿Cuándo se debe orar?
Las personas que confían en Dios y quieren mantener su comunicación con él pueden orar cada vez que sientan la necesidad tener ese encuentro personal con él. Los creyentes pueden mantener esa conexión ya sea en silencio o en voz alta y es algo que puede hacerse en cualquier momento; por ejemplo, mientras se realizan actividades diarias, en la casa, al caminar, en el trabajo, al preparar la comida y mientras se ducha, entre otras.
También es posible que haya momentos en que las personas no quieren orar porque se sienten enojadas, disgustadas o desilusionadas. Sin embargo, en esos momentos es cuando se debe hacer un esfuerzo especial por orar y mantener esa conexión con Dios para que brinde fortaleza y claridad en tiempos de dificultad.
Con qué frecuencia debería realizarse oración
Si bien se debería orar en privado al menos una vez por la mañana y otra por la noche; en las Escrituras se indica que debería hacerse por la mañana, al mediodía y al atardecer con el fin de agradecer y obtener los beneficios de Dios.
También es importante efectuar oraciones familiares para que cada uno de sus miembros sea bendecido en su día a día. Lo ideal es hacerlo cada mañana y cada noche. Hay quienes, además, oran para agradecer y pedir una bendición por los alimentos antes de cada comida.
Independiente del lugar en el que se encuentre la persona cuando realiza la oración, sea de pie o arrodillada; verbalmente o en silencio, en forma individual o en un grupo, lo más importante es hacerlo con fe, con un corazón sincero, con verdadera intención y con la confianza de que en Dios se encontrará todo el apoyo y protección que se está buscando.
Al orar a Dios es importante decirle lo que realmente la persona siente en su corazón, confiar en Él, pedirle perdón, suplicarle, agradecerle y expresarle el amor. Lo aconsejable es no repetir palabras ni frases sin sentido y al terminar la oración, se debe decir que es en el nombre de Jesucristo.