Cultura
¿Cuál es el salmo para pedir fuerza y fortaleza en momentos difíciles?
La oración es una forma de fortalecerse en momentos de dificultad.
Todas las personas atraviesan por momentos difíciles en diferentes momentos de la vida. Falta de trabajo, dificultades económicas, pérdidas de seres queridos y otra serie de dificultades hacen que se requiera de mucha fuerza y fortaleza para enfrentarlas.
Una de las mejores maneras es utilizando la oración como herramienta. La fe en Dios o en un ser supremo es para muchos creyentes la mejor manera de fortalecerse para salir adelante y superar los obstáculos, independiente de cuál sea la causa que los genera.
Para ello, hay varios salmos que se pueden invocar y rezar. Estos son algunos de ellos, según el portal Biblia On. De acuerdo con este sitio web, en momentos difíciles, la Biblia ofrece palabras de consuelo que ayudan a continuar luchando para salir adelante.
Salmos para obtener fuerza y fortaleza
Salmo 46: 1-2
Dios es nuestro amparo y fortaleza, nuestro pronto auxilio en las tribulaciones.
Por eso no temeremos aunque la tierra tiemble, aunque los montes se derrumben en el corazón del mar.
Salmo 91: 1
El que habita al abrigo del Altísimo se acoge a la sombra del Todopoderoso.
Salmo 18: 1
es mi Dios, el peñasco en que me refugio.
Es mi escudo, el poder que me salva,
¡mi más alto escondite!
Salmo 28: 7
El Señor es mi fuerza y mi escudo;
Mi corazón salta de alegría,
y con cánticos le daré gracias.
Salmo 29: 11
El Señor fortalece a su pueblo;
el Señor bendice a su pueblo con la paz.
Salmo 31: 24
Cobren ánimo y ármense de valor,
todos los que en el Señor esperan.
Salmo 18: 31
¿Quién es Dios, sino el Señor?
¿Quién es la roca, sino nuestro Dios?
El sitio web Recursos Cristianos adiciona otros a los que se puede puede recurrir.
Salmo 3: 3
Pero tú, oh Señor, eres escudo alrededor de mí;
eres mi gloria y el que levanta mi cabeza
Salmo 23: 4
Aunque ande en valle de sombra de muerte no temeré mal alguno, porque tú estarás conmigo.
Tu vara y tu cayado me infundirán aliento.
Salmo 31: 2-3
Inclina a mí tu oído; líbrame pronto. Sé tú mi roca fuerte, mi fortaleza para salvarme.
Porque tú eres mi roca y mi fortaleza, por amor de tu nombre me guiarás y me encaminarás.