Las personas que creen en Dios suelen hacer oraciones que ya están escritas en la Biblia para agradecer, pedir o simplemente poner todo en sus manos y transcurrir el día.

Hacer la oración en familia es eficaz para que todo salga bien. | Foto: Getty Images

Esta es una conversación que se tiene con el altísimo y que en cualquier momento se puede realizar, pues no necesariamente se debe estar en un recinto sagrado o una Iglesia para accionar y entrar en el diálogo.

Para algunos la oración es parte fundamental de la vida y por ello asisten cada domingo, sin falta, a la Eucarística. Sin embargo, los que no pueden por algunas razones optan por hacer las oraciones principales que tiene la Biblia.

Padre Nuestro

Padre nuestro, que estás en el cielo, santificado sea tu nombre; venga a nosotros tu reino; hágase tu voluntad, en la tierra como en el cielo. Danos hoy nuestro pan de cada día; perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden; no nos dejes caer en la tentación, y líbranos del mal. Amén.

La oración es una manera de mostrarle fidelidad a Dios. | Foto: Getty Images

Credo

Creo en Dios Padre todopoderoso, Creador del cielo y de la tierra. Creo en Jesucristo su único Hijo, Nuestro Señor; que fue concebido por obra y gracia del Espíritu Santo, nació de Santa María Virgen; padeció bajo el poder de Poncio Pilato, fue crucificado, muerto y sepultado; descendió a los infiernos, al tercer día resucitó de entre los muertos; subió a los cielos y está sentado a la derecha de Dios Padre todopoderoso; desde allí ha de venir a juzgar a los vivos y a los muertos. Creo en el Espíritu Santo; la Santa Iglesia católica, la comunión de los santos, el perdón de los pecados; la resurrección de la carne y la vida eterna. Amén.

Gloria

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo. Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.

Invocación al Espíritu Santo

Antes.

Ven, Espíritu Santo, llena los corazones de tus fieles y enciende en ellos el fuego de tu amor. Envía tu espíritu y serán creadas todas las cosas. R. Y renovarás la faz de la tierra. V. ¡Oh Dios, que has instruido los corazones de tus fieles con la luz del Espíritu Santo!, concédenos según el mismo Espíritu, conocer las cosas rectas y gozar siempre de sus divinos consuelos. Por Jesucristo Nuestro Señor. Amén.

Después.

Te damos gracias, omnipotente Dios, por todos tus beneficios. Tú que vives y reinas por los siglos de los siglos. R. Amén.

La oración es poderosa ante cualquier dificultad y solicitud al ser supremo. | Foto: Getty Images

Avemaría

Dios te salve, María; llena eres de gracia; el Señor es contigo; bendita tú eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros, pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.

Ángel de la guarda

Ángel de mi guarda, dulce compañía, no me desampares ni de noche ni de día, ni en la hora de mi muerte. Amén.

Ofrecimiento a la Virgen María

Yo me ofrezco enteramente a vos; y en prueba de mi filial afecto, os consagro en este día mis ojos, mis oídos, mi lengua, mi corazón; en una palabra, todo mi ser. Y ya que soy todo vuestro, oh Madre de bondad, guardadme y defendedme como cosa y posesión vuestra hasta el fin de mi vida. Amén.

Cabe resaltar que no siempre estas oraciones se hacen en la misa, también depende del sacerdote que esté guiando la Eucarística y del Evangelio del día. Pero sin duda todos los fieles y creyentes pueden ponerlas en práctica para encomendar su vida, la de sus familias, amigos y demás situaciones que se tengan a lo largo del día.