Cristian Alarcón.
Cristian Alarcón, periodista y escritor chileno-argentino. | Foto: Premio Alfaguara - Foto: Alejandra López

CULTURA

Cristian Alarcón, ganador del Premio Alfaguara de Novela 2022

El escritor chileno-argentino fue galardonado por ‘El tercer paraíso’. “La novela abre una puerta a la esperanza de hallar en lo pequeño un refugio frente a las tragedias colectivas”, comentó el jurado.

20 de enero de 2022

El periodista y escritor Cristian Alarcón fue galardonado con el Premio Alfaguara de Novela para esta edición 2022, uno de los mayores reconocimientos en la literatura española.

Hasta el momento, Alarcón se había destacado por ser un gran cronista de diferentes medios de Latinoamérica y algunos libros de no ficción.

El escritor se consolida al conseguir este reconocimiento por el cual recibe la suma de 175.000 dólares y una escultura del artista español Martín Chirino, gracias a la obra que presentó bajo el seudónimo de Daniel Vitulich.

El jurado, que estuvo presidido por el escritor Fernando Aramburu, y compuesto por Olga Merino, Ray Loriga, Lata Peinada, Paula Vázquez, Marisol Schulz Manaut y Pilar Reyes –que tuvo voz, pero no voto–, declaró por unanimidad a El tercer paraíso como la obra ganadora para esta edición.

“El vigor narrativo de una hermosa novela, con una estructura dual. Ambientada en diversos parajes de Chile y Argentina, el protagonista reconstruye la historia de sus antepasados, al tiempo que ahonda en su pasión por el cultivo de un jardín, en busca de un paraíso personal. La novela abre una puerta a la esperanza de hallar en lo pequeño un refugio frente a las tragedias colectivas. Como dice el autor, ‘la belleza comienza en la maravilla de las flores, tan hermosas como finitas, en las que siempre veremos el misterio que no puede ser resuelto’”, resolvió el jurado.

La historia del libro tiene lugar en medio del confinamiento que aconteció al inicio de la pandemia en 2020, en el que el protagonista siente la sensación de retirarse a vivir a una cabaña a las afueras de Buenos Aires esperando lo que pueda venir.

Allí indaga sobre la botánica y las expediciones europeas del siglo XVIII en Latinoamérica, mientras rememora la historia de su familia de Daglipulli en Chile, que tuvo que huir de la dictadura de Augusto Pinochet.

Poco a poco el personaje y los paisajes latinoamericanos van develando las huellas que dejó su historia, confluyendo con su antepasado y con la manera en que se entiende el mundo. Un relato de la vida cotidiana con tragedias colectivas.

En total se revisaron 899 manuscritos evaluados por el jurado. Entre ellos se encontraban 408 de España, 131 de Argentina, 119 de México, 87 de Colombia, 57 de Estados Unidos, 43 de Chile, 29 de Perú y 25 de Uruguay.

Había escrito dos novelas de no ficción: ‘Cuando me muera quiero que me toquen cumbia’ en 2003 y ‘Si me querés, quereme transa’ en 2010, con los cuales ya rozaba la literatura. A esos textos se suma Un mar de castillos peronistas (2013) donde plasmó diferentes crónicas de viajes y perfiles de personajes disidentes y subalternos.

Alarcón es fundador de la revista Anfibia, que relaciona el arte con el periodismo y es una de las más reconocidas de América Latina. Así mismo, confluyó el sitio Cosecha Roja con los que logró consolidar un laboratorio de periodismo performático.

Su experiencia lo ha llevado a ser profesor del Lozano Long Institute of Latin American Studies de la Universidad de Austin en Texas y de la Universidad de Lille en Francia. Actualmente es profesor de la facultad de Comunicación y Periodismo de la Universidad La Plata y dirige la maestría en periodismo Narrativo de la Universidad de San Martín en Argentina.

Además del galardón que acaba de recibir, ya había sido reconocido por su trabajo como periodista con los premios: Samuel Chavkin Prize, el Premio Konex-Diploma al Mérito, en la categoría Crónicas y Testimonios (2014) y el Premio Perfil a la libertad de expresión (2019).

En 2021 la ganadora del Premio Alfaguara de Novela fue la escritora colombiana Pilar Quintana con Los abismos.

Así empieza la novela

Primer jardín

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Al final del camino de piedras, justo antes del precipicio, el jardín desborda como una ola inesperada. Detrás de su diseño caprichoso se impone un cielo azul brotado de nubes blancas. Asusta lo inquietante del barranco bajo el que parece estar el mundo entero. Los rosales se encadenan sin pausa. Hacia los bordes crecen los pensamientos. Camino en el laberinto como si se tratara de una pradera. Los amancay y las espuelas de caballero se mecen con el viento leve junto a las margaritas. Los lirios acosan a los narcisos amarillos. Las dalias bordó y carmín estallan en pleno ardor. A pesar de las nubes, la luz se cuela en todos los rincones, horizontal y penetrante, dando en estigmas, pétalos y filamentos; pegando en mi cara, en mis brazos, en mi cuello, en mis orejas, en mis manos. A medida que me toca, siento cómo la piel se hincha y adquiere el rojo de una insolación.