Cultura
¿Cuál es el santo que atrae el dinero?
Este es el Santo al que se puede acudir cuando hay problemas económicos.
El dinero es indispensable para muchos en la sociedad actual, pues es un pilar del mundo en el que se vive, sin embargo, no se tiene la cantidad que se desea y cuando este escasea pueden aparecer los problemas y las necesidades.
La falta de dinero puede tener muchas causas, pero su ausencia se vuelve una compleja situación y aún más cuando es por un tiempo prolongado. Para conseguirlo nuevamente existen numerosas formas, pero sin lugar a dudas, la mejor decisión siempre será por el camino correcto.
De acuerdo con el portal especializado Biblia On, el tema del dinero es uno de los más utilizados en los textos bíblicos. “Una de las razones podría ser el hecho de que la forma en la que manejamos las finanzas es un buen indicador de nuestro verdadero carácter y de cuánto hemos permitido que Dios nos transforme en lo profundo de nuestro ser”, expone el mencionado portal.
Por ejemplo, uno de los versículos que habla de este tema es en Deuteronomio 8:17-18a cuando dice lo siguiente: “no se te ocurra pensar: ‘Esta riqueza es fruto de mi poder y de la fuerza de mis manos’. Recuerda al Señor tu Dios, porque es él quien te da el poder para producir esa riqueza”.
Una de las maneras de pedir ayuda es buscar a los santos para que intercedan en la situación por la que se está pasando. El Santo que se relaciona con este tipo de problemas es San Pancracio, a quien se le dice el de la fortuna y la suerte. Las personas también acuden a él cuando buscan empleo para los jóvenes.
Oración a San Pancracio
“Glorioso mártir de Jesucristo, amable protector mío, San Pancracio, ya que el Señor escucha tan favorablemente tus ruegos, ayudando espiritual y temporalmente a los que piden sus gracias por tu intercesión, atiende la petición que, con humilde confianza en la bondad de Dios y apoyado en tu poderoso valimiento, elevo al cielo en mi presente necesidad.
(Agregar la petición que se esté buscando que el santo cumpla)
Ya que tu grande amor a Dios te animó a ofrecer la vida en testimonio de la fe, obtén para mí este mismo amor y esta fortaleza en la práctica y en la confesión de la fe.
Para alcanzar tu continua protección sobre mí y sobre mi familia, te ofrezco ser fiel en el cumplimiento de la ley de Dios y en los deberes de mi estado, y procuraré agradarte con la frecuente recepción de los santos Sacramentos. Sirviendo a Dios y ayudado por ti, espero gozar de tu compañía en el cielo”.
Amén.