Cultura
¿Cuál es el salmo que habla sobre la confianza absoluta en Dios?
Los fieles creyentes predican este salmo para afianzar su confianza en el poder divino del Señor.
En las adversidades y las alegrías, siempre está la presencia de Dios; sin embargo, algunos creyentes, aunque creen en su presencia divina, siempre están en búsqueda de afianzar su confianza absoluta en Dios por medio de oraciones y salmos.
De esta manera, la confianza en Dios busca creer en las promesas del señor ante cualquier situación que se presenten, incluso, en las que parece estar en contra. Así las cosas, en muchos de los salmos el David, la confianza en Dios en una de sus características, pues narran situaciones en las que fue perseguido por Saúl y su ejército, así como por otros enemigos. En medio esta situación, el Señor siempre acudió a su ayuda.
A continuación, el portal web Biblegateway da a conocer el salmo 27, una plegaria poderosa que pretende afianzar la absoluta confianza de Dios con una bienaventuranza de David.
Salmo 27 - Confianza absoluta de Dios
1. El Señor es mi luz y mi salvación; ¿a quién temeré? El Señor es la fortaleza de mi vida; ¿de quién tendré temor?
2. Cuando los malhechores vinieron sobre mí para devorar mis carnes, ellos, mis adversarios y mis enemigos, tropezaron y cayeron.
3. Aunque un ejército acampe contra mí, no temerá mi corazón; aunque en mi contra se levante guerra, a pesar de ello, estaré confiado.
4. Una cosa he pedido al Señor, y esa buscaré:que habite yo en la casa del Señor todos los días de mi vida, para contemplar la hermosura del Señor, y para meditar en su templo.
5 Porque en el día de la angustia me esconderá en su tabernáculo; en lo secreto de su tienda me ocultará; sobre una roca me pondrá en alto.
6. Entonces será levantada mi cabeza sobre mis enemigos que me cercan; y en su tienda ofreceré sacrificios con voces de júbilo; cantaré, sí, cantaré alabanzas al Señor.
7. Escucha, oh Señor, mi voz cuando clamo; ten piedad de mí, y respóndeme.
8. Cuando dijiste: Buscad mi rostro, mi corazón te respondió:Tu rostro, Señor, buscaré.
9. No escondas tu rostro de mí; no rechaces con ira a tu siervo; tú has sido mi ayuda. No me abandones ni me desampares, oh Dios de mi salvación.
10. Porque aunque mi padre y mi madre me hayan abandonado, el Señor me recogerá.
11. Señor, enséñame tu camino, y guíame por senda llana por causa de mis enemigos.
12. No me entregues a la voluntad de mis adversarios; porque testigos falsos se han levantado contra mí, y los que respiran violencia.
14. Espera al Señor; esfuérzate y aliéntese tu corazón. Sí, espera al Señor.